La transición energética hacia un modelo de renovables se hace ya ineludible, sobre todo en un contexto de alza de precios de recursos indispensables como el gas que despiertan la consciencia sobre la gran dependencia que tienen regiones como Europa de potencias extranjeras. No obstante, llegar a este modelo 100% verde será un trabajo de décadas.
Por este motivo, como recoge Efe, la Comisión Europea ha vuelto a defender que su decisión de incluir la energía nuclear y el gas en la lista de actividades sostenibles es "más importante que nunca". A la luz de la crisis energética generada por la invasión de Ucrania permitirá dar claridad para las inversiones en estas energías "de transición".
"En este contexto de exceso de dependencia del gas ruso, afrontamos una situación en la que tenemos que ver cómo aseguramos el suministro en Europa para el próximo invierno, lo que tenemos que hacer alejándonos del gas ruso y acelerando las renovables, que es la prioridad de la taxonomía", señaló Mairead McGuinness, comisaria europea de Servicios Financieros, en un debate sobre la legislación con las comisiones de Economía y Medio Ambiente de la Eurocámara.
La clasificación de actividades sostenibles, añadió, "dará claras directrices a aquellos inversores que quieran invertir en tecnologías de gas o nuclear sobre cómo hacerlo y los criterios que les aplican".
"Globalmente hay una pelea por los suministros de gas, preocupación sobre las fuentes de energía en Europa y creo que habrá apetito para invertir en estas tecnologías. Mejor hagámoslo dentro de los confines del acto delegado que fuera, dónde no hay limites o plazos", apuntó McGuinness.
Esta norma "es más importante ahora que nunca porque estamos en una crisis energética y tenemos que asegurar que si se canalizan inversiones, en este caso privadas, no sean malgastadas en algo que vaya a convertirse en activos obsoletos", insistió ante las numerosas críticas de los eurodiputados a una legislación muy polémica.
¿Son sostenibles las centrales nucleares?
La Comisión Europea adoptó a principios de este mes la norma que considera sostenibles las centrales nucleares con permiso de construcción en la Unión Europea antes de 2045 y las plantas de gas que emitan menos de 270 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilovatio hora hasta 2031 o menos de 100 gramos en el conjunto de su vida útil.
La legislación, que toma la forma de un acto delegado y aún puede ser rechazada por una mayoría de países (20 que representen al 65 % de la población) o de eurodiputados (353 de ellos), va en contra del criterio de los expertos consultados por la Comisión, que rechazaron considerar verdes estas energías y mostraron su preocupación por el impacto que puedan tener sobre el medio ambiente.
La decisión provocó el rechazo de las organizaciones ecologistas y de algunos Estados miembros, en particular España, Austria, Dinamarca y Luxemburgo, que amenazaron incluso con recurrirla ante los tribunales.
En el debate de este martes, la mayoría de eurodiputados se hizo eco de las críticas de los expertos, cuestionaron que la decisión vaya en línea con los objetivos climáticos de la UE -que busca reducir sus emisiones de efecto invernadero en un 55 % para 2030 y lograr la neutralidad en 2050-. Además, se interrogaron sobre su impacto a la luz de la invasión de Ucrania, que ha empujado a la UE a buscar vías para dejar de depender del gas ruso.
La decisión de considerar 'verdes' las nucleares provocó el rechazo de organizaciones ecologistas y algunos Estados, que amenazaron con recurrirla ante los tribunales
"Incluir la energía nuclear y el gas entre las actividades que cumplen con la taxonomía envía el mensaje equivocado desde el punto de vista medioambiental y económico. La guerra de Putin nos ha mostrado que tenemos que alejarnos del gas y del nuclear", dijo el eurodiputado socialista Timo Wölken, resumiendo la idea más repetida hoy por los parlamentarios.
McGuinness respondió a las críticas asegurando que la decisión de incluir estas energías en la taxonomía se basa en criterios científicos y es "limitada en el tiempo", pero también es una medida "pragmática".
"El esfuerzo para ser una economía basada en renovables es más urgente por la crisis en que estamos y era urgente de todas formas, pero tenemos que mantener la luz encendida. La cuestión es como hacerlo usando las tecnologías que tenemos, incluyendo el gas, que no queremos para siempre, y la nuclear, que ya es una parte considerable del mix energético de la UE", dijo.
La comisaria subrayó que la nuclear y el gas no son etiquetadas como "verdes", sino como actividades de transición por el papel que pueden jugar hacia el auténtico objetivo, que es lograr una economía baja en carbono y basada en renovables, algo que "no se consigue de la noche a la mañana".
En un momento en que la invasión de Ucrania está llevando a los Estados a plantearse quemar más carbón o extender la vida de sus centrales nucleares, la transición ecológica "es más urgente que nunca" y la taxonomía puede "dirigir" inversiones en ese sentido, insistió.