Cada 14 de febrero, las calles, las tiendas, las redes sociales y las pantallas se llenan de besos. 'Muac' se convierte, ese día, en la onomatopeya más escuchada y pronunciada. Pero ¿y si este año los besos llegasen un poco más lejos? Eso es, precisamente, lo que pretende la nueva campaña de Ayuda en Acción, que lanza con motivo del día de los enamorados.
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El sonido de un beso, para más de 149 millones de niños y niñas menores de 5 años en todo el mundo, significa también desnutrición. Porque 'muac' es también la cinta que las oenegés utilizan para detectar cuan agudo es el hambre que sufren los más pequeños.
Esta herramienta, explican en un comunicado desde Ayuda en Acción, "permite la detección precoz de la desnutrición y ayuda a evitar lo peor". Es decir, "que los niños se encuentren en una situación de emergencia nutricional".
La mayor prueba de amor
Desde Ayuda en Acción, este San Valentín recuerdan que "no hay mayor prueba de amor que colaborar para reducir" las duras cifras de la desnutrición, que de forma agua sufren 45 millones de niños y niñas. Y es el brazalete de medición del perímetro braquial o MUAC (por sus siglas en inglés) el que permite que esto ocurra.
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"Es realmente fácil de usar y permite a madres y padres identificar la desnutrición de manera sencilla y rápida, incluso en los lugares más remotos", explican desde la oenegé. Por eso, animan a que este 14 de febrero la gente comparta su amor con uno de los países más pobres del planeta, Níger, donde los MUAC son muy necesarios.
Es, dicen desde la entidad sin ánimo de lucro, una "muestra de afecto", pero también un "gesto solidario". Y es que en este país africano se estima que al menos 4,6 millones de personas vayan a necesitar ayuda humanitaria este año. A esa cifra, además, hay que sumarle los 1,5 millones de menores en situación de desnutrición.
Resiliencia nutricional en Níger
En Níger, Ayuda en Acción trabaja especialmente con la población que vive en Tahoua, una región transfronteriza con Mali, donde la crisis alimentaria que viven los dos países se agudiza. Para paliar la situación, la oenegé desarrolla el proyecto Next4Food.
La clave de su iniciativa está en la resiliencia nutricional. "Se trata de un programa de innovación y seguridad alimentaria que tiene como objetivo la producción de alimentos con fuerte aporte nutricional, además de generar empleo", explican en un comunicado.
Con Next4Foor, la oenegé también genera "oportunidades económicas para las familias y las cooperativas agrícolas locales que se dedican a la agricultura". Según Marta Tietz, responsable de los programas de África de Ayuda en Acción, "para conseguir un impacto sostenible, necesitamos primero responder a la emergencia nutricional con medidas de prevención y detección de la malnutrición".
Para ello, explica la experta, es clave la "educación nutricional" y "el desarrollo socioeconómico de la región". Así, la oenegé apoya la fabricación de harina de mijo fortificada en empresas gestionadas por mujeres.