El pequeño municipio de Fuentes, a unos 20 kilómetros de Cuenca, jamás imaginó convertirse en protagonista mundial gracias a un inesperado descubrimiento durante las obras del AVE en el tramo Madrid-Levante. En 2007 se detuvieron los equipos debido a la aparición de miles de huesos de dinosaurio sepultados en el suelo.
Ante la sorpresa y fascinación de los paleontólogos, además del resto de trabajadores ajenos al sector, los expertos pudieron desenterrar uno de los yacimientos más importantes de Europa para el estudio del Cretácico Superior: Lo Hueco.
A raíz de este trabajo, se ha revelado una nueva especie de dinosaurio: el Qunkasaura pintiquiniestra, un titanosaurio de 20 metros de longitud y 15 toneladas de peso que habitó en nuestro país hace aproximadamente unos 73 millones de años.
El nombre elegido para este saurópodo es un homenaje a la historia y la cultura de la provincia de Cuenca. El término "Qunka" proviene del nombre hispano-árabe de la zona antes de la conquista cristiana por Alfonso VIII. "Saura" es una referencia al célebre pintor español Antonio Saura, conocido por su vinculación artística con la región y que hizo referencias a los dinosaurios en su obra. Por último, "pintiquiniestra" alude a un personaje de las novelas de caballería que aparece en el Don Quijote de Cervantes, un guiño a la literatura clásica española.
El descubrimiento de Qunkasaura pintiquiniestra no solo amplía el conocimiento sobre los dinosaurios de esta escala temporal geológica en Europa, perteneciente a la Era Mesozoica, sino que también sitúa a Cuenca en el mapa como un epicentro del estudio paleontológico.
La importancia mundial del yacimiento español
El yacimiento de Lo Hueco, ubicado en esta pequeña localidad conquense de Fuentes, ha resultado ser un tesoro paleontológico. Francisco Ortega, director del proyecto, cuenta: "Extrajimos una colección brutal de material. Participamos cien personas y en seis meses de excavaciones hicimos un trabajo que en una situación académica normal hubiera requerido 50 años".
El hallazgo en este nacimiento ha permitido descubrir más de 12.000 fósiles, de los cuales dos especies inéditas de dinosaurios ya han sido descritas: Lohuecotitan pandafilandi, en 2015 y ahora Qunkasaura pintiquiniestra, en 2024.
Este último dinosaurio descubierto vivió hace aproximadamente 73 millones de años, durante el Cretácico Superior, en lo que entonces era la costa del Mar de Tetis, un escenario repleto de vegetación y vida silvestre. Ortega explica que los saurópodos como Qunkasaura pintiquiniestra "formaban parte de rebaños de herbívoros gigantes que arrasaban con la vegetación en las orillas".
El yacimiento de Lo Hueco es una fuente inagotable de información. Como afirma Ortega, ya se está trabajando en la descripción de otra especie de saurópodo, lo que pone de manifiesto la relevancia de esta área para la paleontología. Además, el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, en Cuenca, alberga algunos de los restos de Qunkasaura pintiquiniestra, lo que permite a los visitantes contemplar de cerca una de las piezas clave de la historia natural de Europa.
"Lo Hueco es sin duda el yacimiento más relevante en Europa de este periodo, con más de 12.000 huesos encontrados", destacan los expertos. La posibilidad de seguir descubriendo nuevas especies y desentrañando los misterios de la fauna del Cretácico Superior europeo es una realidad cada vez más tangible.
El ejemplar más completo
El descubrimiento de este titanosaurio se distingue por ser uno de los esqueletos más completos hallados en Europa, con elementos como vértebras cervicales, dorsales y caudales en un estado de conservación excepcional.
Qunkasaura pintiquiniestra, además de añadir una nueva especie a la lista de titanosaurios europeos, también ayuda a comprender mejor la historia evolutiva de estos sorprendentes seres que habitaron la Tierra hace millones de años.
Pedro Mocho, investigador de la Universidad de Lisboa y autor principal del estudio, señala que el hallazgo es crucial: "Qunkasaura es el ejemplar más completo de un saurópodo titanosaurio encontrado en Europa. Nos añade mucha información, permitiendo formular nuevas hipótesis sobre cómo este grupo de dinosaurios ha evolucionado en Europa hace 70 millones de años".
Cuenca, que a priori no presentaba un gran interés paleontológico, ha sido ahora posicionada como una provincia clave para el estudio de los dinosaurios europeos. "Encontrar esta importante colección de fósiles fue una gran sorpresa", comenta Ortega, y añade que no había indicios previos de un yacimiento en esa zona de la Cordillera Ibérica.
Una extinción catastrófica
Uno de los aspectos más fascinantes de este descubrimiento es la hipótesis sobre la muerte de estos dinosaurios. Según Ortega, "todos estos animales murieron al mismo tiempo como consecuencia de un evento catastrófico, una tormenta o gran riada provocó una colada de barro bajo la que quedaron enterrados sus esqueletos en distintas posiciones".
Este fatal desenlace no solo sepultó a Qunkasaura pintiquiniestra, sino también a otros saurópodos como Lohuecotitan pandafilandi. Aunque pertenecían a diferentes familias de dinosaurios, estos gigantes convivieron en el mismo ecosistema y sucumbieron juntos bajo una masa de lodo que preservó sus restos hasta nuestros días.