Los expertos alertan del efecto de la DANA en la salud mental: "Si los niños ven a los adultos desbordados, se contagian"

Los supervivientes de la DANA están inmersos en un proceso de duelo constante. Y lo van a seguir estando durante los próximos días, semanas, meses… Recuperarse de un golpe emocional como este no será sencillo. "Aquí hay mucho dolor latente", indica Paco Túnez, psicólogo de la Unidad de Emergencia de Cruz Roja. 

Él es uno de los expertos en salud mental que está trabajando en las localidades afectadas por las inundaciones y riadas en la Comunidad Valencia. Una "catástrofe" que se ha llevado por delante coches, viviendas, edificios y, en el momento en que se escriben estas líneas, 223 vidas.

Toda España sigue en shock más de una semana después de que la gota fría anegase la Comunidad Valenciana y zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía. Y más allá de los primeros auxilios (físicos) que se les puede brindar a los afectados y la ayuda 'en especie', Túnez recuerda que, ahora mismo, las personas que han sobrevivido están inmersas en un profundo duelo, aunque no hayan perdido a un ser querido. Y están necesitados, sobre todo, de apoyo y acompañamiento psicológico o emocional.

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Porque, insiste, el duelo también se vive al ver su casa, por la que han trabajado toda su vida, llena de barro; sus recuerdos, borrados de un plumazo; sus esperanzas, en vilo. "Han perdido su pasado, porque no les queda nada, solo sus recuerdos, el presente lo ven mal, y el futuro ya ni saben qué será", cuenta Túnez, que sabe bien de lo que habla, pues está en las zonas afectadas hablando, a diario, con la población.

Desde Cruz Roja, un equipo de psicólogos, entre los que se encuentra Túnez, atiende a los afectados por la DANA para explicarles que la rabia, el dolor, la frustración o la ansiedad que sienten es real. "Son reacciones normales a un fenómeno anormal", comenta. Y, por eso, les explican los síntomas futuros que podrán tener.

Los eternos olvidados

Además, ponen especial énfasis en los menores, en esos niños o adolescentes que, en algunos casos, aún no han reaccionado a la situación que están viviendo. Ellos, explica Sandra Astete, especialista en políticas de infancia de UNICEF España, son los eternos olvidados cada vez que hay una emergencia o, matiza, una "catástrofe" como la valenciana.

Los dos expertos coinciden: lo ocurrido el 29 de octubre es una "catástrofe" también para la salud mental, especialmente de los menores. Por eso, Astete insiste en que la "rehabilitación de las zonas afectadas debe hacerse teniendo en cuenta los derechos de la infancia". Eso, dice, es lo que están trabajando desde UNICEF con las autoridades competentes. 

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Porque, recuerda la experta de la agencia de Naciones Unidas, "lo que hagamos ahora es fundamental para el futuro de los niños y niñas". Por eso, tanto ella como Túnez insisten en ayudarles a transitar el duelo, aunque para ello también tienen que ser capaces de hacerlo sus familiares, tutores o docentes.

"Si los niños ven a los mayores desbordados, se contagian", indica Túnez. Por eso, en la medida de lo posible, los familiares "debemos ser conscientes de que son esponjas" y gestionar nuestras emociones a su alrededor. "Luego, cuando estén durmiendo, ya podemos llorar todo lo que podamos", dice.

Biel Aliño EFE

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Y es que, insiste Astete, la infancia valenciana se encuentra en estos momentos en una situación "especial de vulnerabilidad en lo que refiere a su salud mental". Por eso, "es fundamental brindar a las familias y cuidadores las herramientas y el apoyo que necesitan".

Una DANA emocional

La manera en que los menores valencianos transiten su duelo puede varias sobremanera. Dependerá, explica Astete, de las "diferentes situaciones de vulnerabilidad de las familias" y de sus "determinantes sociales", como el hecho de que "tengan sostén más allá de lo económico". Es decir, una red de apoyo.

Tal y como explican desde Save the Children, "en España, la infancia que vive en familias con ingresos bajos y medios, así como en comunidades desfavorecidas, es la más afectada [por las consecuencias del cambio climático] al tener ya un riesgo mucho mayor de padecer enfermedades, y sus hogares suelen ser más vulnerables a las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor".

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Además, recuerdan desde la oenegé, las comunidades autónomas con más "niños y niñas a los que les impacta a la vez la pobreza y los fenómenos extremos causados por la crisis climática" son la Comunidad Valenciana, Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha y Extremadura. Justo, las zonas más afectadas por la DANA, cuyos coletazos aún vemos. 

Para sobrellevar la situación, explica Túnez, lo vital es que los niños tengan espacio para jugar, para "recuperar una cierta normalidad".