En lo que va de año, un centenar de bicicletas y patinetes eléctricos han ardido en la ciudad que nunca duerme. Sus baterías de litio han explotado, convirtiendo a la movilidad sostenible en un "peligro mortal" para Nueva York, como lo calificó Laura Kavanagh, la comisaria del cuerpo de bomberos de la Gran Manzana.
Hasta el momento, son 13 los fallecidos por culpa de incendios provocados por explosión de las baterías de litio de bicicletas y patinetes eléctricos. Desde 2021, el número asciende hasta las 23 personas.
Tanto Kavanagh como el alcalde neoyorquino, Eric Adams, han elevado este problema al nivel de "crisis" y, tal y como explican desde la cuenta de Twitter del consistorio de la ciudad, están trabajando activamente en buscar soluciones.
Y es que, como explicaba Kavanagh durante una visita a una de las principales estaciones de bomberos de Nueva York en marzo de este año, "las bicicletas eléctricas no se incendian, sino que explotan de golpe, sin previo aviso, y la gente las tiene en sus casas". Esto hace que sea una tarea "prácticamente imposible" para los equipos de bomberos entrar en las viviendas y para las personas abandonar sus domicilios.
Las baterías de litio, asegura la teniente Adrienne Walsh, bombera en la compañía de rescate número 1 de Nueva York, "han cambiado las reglas del juego en la ciudad". Tradicionalmente, explica en una conversación con el alcalde y Kavanagh, las bicicletas están aparcadas en la calle, pero mucha gente "mete las eléctricas en su casa para cargarlas".
Lo que provoca que, en caso de incendio, las llamas se "comporten de manera impredecible". Esto, admite, complica sobremanera el trabajo del departamento de bomberos.
Baterías de litio baratas
Pero ¿por qué se incendian las bicicletas y los patines eléctricos? El problema está, explican desde el cuerpo de bomberos de la metrópolis estadounidense, en la procedencia de las baterías de litio chinas que utilizan algunos de estos medios de transporte, que no cumplen las medidas básicas de seguridad.
Como aseguran en el New York Times, el desafío es complejo: faltan regulación y pruebas de seguridad para los aparatos comprados por las familias –que son los que están fallando en Nueva York–; las baterías se están cargando en lugares no aptos para ello, por lo que, en muchas ocasiones, se sobrecargan; y escasean las zonas de carga segura en una ciudad altamente poblada y con muchos edificios residenciales en los que comienzan los fuegos.
Prohibida su venta
En septiembre, Nueva York se convertirá en la primera ciudad de Estados Unidos en prohibir la venta de cualquier tipo de vehículo de movilidad eléctrica que no cumpla todos los estándares de seguridad. Porque el mayor problema está, explican en el medio estadounidense, en que desde la pandemia de la Covid-19 ha aumentado la demanda de estos dispositivos a bajo coste, algo que pone en jaque la seguridad ciudadana.
Las autoridades de la ciudad, además, están trabajando en peticiones estatales y federales para que se supervisen las baterías de los transportes eléctricos de movilidad individual y se cierren las estaciones de carga ilegales. También están cooperando con las aplicaciones de delivery para educar a trabajadores y empresarios sobre los cuidados y precauciones que deben tener con las baterías.
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