Ana María Hernández (IPBES), Zaragoza y los meteorólogos de España, premiados por Ecovidrio

Se apaga la luz y un hombre sale al escenario. Entre sus manos, una bola de fuego deja en silencio al auditorio. Poco a poco, va dándole forma hasta que se convierte en una esfera de vidrio soplado. Con la mayor de las delicadezas, Diego Rodríguez deleita a todos los asistentes con su dominio de una de las profesiones más antiguas que existen.

Rodríguez es soplador de vidrio y su maestría se pudo comprobar en la mañana del 16 de noviembre en el Espacio Rastro de Madrid. Y es que él ha sido el encargado de, con su oficio, dar comienzo a la XXIII edición de los Premios Ecovidrio, concedidos por entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en España.

Durante el acto, Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha destacado que "es urgente establecer un modelo circular en producción y en consumo, minimizando cada vez más la presión que estamos ejerciendo en los recursos naturales".

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Y ha añadido: "Es un cambio no solo deseable, sino necesario. Estamos en una transformación global sin precedentes en la que todos somos protagonistas para asegurar el futuro de las nuevas generaciones. La colaboración es un aspecto clave, y hemos comprobado que sin ella no alcanzaremos los objetivos".

Por su parte, José Manuel Núñez-Lagos, director general de Ecovidrio, ha destacado durante el evento que “en el fondo somos muy pequeños y frágiles, pero no es excusa. El calentamiento global, el agotamiento de las materias primas, la pérdida de biodiversidad, la desertificación o la contaminación de los ecosistemas amenazan nuestra forma de vida y nuestra economía. Tenemos la suerte y la responsabilidad de ocupar posiciones que nos permiten, o mejor dicho nos exigen, llevar a cabo acciones concretas”.

Los Premios Ecovidrio

“Inasequible al desaliento”. Así definió el director general de Ecovidrio a la ganadora del premio Personalidad Ambiental, Ana María Hernández Salgar. Coincidiendo con el día de la biodiversidad de la COP27, Ecovidrio ha premiado a la presidenta de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES).

Este galardón se le concede por su contribución en el ámbito de la investigación para la conservación de la biodiversidad, el derecho ambiental internacional y la visión holística de las ciencias naturales, sociales y políticas como herramienta para afrontar los retos de un futuro sostenible, próspero y justo.

Este premio reconoce el papel esencial de Hernández Salgar en la lucha contra el cambio climático. La presidenta del IPBES ha publicado diversos informes de referencia a nivel mundial sobre la defensa de la biodiversidad y ha jugado un papel clave en múltiples procesos de gran impacto internacional como en el Convenio sobre la Diversidad Biológica o en las Mesas de la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas contra la Desertificación y la Sequía (CNULD), entre otros.

Hernández Salgar ha querido agradecer este reconocimiento “desde el corazón”. Para ello, ha puesto de manifiesto que “estamos enfrentando una tasa de pérdida de biodiversidad como jamás nunca vista, que provoca pobreza, desigualdad, una crisis climática que trae consigo problemas medioambientales y también sociales”.

Y ha añadido: “Nunca antes habíamos tenido tantos datos ni información ni conocimiento disponible para la toma de decisión a todos los niveles, desde gobiernos hasta los hogares”. Por eso, ha animado a las personas presentes a tomar las riendas y marcar el camino. 

En esta nueva edición, Ecovidrio también ha querido premiar el compromiso de personas o proyectos con la protección y sensibilización del entorno. En este sentido, ha reconocido con el premio Mayor Impacto Ciudadano al Ayuntamiento de Zaragoza, por su esfuerzo en la implantación de acciones ambiciosas en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización.

La ciudad se ha convertido, según la entidad, en un referente en nuestro país por su apuesta por la renaturalización urbana, la sensibilización y educación ambiental de sus ciudadanos, y por el compromiso de establecer una economía circular en su territorio.

Natalia Chueca, consejera de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, ha señalado que “este es un premio para todos los zaragozanos. Nosotros desde las instituciones somos facilitadores para que los vecinos trabajen cada día para vivir en unas ciudades más sostenibles”.

Además, Chueca ha querido resaltar que la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático "no es de izquierdas, ni de derechas, ni de centro". Esto, ha insistido, "es un compromiso por la vida y por un planeta mejor, porque el desafío no entiende de colores".

El premio Especial #Ecólatras –aquellas personas que "tiene un eco que no le cabe en el pecho"– ha sido otorgado a los hombres y mujeres de “El Tiempo” de más de 15 redacciones, plataformas digitales y canales de redes sociales de nuestro país, así como a la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Ellos y ellas han sido galardonados por su contribución diaria a la divulgación de la ciencia, la concienciación y sensibilización sobre los fenómenos meteorológicos y los efectos negativos del cambio climático.

Rubén del Campo, portavoz de AEMET, ha resumido a la perfección la esencia de este premio y del trabajo de los meteorólogos: “Nuestro objetivo, con nuestros avisos y advertencias, es salvar vidas”. Por eso, ha insistido, su tarea es "informar de lo que está pasando, pero también de que estamos a tiempo de que los efectos que ya estamos viendo del cc no sean los peores”.

Desde Ecovidrio aseguran que estos reconocimientos escenifican el gran compromiso que encontramos entre la población española, en un contexto marcado por la lucha contra el Cambio Climático y la consecución de los propósitos que recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro de la Agenda 2030 de la Unión Europea.

"Las personas e instituciones de nuestro país realizan una excelente labor en el cuidado del medioambiente, así como en la concienciación sobre la importancia de trabajar en común para garantizar un futuro más sostenible", explican. 

Premios Periodísticos de Ecovidrio

La jornada ha concluido con los Premios Periodísticos de Ecovidrio, que reconocen a los trabajos periodísticos cuya labor en la sensibilización de la ciudadanía en el ámbito del medioambiente, de la sostenibilidad o de la economía circular haya sido excelente.

En la categoría de televisión ha sido premiado José María Montero, director de Espacio Protegido, y Ángela Blanco, periodista que conduce el reportaje, en Canal Sur Televisión, por su trabajo Soluciones imaginativas para reutilizar los residuos del campo.

Los finalistas de esta categoría fueron Sergio Lizárraga y equipo, de El Cambio de ETB2 (La subida del nivel del mar en País Vasco), y Santiago Sánchez, de Informativos de TVE1 (Fenómenos extremos cada vez más frecuentes).

El director del programa ganador ha explicado que "no es casualidad que los finalistas seamos todos representantes de la televisión pública: hay un compromiso real con el periodismo de servicio público, porque eso es el periodismo ambiental”.

Este año, en la categoría de prensa, el trabajo premiado ha sido el realizado por Mario Viciosa, de Newtral, por el reportaje El mundo cuando cumpla 18. En esta categoría, los finalistas fueron Miguel Ángel García, de El País (Fuerza ciudadana contra la emergencia climática), y Laura Chaparro, de Muy Interesante (Agroenergía).

En la categoría de radio, la persona que se ha alzado con el galardón ha sido Luz Sigüenza, de Más de Uno Alicante en Onda Cero, por su pieza Alicante se convierte en el Caribe del Mediterráneo por el incremento de la temperatura de sus aguas en los últimos años. Los finalistas de esta categoría de radio fueron Mamen Asencio, Por Tres Razones de RNE (Incendios forestales en Zamora y Navarra, ¿y ahora qué?), y Alberto Aparici, de La Brújula de la Ciencia en Onda Cero (Ecosistemas urbanos, el equilibrio natural de las ciudades).