¿Imaginas cambiar los 365 días anuales de sol de España por 6 meses casi sin apenas luz solar? Aunque esta decisión pueda parecerte extraña, existen zonas del mundo en las que la luz solar apenas hace acto de presencia.
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En concreto, la localidad de la que vamos a hablarte en esta ocasión se ubica en Noruega y sus habitantes pueden llegar a estar apenas sin luz solar durante seis meses al año.
Un acontecimiento que se debe a su ubicación justo en un profundo valle en el que las montañas llegan a bloquear la entrada de luz solar en los meses invernales. Un pueblo ubicado a 170 kilómetros de Oslo y que se ha visto obligado a utilizar un curioso e innovador método llevado a cabo con espejos para iluminar la localidad.
Rjukan, el pueblo con menos luz solar
Para ubicar este pueblo noruego, tenemos que ir directos a las montañas del sur de Noruega y a unos 170 kilómetros de Oslo, allí es donde se encuentra el pequeño pueblo de Rjukan. Una localidad que se ha hecho famosa por el método que utilizan sus habitantes desde hace algunos años para iluminar este pueblo que durante seis meses al año apenas dispone de luz solar natural.
Con una población de apenas 197, los habitantes de esta localidad sufren la falta total de sol directo del 2 al 11 de febrero. Algo debido a que durante el período invernal, las montañas se alinean con la posición de los rayos solares y toda la luz del sol queda en ellas. Mientras, abajo y en el fondo del valle, el pueblo permanece en una noche constante o mejor dicho, permanecía.
Y es que, desde 2006, un invento realizado a base de espejos ha devuelto la claridad a este pueblo noruego. Una alternativa que ha convertido a este pueblo en uno de los más curiosos del mundo.
Unos espejos gigantes se encargan de devolver la luz a Rjukan
El novedoso método que han utilizado en este pueblo recibe el nombre de Soslpeil y consiste en un mecanismo diseñado con tres espejos helióstatos, o lo que es lo mismo, espejos que siguen el movimiento diurno del sol para recoger la máxima energía posible.
Unos espejos gigantes que están situados a medio kilómetro del pueblo y en una ladera. Estos se mueven y giran sobre un eje establecido que los permite orientarse siguiendo la altura del sol. De esta manera, consiguen reflejar los rayos de este hacia la localidad.
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Una idea surgida en 1913 y de la mano del fundador del pueblo, Sam Eyde, aunque no fue llevada a cabo hasta el pasado 2013, gracias a uno de los vecinos del municipio, Martin Andersen.
Un invento que ha devuelto los rayos de sol a esta localidad noruega, cuyos habitantes hasta 2013 solo podían disfrutar del sol, esos seis meses del año, subiendo a las montañas a través de un teleférico, el Krossobanen.
Un pueblo catalogado también patrimonio industrial
Pero más allá de estos espejos que han hecho de este uno de los pueblos más interesantes del mundo, Rjukan también destaca por haber sido catalogado como sitio de patrimonio industrial por el propio órgano especializado de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
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Todo gracias al conjunto de centrales hidráulicas y otras industrias que se han localizado en este paisaje espectacular repleto de montañas, cascadas y valles fluviales, consiguiendo una integración excepcional del diseño del proyecto industrial y de sus equipamientos en el propio paisaje.
Otros lugares sin luz solar durante el año
Además de Rjukan, existen otros lugares en el mundo que experimentan períodos sin luz solar durante parte del año. Uno de estos lugares es Barrow, un pequeño pueblo en Alaska que se hizo famoso gracias a la película 30 días de oscuridad (2007). Debido a su ubicación a pocos cientos de kilómetros del Círculo Polar Ártico, Barrow puede experimentar hasta dos meses de completa oscuridad durante el invierno. Sin embargo, una vez que llega el mes de mayo, el sol no se pone durante aproximadamente tres meses.
La situación en Barrow contrasta con la de Tórshavn, la capital de las Islas Feroe, que se encuentra en medio del Atlántico Norte. Los habitantes de Tórshavn solo experimentan la presencia del sol durante un total de 37 días al año.