Las grandes firmas del sector textil en España han firmado una alianza para sumarse a la lucha contra el cambio climático y los residuos que deja su sector. Una asociación que busca gestionar el sedimento textil a través de acuerdos entre Decathlon, H&M, IKEA, Inditex, Kiabi, Mango y Tendam.
Todos ellos se han unido para configurar un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), con la vista puesta en la gestión eficaz de los residuos textiles y de calzado del mercado español.
Con la creación de esta asociación, los líderes del sector quieren dar un impulso colectivo al reciclaje textil en el país. Y avanzar hacia un modelo circular, empezando por una correcta gestión de los residuos de la industria textil.
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Con la creación de esta Asociación para la Gestión del Residuo Textil se busca dar cumplimiento oficial a la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP). Esta surge a partir del proceso de transposición de la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos a la legislación española a través la nueva Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Qué incluye el proyecto
El proyecto de ley establece la recogida separada de los residuos textiles por parte de las entidades locales antes del 31 de diciembre de 2024. En el plazo de tres años, desde la entrada en vigor de la nueva normativa, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) desarrollará regímenes de responsabilidad ampliada del productor para los textiles. Es decir, la normativa reglamentaria para hacer obligatoria la gestión separada del flujo de residuos de textiles del resto de residuos municipales.
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La presidencia de la Asociación para la Gestión del Residuo Textil recaerá en los asociados de forma rotativa anualmente, comenzando por Mango. Y en la junta de gobierno de la entidad constará un representante de cada una de las empresas.
El camino hacia el cambio con esta creación tiene como intención generar menos residuos a través de la reutilización. Así, estos se transformarán en nuevos recursos, esta vez, reciclados.
La base de la economía circular es transformar un recurso en producto y obtener un residuo que se transforme en recurso reciclado. De esta forma, la producción dejaría de ser lineal y pasaría a ser circular.
En el mercado textil, implantar una economía circular requiere una organización basada en tecnologías innovadoras y métodos de producción más novedosos, pero también es necesario un cambio en las políticas y la sociedad para completar el proceso con éxito.
Todavía queda mucho para conseguir residuos cero en este sector, pero conseguir que la industria textil en España alcance un acuerdo y un ciclo circular en sus procesos ya es un paso.
Además de con alianzas, estos avances se pueden fomentar a través de premios y de incentivos económicos, también con campañas de formación específica a los profesionales del sector y con guías de información a la ciudadanía.