Las ciudades costeras de China han comenzado a realizar test Covid a los peces y a los mariscos vivos como parte de los últimos esfuerzos para tratar de prevenir la expansión de la variante ómicron bajo el paraguas de la política de Covid-cero del gobierno.
Xiamen, en la provincia costera de Fujian (al sureste de China), ha sido una de las ciudades en iniciar las pruebas PCR tanto en los pescadores como en sus capturas tras regresar del mar, según ha recogido el diario hongkonés South China Morning Post.
“No somos el único lugar que hace esto. Aprendimos la lección de Hainan, que está experimentando un brote grave. Se dice que puede ser provocado por transacciones de productos marinos entre pescadores locales y sus contrapartes en el extranjero”, señaló un miembro del personal de la Oficina Municipal de Desarrollo Oceánico de Xiamen en declaraciones recogidas por el SCMP.
En Hainan, isla conocida por su clima tropical y sus playas paradisíacas, ya inició este tipo de pruebas a principios de agosto, cuando se desató un brote de Covid que dejó más de mil positivos y miles de turistas atrapados en sus hoteles.
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Hasta el miércoles 17 de agosto, la provincia china había informado de aproximadamente 14.000 casos locales desde el 1 de agosto, incluyendo 8.000 asintomáticos, según ha informado SCMP.
En los últimos días, en las redes sociales chinas como Weibo o WeChat han circulado numerosos vídeos en los cuales aparecen trabajadores médicos vestidos con EPIs de trajes blancos completos tomando muestras de peces, cangrejos y otros maricos que se han vuelto virales.
Según muestran los vídeos, los funcionarios chinos toman muestras introduciendo bastoncillos de algodón en la boca de los peces o frotando el cuerpo de los cangrejos.
Desde el inicio de la pandemia, los funcionarios de salud chinos han relacionado con frecuencia los casos importados con alimentos y correo. A finales de 2021, el gobierno impuso una cuarentena obligatoria para todos los paquetes recibidos del extranjero de al menos dos días.
No es la primera vez que las autoridades chinas han ordenado realizar pruebas PCR a animales, ya que durante el periodo de la pandemia, los pollos o los gatos, entre otros animales, han sido objeto de test.
La política Covid-cero
Desde el inicio de la pandemia, el gobierno chino ha mantenido una estricta estrategia para mantener los casos de Covid en cero. Esta política se ha basado en el confinamiento generalizado de regiones o ciudades enteras cuando surgen brotes infecciosos.
Uno de los últimos casos fue el confinamiento de la megalópolis Shanghái, donde sus 26 millones de habitantes tuvieron unos graves problemas de abastecimiento de alimentos y otros artículos de primera necesidad.
Asimismo, mediante esta férrea política, las autoridades decidieron cerrar por completo el país a la entrada de personas desde el extranjero. Sin embargo, desde el pasado 1 de julio, China decidió suavizar los requisitos y permitió nuevas solicitudes de visado para entrar al país. Además, redujo la cuarentena obligatoria para los extranjeros de 14 a 7 días, aunque sólo para aquellos que tengan la pauta completa de la vacuna.