Cada año que pasa, el riesgo aumenta y las predicciones se vuelven más reales. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas alertaba de la posibilidad de superar el umbral de los 1,5ºC para finales de esta década. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) avisa ahora de que este año ha vuelto a aumentar aún más el riesgo de alcanzar ese límite en los próximos cinco años.
El informe Global Annual to Decadal Climate Update publicado por el Servicio Meteorológico Nacional de Reino Unido vuelve a actualizarse y las conclusiones no son nada halagüeñas. Las probabilidades de que se superen los niveles preindustriales en los próximos años han aumentado hasta casi un 50% para el período comprendido entre 2022 y 2026.
En 2015, esas predicciones eran cercanas a cero, pero desde ese año, las posibilidades de alcanzar los 1,5ºC en el corto plazo han aumentado sin descanso. Sin ir más lejos, en los últimos cinco años, la probabilidad de alcanzar este umbral se mantenía tan sólo en un 10%.
Lo que hace este informe de la OMM es recopilar las últimas simulaciones realizadas para estimar, entre otras cuestiones, qué riesgo existe de sobrepasar la anomalía climática de 1,5ºC en un período de tiempo concreto. Cada año, el Met Office de Reino Unido recoge las predicciones realizadas por diferentes instituciones del mundo –como, por ejemplo, el servicio meteorológico alemán o el australiano– y actualiza la información.
Para Petteri Taalas, secretario general de la OMM, este estudio muestra, con un alto nivel de habilidad científica, que nos estamos acercando considerablemente al objetivo más bajo marcado en el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Según el experto, la cifra de 1,5ºC “no es una estadística aleatoria”, sino “un indicador del punto en el que los impactos climáticos serán cada vez más dañinos para las personas y el planeta”.
El hecho de que se supere o se alcance en sólo un año el límite marcado de 1,5ºC no significa haber sobrepasado ese umbral, pero sí que demuestra que nos estamos acercando a un escenario en el que suframos temperaturas mayores en períodos prolongados.
Como comenta Francisco Doblas-Reyes, director de Ciencias de la Tierra en el Barcelona Supercomputing Center (BSC) y profesor de investigación en ICREA, “ningún nivel es seguro ya”. Con el actual nivel de aumento de 1,1ºC en la temperatura media global, ya vemos que se producen desde olas de calor muy intensas a fenómenos extremos en los que mueren cientos de personas.
“En cierto modo, ningún nivel es seguro, pero cuanto más bajo sea el nivel de calentamiento, menores serán las consecuencias del cambio climático”, asegura Doblas-Reyes. Añade que un aumento de dos décimas en la media global, por ejemplo, es importante, porque es acumulativo. Es decir, lleva una serie de impactos asociados que no se pueden identificar de manera unívoca y pueden aumentar por encima de lo deseable.
El mismo informe de la OMM también señala que, dadas las predicciones, uno de los años comprendidos entre 2022 y 2026 puede batir récord mundial de temperatura con un 93% de probabilidad. Como también, la posibilidad de que el promedio de los próximos cinco años sea más alto que el del período 2017 a 2021.
Una temperatura 'camuflada'
La razón fundamental tras este aumento previsto en la temperatura media en el mundo es el calentamiento global debido al impacto de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera asociados a las actividades humanas. En el último año, de hecho, se volvió a marcar un récord de emisiones globales.
Según el último trabajo publicado por el IPCC, los países debían tomar medidas inmediatas para reducir los contaminantes en el aire. Si se quiere limitar el aumento de temperatura, las emisiones de dióxido de carbono deberían alcanzar su pico máximo en 2025 y reducirse en un 43% para 2030. Las de metano, en aproximadamente un tercio. Aún así, señalaba el documento, es posible que se supere “temporalmente” el límite de temperatura de 1,5ºC.
Para Doblas-Reyes, todos los aumentos de temperaturas obedecen a nuevos aumentos de las emisiones de gases que no se reducen. No obstante, asegura que hay un factor importante que es el de la variabilidad natural del sistema climático. El experto explica que “hay determinados períodos en los que además de los gases de efecto invernadero, el sistema climático o bien acelera o bien decelera el calentamiento global. Ahora estamos en un momento de ligera aceleración”.
En este sentido, José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored y consultor de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), cuenta que, en los últimos tres años, se ha producido un episodio conocido como La Niña. Una de las cosas que provoca esta anomalía climática es “un ligero descenso de la temperatura media que, de alguna manera, camufla el pico de temperatura”, explica el experto.
Esto es algo que también señala la OMM en un comunicado, que asegura que los eventos registrados de La Niña a principios y finales de 2021 tuvieron un efecto de enfriamiento en las temperaturas globales de manera temporal, porque en ningún caso revierte la tendencia de calentamiento global a largo plazo.
“Todavía habrían sido años más cálidos”, cuenta Viñas. No obstante, puntualiza que es posible que este fenómeno llegue a su fin este año, “y lo normal es que haya una subida a valores nunca antes registrados”.
Y esto seguirá ocurriendo con mayor probabilidad mientras sigan aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero. De acuerdo con Taalas, junto con esta mayor temperatura, también nuestros océanos continuarán calentándose y volviéndose más ácidos, el hielo marino y los glaciares continuarán derritiéndose, el nivel del mar seguirá aumentando y nuestro clima se volverá más extremo.
En este sentido, Doblas-Reyes coincide en que, aunque no todo podrá atribuirse al calentamiento global, sí que se espera un aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos (sequías, olas de calor, precipitaciones muy intensas). Como también una aceleración de otros fenómenos que van a durar mucho más en el futuro, desde el aumento en el nivel del mar hasta el retroceso de glaciares continentales.