No ha pasado tanto tiempo desde que se dejaron de practicar amputaciones para salvarle la vida a un herido. Fue con la llegada del antibiótico, allá en 1928, cuando esta práctica se convirtió en la última opción de los médicos para tratar según qué infecciones. Ahora, se sabe que el ser humano no es el único que realiza este tipo de cirugías. Y es que hay otra especie en el mundo animal que evita la muerte amputando el miembro infectado.
Se trata de una especie de hormiga, conocida como la 'carpintera de Florida' o Camponotus floridanus, que se encuentra en el sudeste de Estados Unidos. Rebautizada como 'hormiga cirujana' por los científicos que han descubierto este hito, este insecto desinfecta y amputa, de manera casi quirúrgica, las extremidades infectadas de sus compañeras de nido.
Según Erik Frank, ecologista del comportamiento de la Universidad de Würzburg (Alemania) y uno de los investigadores detrás de este descubrimiento, estaríamos hablando de "literalmente el único caso en que una amputación sofisticada y sistemática de un individuo por otro miembro de su especie se produce en el reino animal".
Al menos, así lo aseguran Frank y su equipo en un texto exhaustivo publicado en el número de julio de la revista científica Current Biology. Sus hallazgos, dice el propio autor, son cuanto menos sorprendentes.
Tras 11 años estudiando el comportamiento de las hormigas, explica en la publicación especializada Science, de primeras no se creyó sus propios resultados. "Eran ilógicos, no tenían sentidos", confiesa.
Y admite que tuvo que repetir el experimento cuatro veces antes de "aceptar" sus conclusiones. Porque, recuerda, que una hormiga muerda y extirpe la parte infectada de la extremidad de otra, justo por el lugar necesario, y siempre que esta amputación sea necesaria para la supervivencia de su compañera, no es lo habitual.
Hormigas 'diferentes'
En declaraciones al Washington Post, Frank asegura que el nivel de "sofisticación" al que han llegado estas hormigas —gracias a la evolución— "solo puede compararse con el sistema médico humano". Porque, admite, realmente "cuidan de sus heridos".
Gracias a las amputaciones que las hormigas carpinteras observadas realizaron durante la investigación, estos insectos "evitaron que las infecciones se extendiesen por todo el cuerpo", explica. Así, esta suerte de cirujanas salvaron la vida de sus compañeras, "de la misma manera que las amputaciones medievales lo hacían".
Pero el verdadero revuelo del estudio de Frank y sus colegas está en sus conclusiones: los investigadores aseguran que estas hormigas carpinteras de Florida son capaces de diferenciar entre diferentes tipos de heridas y adaptar su respuesta —o, en lenguaje médico, su tratamiento—. Esta investigación, además, sería el primer ejemplo capturado en vídeo de una amputación llevada a cabo por un animal no humano.
Frank y su equipo decidieron estudiar en el laboratorio el comportamiento de las hormigas carpinteras porque son ligeramente diferentes de otras de su especie. Estos insectos oriundos de Florida han perdido su capacidad de producir secreciones antimicrobianas, que son con las que otras hormigas combaten los patógenos en las heridas.
Cirugía de precisión
Su intención, por tanto, explica el líder de la investigación al Washington Post, no era otra que "ver cómo una especie que perdió la glándula que permite que esto suceda cuida de sus heridos". Y para descubrirlo realizaron un experimento un tanto macabro: hirieron, deliberadamente, a alrededor de cien hormigas de un mismo hormiguero.
Las heridas, además, se las realizaron en dos partes del cuerpo diferentes: unas en el fémur, cerca del torso del animal, y otras en la tibia, en la zona más baja de la pata. La siguiente fase consistió en observar lo que sus compañeras de colonia hacían.
Como reconoce Frank, los resultados les sorprendieron tanto que tuvieron que llevar a cabo el experimento cuatro veces con diferentes individuos para comprobar que no eran fortuitos. Y es que los científicos se dieron cuenta rápidamente de que las hormigas realizaban amputaciones solo en sus compañeras heridas en el fémur. Es decir, solo para aquellas lesiones que suponían un riesgo mortal.
Además, el equipo de investigadores observó que las amputaciones no se hacían de manera aleatoria, sino "sistemática", como asegura Frank. Porque en tres cuartos de los casos, una hormiga era la encargada de extirpar la pata al completo para evitar que la infección se extendiese.
De todas las hormigas con lesiones femorales, el 95% de las amputadas sobrevivió. En cambio, solo el 45% de las que no recibieron tratamiento lo consiguieron. Eso sí, en ningún caso estas 'cirujanas' llevaron a cabo amputaciones cuando la herida se situaba en la tibia, donde se podía curar con facilidad.
Amputaciones quirúrgicas
Estos resultados hacen pensar a los investigadores que las hormigas, en su propia escala y posibilidades, han desarrollado una estrategia "eficiente" y con "niveles de éxito muy altos".
El procedimiento, además, siguió el mismo patrón en todos los casos. En una intervención de cerca de 40 minutos de duración, la hormiga 'cirujana' lamía la herida de su compañera con infección. Después, movía la pata de la paciente con la boca y la situaba a la altura de su hombro.
En ese momento, explica Frank al Post, "empezaba a morder ferozmente durante varios minutos". Y concluye: "La hormiga herida simplemente se sentaba allí, tranquilamente, permitiendo que su compañera realizase la intervención y sin moverse hasta que la intervención había acabado".