El campo es el primer afectado por la crisis climática. Depende de la lluvia, cada vez más arrítmica, de las temperaturas cada vez más extremas, y de la biodiversidad que le rodea, cada vez más escasa. Recientemente en el sector del olivar se pusieron sobre la mesa medidas para enfrentarse a la sequía en Andalucía. Ahora le ha tocado a la vid en Cataluña.

Codorníu ha anunciado hoy a los viticultores del Penedès que este año volverá a aplicar un ‘plus climático’ a los precios de vendimia. La marca de cava catalán por excelencia ha prometido que comprará la uva a 0,80€ el kg, de media. Se trata de un precio medio inédito para la bodega, el más alto de su historia, con el que se quiere responder a la situación excepcional que vive la comarca del Penedès después de tres años de sequía continuada y una clara caída de la producción.

Además de ser la bodega más antigua del país, Codorníu es el mayor elaborador de cava ecológico del mundo. Este reconocimiento remarca el compromiso de la bodega con la viticultura ecológica, la sostenibilidad y su propósito corporativo de dar valor a la tierra. La agricultura puede trabajar a costa de la naturaleza o en colaboración con ella. 

La bodega ya aplicó este ‘plus climático’ el año pasado. Para ellos es un esfuerzo necesario para apoyar a los viticultores de la zona, que siguen adelante con sus cultivos en condiciones climáticas adversas. A pocos días para iniciarse la vendimia, la bodega prevé que la cosecha en el Penedès aún será inferior a un año normal, una anomalía que se repite por tercer año consecutivo.

El anuncio de este ‘plus climático’ quiere reforzar la relación con los proveedores con quienes la casa de cava tiene acuerdos plurianuales desde 2019 y, a la vez, apoyar y abrir las puertas en todo el territorio del Penedès a nuevas relaciones. 

El CEO de Raventós Codorníu, Sergio Fuster, explica la medida como una acción de responsabilidad: “Tenemos muy claro que nuestro propósito es cuidar la tierra, dar valor a la tierra. Así que, en un momento como este, tenemos que hacer un esfuerzo por la sostenibilidad y el futuro de todo el sector, empezando por el campo, aunque nos cueste rebajar las expectativas de beneficios inmediatos”.

Segundo año consecutivo

El año pasado, Codorníu ya aplicó un ‘plus de sequía’ y pagó la uva entre un 32% y un 40% más cara (en función de la categoría) ante la previsión de una vendimia muy complicada por la falta de lluvia y la caída de producción. Con la aplicación de este ‘plus’, el precio medio de la uva comprada se situó en los 0,61 €/kg.

La subida extra de este año sería, por lo tanto, de un 30% más sobre el precio medio del año pasado. “Confiamos en que las condiciones climáticas mejorarán en los próximos años y que el ofrecimiento de estas nuevas condiciones de precio sean un primer paso para regenerar el valor en todo el territorio”, añade Fuster.

Desde 2019, la bodega tiene acuerdos de compra estables y a largo plazo firmados con familias de viticultores del Penedès. Estos compromisos de compra, pioneros en el sector, ya suponen el 90% de la uva que compra todo el grupo Raventós Codorníu.

La agricultura también puede ser una forma de cuidar de la tierra y luchar contra el cambio climático. Bien llevada apoya el ciclo del agua, la biodiversidad y la salud de la tierra; y, sin embargo, es la primera que sufre cuando todo esto se hace imprevisible.