Las autoridades iraníes lo han vuelto a hacer. En un intento de aplacar a las cada vez más mujeres del país que desafían la obligación de llevar el velo islámico –también conocido como hiyab, que cubre el pelo femenino–, el Gobierno ha decidido instalar cámaras de vigilancia.
Con ellas, pretende "identificar" y "castigar" a todas las mujeres que lleven el pelo descubierto, según asegura Reuters. Al menos, así lo han anunciado las autoridades policiales este sábado 8 de abril. Tal y como afirma la propia policía iraní en un comunicado oficial, esta medida pretende "prevenir la resistencia a la ley del hiyab".
Sin embargo, esta es solo la última de una serie de medidas represivas que buscan acallar a las mujeres. Y es que, como ya contamos en ENCLAVE ODS, desde la muerte de Mahsa Amini cuando estaba detenida por la policía de la moral por no llevar el hiyab el pasado septiembre, las iraníes han empezado a rebelarse, en masa, contra una norma que las obliga a cubrirse el pelo en todo momento.
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Para la República Islámica, el desafío de las iraníes "mancilla la imagen espiritual" del país y "propaga la inseguridad". De ahí que las manifestaciones se sucedan con oleadas de violencia como respuesta policial.
Leyes machistas
Aunque se arriesgan a penas de cárcel por incumplir el código de vestimenta obligatorio, en Irán se pueden ver cada vez más mujeres sin velo en los centros comerciales, restaurantes, tiendas y calles de todo el país. Incluso, las redes sociales se han inundado de vídeos de mujeres plantándole cara a la policía de la moral o enfrentándose a hombres que las increpan por no llevar hiyab.
El pelo se ha convertido, sin duda, en todo un símbolo de rebeldía. Especialmente ahora que el líder de la República Islámica ha asegurado que negarse a usar el velo es "haram", es decir, está prohibido por la ley y por la religión. Muy a su pesar, muchas jóvenes han decidido ignorarle.
Como muestra el tuit de la periodista iraní Masih Alinejad, un grupo de jóvenes ha decidido desafía a Alí Jamenei, el líder iraní, en público. "Caminar sin velo es un crimen punible en Irán, pero cada vez más mujer practican la desobediencia cada día", reza Alinejad.
El hashtag #WalkingUnveiled se ha convertido, sin duda, en toda una revolución iraní. En el siguiente tuit de la misma periodista se puede ver como una mujer joven, sola, camina sin hiyab por la "ciudad conservadora" de Mashhad. Todo, en medio de las protestas contra el régimen.
"El miedo de los iraníes se ha ido. Esta revolución la lideran las mujeres", exclama Alinejad en la red social.
Pero las normas machistas de Irán no acaban con la obligatoriedad del uso del velo. La discriminación que sufren las mujeres en Irán es, según la oenegé Human Rights Watch (HRW), "desmedida". Especialmente en todo lo relacionado con su estatus personal, como el matrimonio, el divorcio, las herencias y las decisiones relativas a los hijos.
Según el código civil iraní, el marido tiene derecho a elegir dónde vivir y puede impedir que su esposa desarrolle cualquier actividad que él considere en contra de "los valores familiares". Además, la Ley del Pasaporte impide que ninguna mujer casada obtenga un pasaporte o viaje fuera del país sin el permiso explícito –y por escrito– de su marido. Él, denuncia HRW, puede revocarle el permiso en cualquier momento.
La oenegé de derechos humanos pone el foco en la falta de normativas para proteger a las mujeres de la violencia machista. "Cada vez se denuncian más feminicidios en las redes sociales, pero Irán carece de ley alguna para prevenir la violencia doméstica o proteger a las supervivientes", asegura la organización.
Según la legislación iraní, el sexo fuera del matrimonio es un crimen. El castigo son latigazos para las mujeres solteras y la muerte para las casadas. "Las mujeres que denuncian violencia sexual se ven perseguidas si las autoridades consideran que el sexo fue consentido", alerta HRW.
Asimismo, la homosexualidad está castigada con latigazos para las mujeres y la pena de muerte para los hombres.
Prohibido cantar y bailar
Las lista de regulaciones y leyes que penalizan a las mujeres simplemente por existir o por actuar de manera contraria a los códigos de la República Iraní es larga. La Revolución de 1979 no solo llevó al poder a los extremistas, sino que fue el germen de todas las leyes machistas que existen hoy en Irán.
Las mujeres tienen prohibido, por ejemplo, bailar delante de hombres; sin embargo, sí pueden ser bailarinas –hiyab mediante– si solo hay mujeres en la sala.
En una entrevista para Euronews, la profesora de danza y psicóloga clínica Boshra aseguraba que en Irán bailar "significa hacer lo que amas, pero a escondidas". Y explicaba que ni siquiera su padre o hermanos la han visto bailar, ni una sola vez en su vida. "La ley no lo permite", contaba.
La presión, aseguraba, es "enorme". Sin embargo, para Boshra y sus alumnas, la danza es "la única razón" que tienen para seguir viviendo. Lo mismo ocurre con las cantantes: las mujeres no pueden cantar en público.
Ahora, con la nueva revolución que parece estar en marcha en el país persa, las mujeres se rebelan contra la prohibición de que se escuchen sus voces. A finales del año pasado se grabó el vídeo que aparece en el siguiente tuit. En él, un grupo de jóvenes cantan, con la cabeza al descubierto, una canción que nunca habían podido cantar en público.
Adiós al acceso a preservativos
Tal y como denuncia Human Rights Watch, el parlamento iraní aprobó en noviembre de 2021 otra ley que aún hoy sigue vigente: una normativa de control de población limita el acceso a los derechos sexuales y reproductivos de hombres y mujeres. Además, prohíbe la distribución de anticonceptivos en el sistema de salud pública, a no ser que un embarazo ponga en riesgo la vida de la mujer.
El acceso a un aborto seguro, además, se ha limitado. Según la oenegé, todo es parte de un plan del Gobierno iraní para "aumentar la población torpedeando la salud sexual y reproductiva de las mujeres".
Con todas estas normativas se cierra el círculo iniciado en 1979 con la imposición de la sharía en la República Islámica. Así, el velo se impuso como primer paso para, en palabras del ministro del Interior en un comunicado oficial, "sentar las bases civilizatorias de la nación iraní". Tras el hiyab vinieron toda una serie de medidas que penalizan a las mujeres y que promueve que la sociedad persiga a aquellas personas que se rebele contra el statu quo.