La comunidad #PorElClima, de la que forman parte diferentes entidades públicas y privadas, ONG, expertos y activistas climáticos, reconoce la labor de empresas e instituciones que llevan por bandera la lucha contra el cambio climático. En esta ocasión, la iniciativa ha premiado al grupo empresarial García Carrión.
Más conocido por su marca, Don Simón, y su producción de cavas y vinos, #PorElClima ha valorado la implementación de su estrategia de sostenibilidad 360º.
Con ella, García Carrión aprovecha la innovación y la tecnología sostenibles como enfoque central sobre toda la cadena de valor. Es decir, actúan, de manera sostenible, desde la producción en los campos de cultivo hasta la mesa del consumidor final. Este proyecto, asegura la empresa, "garantiza alimentos de calidad, saludables y sostenibles".
El grupo asegura que la esencia de su trabajo está en la "agricultura de proximidad, los cultivos propios y los acuerdos a largo plazo con más de 40.000 agricultores locales". Estas, dicen, son algunas de las claves de la estrategia de la empresa, que también apuesta por la bioeconomía y la economía circular en todo el grupo.
Además, para poner su granito de arena a la hora de combatir el cambio climático, García Carrión produce biogás y biomasa a partir de restos orgánicos para el consumo propio, obtiene nitrógeno verde desde el aire, usa electricidad 100% renovable y se aprovecha de la eficiencia energética y operativa de la industria 4.0.
Entre sus centros, destaca la planta de Don Simón en Huelva, rodeada de 2.300 hectáreas de naranjos propios, que será neutra en carbono antes de 2025 y que cuenta con un triple objetivo medioambiental: cero residuos, cero emisiones y cero en consumo neto de agua.
Don Simón reutiliza el 100% del agua para el regadío de sus naranjos, aportando nutrientes que permiten reducir al máximo el uso de fertilizantes. Además, esta planta cuenta con una reserva especial para preservar la biodiversidad y recuperar el ecosistema, con 250 hectáreas de espacio protegido para el cuidado de la avutarda y el cultivo de variedades de naranjas ancestrales.
Como resultado de esta estrategia, García Carrión espera reducir al menos 50.000 toneladas al año de emisiones de CO₂ antes de 2025. Su objetivo final es cumplir con los objetivos de descarbonización antes de 2050.