Mientras expertos internacionales se reúnen en la ciudad alemana de Bonn para preparar el terreno para la gran conferencia climática COP28 en los Emiratos Árabes Unidos del próximo diciembre, se ha conocido un dato importante. El calentamiento global causado por el hombre ha seguido aumentando a un "ritmo sin precedentes" desde la última evaluación importante del sistema climático publicada hace dos años.
Los 50 científicos internacionales que han participado en el estudio, publicado hoy en la revista Earth System Science Data, consideran "insuficiente" la evidencia científica sólida y actualizada. Hasta ahora no hay un seguimiento anual de ese calentamiento global inducido por el hombre.
Por este motivo, estos investigadores se han propuesto crear un conjunto de indicadores climáticos clave que puedan evaluarse -a poder ser- de manera anual. Y, todo ello, según los informes de evaluación publicados por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas. Como subrayan los autores, estos estudios se publican a intervalos de 5 a 10 años, lo que genera una brecha de información entre unos y otros.
Entre esos indicadores clave están incluidas las emisiones, las concentraciones de gases de efecto invernadero, el forzamiento radiativo, los cambios de temperatura, el desequilibrio energético de la Tierra, el calentamiento atribuido a las actividades humanas, el balance de carbono restante y las estimaciones de las temperaturas globales extremas.
Así, en una iniciativa liderada por la Universidad de Leeds, los científicos han desarrollado una plataforma de datos abiertos y ciencia abierta (en los que incluyen los Indicadores del cambio climático global y el sitio web IGCC) donde se actualizará la información sobre indicadores climáticos clave cada año.
Como asegura el profesor Pier Forster, director del Centro Priestley para Futuros Climáticos en Leeds, "esta es la década crítica para el cambio climático". Los últimos datos recogidos en el Proyecto de Indicadores del Cambio Climático Global muestran que el calentamiento inducido por el hombre, causado en gran parte por la quema de combustibles fósiles, alcanzó un promedio de 1,14 grados por encima de los niveles preindustriales durante la década más reciente (de 2013 a 2022) e, incluso, 1,26 grados en 2022.
De hecho, tan solo entre 2010 y 2019, el aumento en la temperatura media del planeta fue de 1,07 grados, cuando el límite seguro para este siglo -según lo estipulado por el Acuerdo de París en 2015- está en 1,5 grados. Teniendo en cuenta estos datos, y de acuerdo con este último análisis, el calentamiento inducido por el hombre estaría aumentando a un ritmo de más de 0,2 grados por década.
“Las decisiones que se tomen ahora tendrán un impacto en cuánto aumentarán las temperaturas y el grado y la gravedad de los impactos que veremos como resultado", asegura Forster. Más cuando el análisis mostró cómo las emisiones de gases de efecto invernadero estaban "en su punto más alto". La actividad humana ha emitido a la atmósfera un promedio de 54 gigatoneladas de dióxido de carbono cada año entre el 2012 y 2021.
Dados estos resultados, el investigador reconoce que "hay evidencia de que la tasa de aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero se ha desacelerado", por lo que "necesitamos ser ágiles frente al cambio climático". En su opinión, "el tiempo ya no está de nuestro lado".
Para Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente de Chile, autora del IPCC y científica involucrada en este estudio, una actualización anual de los indicadores clave del cambio global como la que se propone "es fundamental para ayudar a la comunidad internacional y a los países a mantener la urgencia de abordar la crisis climática", así como para "la toma de decisiones basada en evidencia".
Como reconoce la experta, se necesita información científica sobre emisiones, concentración y temperatura con la mayor frecuencia posible para mantener actualizadas las negociaciones climáticas internacionales y poder ajustar y, si es necesario, políticas nacionales correctas. “En el caso de Chile, tenemos una ley de cambio climático que pretende alinear las políticas de todo el gobierno con la acción climática”, recuerda Rojas.
Cuánto presupuesto de carbono nos queda
Otra de las cuestiones abordadas en este gran análisis es el presupuesto de carbono. Es decir, cuánto se puede emitir a la atmósfera para que, al menos, tengamos la mitad de posibilidades de mantener el aumento de temperatura media global dentro de los 1,5 grados acordados en París.
Este cálculo se elaboró en 2020, cuando el IPCC puso una cifra: 500 gigatoneladas de dióxido de carbono como máximo. Sin embargo, a principios de 2023 esa cifra era casi la mitad, de unas 250 gigatoneladas. Una reducción que se debe, sobre todo, a una combinación de emisiones continuas desde 2020 y estimaciones actualizadas del calentamiento inducido por el hombre.
Para Forster, "es probable que el presupuesto de carbono se agote en solo unos pocos años". Por ello, insiste en que "si no queremos que el objetivo de 1,5 °C desaparezca de nuestro espejo retrovisor, el mundo debe trabajar mucho más duro y con urgencia para reducir las emisiones".
En este sentido, reconoce que el objetivo de proyectos como el publicado hoy es ayudar a los actores clave a realizar urgentemente ese importante trabajo con datos actualizados y oportunos al alcance de la mano.
Asimismo, para Valérie Masson-Delmotte, de la Université Paris Saclay, copresidente del Grupo de Trabajo I del Informe de la Sexta Evaluación del IPCC y autora del nuevo análisis, "esta sólida actualización muestra un calentamiento cada vez mayor de nuestro clima impulsado por las actividades humanas".
Por este motivo, "es una llamada de atención oportuna para el balance global de 2023 del Acuerdo de París: el ritmo y la escala de la acción climática no son suficientes para limitar la escalada de los riesgos relacionados con el clima", asegura Masson-Delmotte. Y es que, tal y como han demostrado los informes del IPCC, con cada aumento adicional del calentamiento global, aumenta la frecuencia e intensidad de los extremos climáticos, incluidos los extremos cálidos, las fuertes lluvias y las sequías agrícolas.