Hace ya una semana que la 26ª Conferencia de las Partes sobre cambio climático de Naciones Unidas (COP26) abría sus puertas en Glasgow (Escocia). Compromiso tras compromiso, se ha llegado a anunciar que antes de 2022 se conseguirán recaudar los 100.000 millones de dólares anuales necesarios para mitigar el cambio climático.
Y la jornada de hoy, dedicada a darle voz a la naturaleza y a los ecosistemas que conforman la Tierra no pudo ser menos. Como ha recordado el presidente de la COP26, Alok Sharma, ya a principios de semana la Declaración de Glasgow sobre los Bosques comprometía 4.000 millones de dólares a inversiones en tecnologías que ayuden a mejorar la calidad del suelo y 1.700 millones que se invertirán directamente en las comunidades indígenas más vulnerables ante la crisis climática.
Dicho acuerdo, "hoy incluye ya a 134 países, es decir, al 91% de los bosques mundiales", ha asegurado Sharma durante su rueda de prensa diaria. El presidente de la cumbre anunció, además, un nuevo compromiso de Reino Unido. "El Gobierno británico invertirá 500 millones de libras (o 584 millones de euros) para proteger cinco millones de hectáreas de selva y crear miles de trabajos verdes en África, Asia y Latinoamérica", ha explicado.
Sharma también ha lanzado un mensaje a los altos mandatarios que se reunirán a partir del próximo lunes en Escocia: "El trabajo de los negociadores está hecho, ahora sois vosotros, los ministros y líderes políticos, los que tendréis que cerrar el mayor número de acuerdos posible".
"Tenemos que acelerar la agricultura y ganadería sostenibles sí o sí; es cuestión de supervivencia", ha dicho Voegele
En este aspecto, ha hecho hincapié en la importancia de la financiación de la mitigación y de la adaptación al cambio climático y, sobre todo, en la necesidad de desarrollar y acordar mecanismos para que todo el dinero comprometido se pueda invertir en proyectos reales y no se conviertan en promesas incumplidas.
Agricultura para salvar el planeta
Como ha explicado el director sénior del área de Agricultura y Alimentación del Banco Mundial, Juergen Voegele, durante el evento de inauguración de esta jornada dedicada a la naturaleza: "Tenemos que acelerar la agricultura y ganadería sostenibles sí o sí, no se trata de una lucha entre lo orgánico y las prácticas extensivas; es cuestión de supervivencia".
Con sus palabras, Voegele ha intentado expresar la urgencia de la emergencia climática y cómo la lucha por su mitigación y adaptación tiene que ir acompañada de la transformación de un sector clave.
Porque, recordemos, más de un tercio de los gases de efecto invernadero vienen de la agricultura y la ganadería. Una industria que, como consecuencia del consumo de recursos naturales que requieren las grandes plantaciones y granjas, acapara el 70% del agua fresca del planeta. Como aseguran los científicos, son en gran medida esas prácticas intensivas las que debilitan los suelos y hacen desaparecer la biodiversidad del planeta.
Por eso, el mensaje de Voegele ha sido el más repetido durante todo el día de hoy: "Si no nos movemos rápido, no solucionaremos la crisis climática".
Los embajadores de buena voluntad de Naciones Unidas Sabrina e Idris Elba no han perdido la oportunidad de mostrar su solidaridad tanto con los jóvenes activistas climáticos que se están manifestando en las calles Glasgow como con los pueblos indígenas, cuyas pequeñas explotaciones agrícolas son las que más están sufriendo las devastadoras consecuencias del cambio climático.
"Cada vez que comemos, tomamos una decisión sobre cómo queremos que sea el mundo en el que vivimos", ha reivindicado Sabrina Elba
"La agricultura, frente al cambio climático, no tiene buena pinta", ha reconocido el actor británico que da vida a Luther. Y ha puntualizado que, aunque ahora mismo sea el sur global el que "está pagando el pato" de la emergencia climática, "nadie se librará" y que "todos pagaremos el precio de la crisis".
Además, Elba ha puesto el foco en la agricultura y la ganadería como los botes salvavidas del planeta, fundamentales para la adaptación al cambio climático. Es imprescindible, ha dicho, que estén en el centro de las negociaciones de la próxima semana y, para ello, "tenemos que conseguir que la agricultura y la ganadería sean sexis".
La modelo Sabrina Elba ha remarcado el poder del sector para frenar la pérdida de biodiversidad. Pues, ha aclarado, tiene la capacidad de proteger con sus buenas prácticas, respetuosas con el medio ambiente, a todas las especies animales y vegetales. Pero no ha quitado responsabilidad a los consumidores –ni a los productores–: "Cada vez que comemos, tomamos una decisión sobre cómo queremos que sea el mundo en el que vivimos".
Por eso, ha puntualizado: "Si no ponemos solución a la manera en que cultivamos la comida, si no respetamos y protegemos a los custodios de la Tierra, a aquellos que ponen la comida en nuestras mesas, no sobreviviremos".
Con sus palabras, ha querido hacer referencia en especial a las comunidades indígenas que viven de pequeños cultivos y explotaciones agrarias y que, con sus buenas prácticas, salvaguardan su diminuta parcela de planeta. Y es que, como han apuntado los Elba, "es injusto ver que las personas que casi no han contribuido al cambio climático, como aquellas que tienen granjas familiares, son los que más están sufriendo".
Porque, han recordado, de cada 15 dólares invertidos en mitigación del cambio climático solo uno se dedica a la adaptación. "Es algo completamente injusto", han asegurado. Y es que en esta COP, la mayor crítica está siendo la falta de compromiso firme con esa adaptación tan necesaria para los países que ya están viviendo los cambios en el clima.
La pareja ha hecho un guiño a los activistas medioambientales, como la ugandesa Vanessa Nakate, líder de Fridays for Future en su país. "Estos jóvenes son fundamentales en esta lucha, porque están poniendo el foco en lo que importa. Sin embargo, se están quedando, literalmente, fuera de la foto. No se les escucha, y es a ellos a quien deberíamos escuchar".
Y es que, como ha asegurado hoy un delegado noruego, "amigos, somos naturaleza". Por eso, es esencial darle la vuelta a la narrativa y empezar a entender el planeta como una parte de nosotros, y a nosotros mismos como una parte de la Tierra. Porque, como ha dicho Luisa Neubauer, líder de Fridays for Future en Alemania, "la justicia climática es un derecho humano, y esta crisis no es un accidente, es una decisión política; lo bueno es que podemos cambiar las decisiones políticas".