Los héroes del lince: estos son los protagonistas de un éxito sin paliativos en la recuperación de este icono de la conservación
- Las cifras hablan por sí solas: de 94 ejemplares en 2001 se ha pasado a 2021 de estos felinos en 2023 gracias a un esfuerzo conjunto de todos los involucrados.
- Más información: El lince ibérico no es el único: especies en peligro de extinción que están siendo repobladas en España
"Mi pasión es ancestral. Siempre quise ser biólogo, trabajar pegado al campo y a los problemas de conservación, y me vi atraído por los mamíferos. He tenido la suerte de poder realizarme", afirma Javier Calzada, Doctor en Biología y actual Presidente en funciones de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM).
Tras 30 años de participación en actividades de SECEM, con 15 proyectos de investigación a la espalda, 2 monografías sobre el lince ibérico y la autoría de la segunda Estrategia de Conservación del Lince Ibérico, Javier Calzada lo tiene claro: "Sigo enamorado de lo que hago".
Y no es para menos. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) modificó en junio de este año el estatus de amenaza del lince ibérico, antes considerado como en peligro de extinción, para estar ahora en situación vulnerable.
Antaño el felino más amenazado del planeta, el lince ibérico campea hoy por varios de sus territorios históricos: un hito mundial de conservación.
Al valorar este cambio de estatus efectuado por la UINC, Javier Calzada se pronuncia sin ambages: "Desde el SECEM vemos este cambio de categoría como una gran noticia. Si queremos, podemos. Cuando nos ponemos a trabajar juntos como sociedad, es posible revertir el estado de conservación de las especies, y además lo hemos hecho con una especie que no era fácil".
Claves del éxito
El proyecto, Life Lynxconnect, financiado por la Unión Europea, ha sido central en la recuperación del lince. Francisco Javier Salcedo es director de este programa dotado con 18,4 millones de euros para desarrollar sus labores de conservación durante 5 años hasta el 2026, y matiza su principal objetivo: "Se trata de conectar las poblaciones de lince existentes al inicio del proyecto".
El gran reto de conservación tiene que ver con la gradual pérdida del hábitat del lince. Esta situación se suele traducir en "poblaciones aisladas insertas en una matriz de hábitats desfavorables", explica Salcedo:"Tenemos que buscar formas de que los linces puedan desplazarse de una población a otra, y sean capaces de reproducirse, ya que una de sus principales amenazas es la baja diversidad genética".
Otro de los objetivos prioritarios de Life Lynxconnect es el seguimiento de los individuos: "Desde hace más de 20 años llevamos haciendo un censo anual, y tenemos que invertir muchísimos recursos en el seguimiento del lince porque entendemos que es fundamental para recabar información de la especie".
Para llevar a cabo este seguimiento, se utilizan diversas metodologías, como el fototrampeo, que es el más importante, pero también el análisis de indicios (huellas, excrementos), los radiocollares con geolocalización por GPS, e incluso perros especialmente adiestrados para buscar rastros de este felino.
A pesar de estar de enhorabuena por la palmaria recuperación y reintroducción del lince, en 2023 se contabilizaron 41 muertes de este felino por atropellos en nuestras carreteras, lo que afectó a un 7% de su población: "En el problema de los atropellos, que suele aparecer tan a menudo en la prensa, los propios usuarios de las vías de desplazamiento tienen un papel muy importante".
La pregunta que Javier Salcedo se plantea es: "¿Qué estamos haciendo todos como sociedad para mitigar este problema?, porque la distribución del lince ocupa cada vez terrenos más humanizados".
Proyecciones
La actual red de centros de cría del lince en cautividad en España está formada por El Acebuche (Doñana), La Olivilla (Jaén) y Zarza de Granadilla (Cáceres). Aquí desempeñan su labor decenas de profesionales dedicados a seleccionar a los mejores individuos reproductivos para enriquecer la diversidad genética antes mencionada.
Se estima que, para estabilizar las poblaciones de linces, sería necesario incrementar el actual número de 406 hembras reproductoras y alcanzar las 750, lo que posibilitaría sacar completamente a este felino de su estatus de amenazado.
José Antonio Godoy es el director de la Estación Biológica de Doñana, un proyecto que forma parte de Life Lynxconnect, y que se ocupa de diseñar y aplicar un programa de seguimiento genético: "El lince ibérico tiene muy poca diversidad genética y en el pasado ha acumulado mucha consanguinidad, y uno de los objetivos del proyecto es maximizar las probabilidades de viabilidad de la especie, actuando sobre esos factores genéticos".
El proceso de restablecimiento de variación genética procede de "cruzar ejemplares que quedaban en los reductos de Doñana y Andújar", explica Godoy. A raíz del intercambio genético entre estas dos poblaciones, se está revitalizando la especie.
De hecho, un nuevo enclave del norte peninsular, el Cerrato Palentino, acaba de ser seleccionado para la reintroducción de linces.
Este 12 de diciembre, Día Internacional del Lince Ibérico, no solo la comunidad científica, sino la sociedad en su conjunto, tiene un motivo de alegría y celebración. La aceptación social del lince en sus nuevas áreas de reintroducción está creciendo.
Después de conocer a algunos de los protagonistas detrás de la recuperación del lince, puede decirse que este hermoso superpredador se halla más cerca de volver a estar presente en la fauna de nuestros espacios naturales. Su modelo de conservación es ejemplo para el mundo.
*Carlos Subirá, autor del reportaje, es alumno de la segunda promoción 2024-2025 del Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL/UCJC.