La acuicultura puso en el mercado mundial el pasado 2020 más de 122 millones de toneladas de peces, marisco y algas. El pasado 2021, en España se llegaron a alcanzar más de 327.000 toneladas, según datos recabados por la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar), una entidad que agrupa la práctica totalidad de las empresas del sector. En su estudio de carácter anual se refleja cómo esta actividad, en nuestro país, no ha dejado de crecer en nuestro país en los últimos años.
Y aunque para muchos la acuicultura pueda sonar desconocido o demasiado novedoso, la realidad es que se remonta a hace más de 4.000 años. Y es que esta práctica de cría, cultivo y recolección de organismos acuáticos en agua dulce y salada, destinada para el consumo humano y la conservación, se ha extendido gradualmente desde China al resto del mundo. Una práctica que en la actualidad se ha convertido en la industria con mayor crecimiento, generando más del 50% del marisco y pescado del mundo.
Acuicultura: una apuesta por la alimentación sostenible
El consumo a nivel mundial de alimentos acuáticos no ha dejado de incrementarse en los últimos años, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Es precisamente esta tendencia y sistema alimentario actual el que hace tan necesario apostar por una alimentación sostenible y es precisamente en este contexto, donde la acuicultura se posiciona como una de las fuentes de obtención de alimentos con más posibilidades de crecer de forma sostenible y a la vez contribuyendo a alimentar a la población futura.
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La acuicultura no deja de tratarse de un sistema de cría controlado y sostenible que asegura que haya proteínas suficientes para el consumo en un futuro. Una solución ante los sistemas actuales de obtención de proteínas poco eficientes y que generan importantes cantidades de gases de efecto invernadero. Es en este escenario donde la acuicultura se postula como una alternativa perfecta para garantizar una alimentación saludable y sostenible de las especies de nuestros océanos y ríos.
España se posiciona como el país líder en acuicultura
Una forma sostenible y eficiente de hacer uso de los recursos naturales y a la vez preservar la biodiversidad, minimizando al máximo posible el impacto medioambiental, apostando a la vez por la seguridad alimentaria y contribuyendo al desarrollo económico y social.
A esto hay que añadir que, según la FAO, antes de 2030 más del 65% de los alimentos acuáticos procederán de esta práctica. Por el momento, nuestro país ya es reconocido por ser líder en acuicultura. De hecho, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, más de 18.000 personas trabajan ya la acuicultura en España y se estima que, a través de empleo indirecto asociado, supera ya los 46.000puestos de trabajo.
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En cuanto a su diversidad, España también cuenta con la acuicultura más diversa del mundo en lo que respecta al número de especies cultivadas. Entre las especies que predominan en España encontramos el mejillón, la lubina, la trucha arcoíris y la dorada. También contamos con granjas acuícolas de moluscos, de acuicultura continental y marina.
Una solución frente a la sobrepesca que amenaza las aguas mundiales
La sobrepesca no deja de ser uno de los problemas que afecta a nuestros mares y océanos en la actualidad. Una situación especialmente preocupante para la biodiversidad de las especies marinas, que ocurre cuando se pescan más peces de los que nacen precisamente porque no se deja suficiente tiempo para que las poblaciones de peces vuelvan a regenerarse.
Factores que junto con el aumento del consumo de pescado y marisco mundial, perjudican enormemente las reserva de pescado, haciendo que cada vez haya menos peces en el mar y en los ríos. Algo que además de tener efectos sobre nuestra dieta, también amenaza con acabar con las reservas de pescado favoreciendo la desaparición de algunas especies y afectando a ecosistemas enteros.
En este contexto es en el que la acuicultura puede establecerse como la solución más eficiente y sostenible con la que poder mantener tanto a los pescadores en el mar, como a los pescados y mariscos en nuestras mesas.
Existen varios tipos de acuicultura
Dentro de la acuicultura se encuentra un conjunto de diferentes tipos de cultivo (socioeconómica, hidrológica, con base en la biodiversidad y según la densidad de cultivo). Dentro de todas ellas, podemos encontrar a su vez más clasificaciones según sean de algas, mariscos o pescados.
Acuicultura de algas
A pesar de que Asia es uno de los mayores productores de algas, este tipo de acuicultura no deja de ganar seguidores en todo el mundo, sobre todo a medida que se conocen los datos sobre su valor nutritivo.
Las algas son especies fáciles de cultivar y además producen muchas menos emisiones de carbono que la agricultura y la ganadería terrestres.
Acuicultura de moluscos
Ostras, mejillones, almejas… La acuicultura también es una gran aliada para asegurar la disponibilidad de marisco fresco en abundancia. Las plántulas de moluscos se obtienen de un criadero, donde se crían hasta alcanzar el tamaño apto.
Acuicultura de peces aleta
Esta es la acuicultura más complicada y va desde el salmón siluro a la tilapia. En este tipo de acuicultura, los peces proceden de criaderos, donde los nacen, se crían y después son trasladados a una piscifactoría donde seguirán creciendo.