La isla Sentinel del Norte.

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Cómo es la vida en la isla más peligrosa del mundo: está prohibido entrar pero ningún ser humano quiere acercarse

El gobierno de India ha reconocido el deseo de la tribu por permanecer aislados y ha implementado políticas estrictas que prohíben acercarse a la isla.

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En el mundo existen muchos lugares remotos en los que el ser humano no ha sido capaz de poner pie. Sitios que están demasiado protegidos, son muy peligrosos o han sido durante mucho tiempo protagonistas de una leyenda oscura. Mientras algunos parten de recomendaciones, otros están terminalmente prohibidos.

Generalmente, estas prohibiciones están implementadas por parte del Gobierno del país como advertencia a su población; sin embargo, en el caso de Sentinel del Norte, fue la propia tribu que vive allí la que tomó medidas para impedir visitas ajenas. Algo que obligó al poder político a vetar la entrada.

No solo es la isla más peligrosa del mundo, sino también la más hostil y aislada. En ella, la propia tribu que prohibió la visita ajena sobrevive de una manera muy diferente a la que estamos acostumbrados a ver. Tenemos que irnos hasta el Paleolítico para entenderlo.

Sentinel del Norte, la isla más peligrosa del mundo

La isla Sentinel del Norte es una pequeña y remota isla del archipiélago de las Islas Andamán, situada en el océano Índico. Es conocida por ser el hogar de uno de los últimos grupos humanos que se mantienen completamente aislados del mundo moderno: los sentineleses.

Este pueblo indígena ha vivido en la isla durante miles de años y rechaza cualquier contacto externo, reaccionando de manera hostil ante cualquier intento de acercamiento. Debido a esto, su forma de vida, cultura y sociedad siguen siendo en gran parte desconocidas para el mundo exterior.

La isla en sí es una masa de tierra cubierta de densa vegetación y rodeada por arrecifes de coral, lo que también dificulta su acceso. No hay infraestructura moderna, y el entorno natural ha permanecido prácticamente inalterado debido a la ausencia de intervención humana externa.

Se trata de una isla relativamente pequeña; sin embargo, su ecosistema parece sustentar a los sentineleses, que son cazadores-recolectores y subsisten principalmente de lo que encuentran en la selva y en las aguas circundantes. Por lo tanto, lo poco que tienen es suficiente para ellos.

A lo largo de los años, ha habido varios intentos de acercarse a los sentineleses, tanto por parte de gobiernos como de exploradores, pero casi todos han sido recibidos con violencia. Tanto, que su isla es conocida como la 'más hostil' del planeta.

Han sido pocos encuentros los que han tenido los sentineleses con el mundo exterior, pero en todos ellos han demostrado que prefieren mantener su aislamiento y que prefieren que nadie se acerque al lugar.

El gobierno de India, que administra el territorio, ha reconocido el deseo de la tribu por permanecer aislados y, de hecho, ha implementado políticas estrictas que prohíben acercarse a la isla a menos de cinco millas náuticas.

Esta prohibición no solo protege a quienes tienen en mente acercarse al territorio, sino también a la tribu. Los sentineleses podrían desaparecer si uno de ellos contrae una enfermedad o virus, dado que no tienen inmunidad a patologías comunes en el resto del mundo.

La vida de los sentineleses

La tribu de los sentineleses ha vivido en la isla durante miles de años, se cree que unos 60.000. Desde entonces, han desarrollado una forma de vida autosuficiente basada en la caza, la pesca y la recolección. Debido a su aislamiento extremo, se sabe muy poco sobre su cultura, lengua y costumbres.

Casi todo lo que se conoce de los sentineleses procede de las observaciones realizadas desde embarcaciones amarradas más allá de lo que alcanzan las flechas desde la orilla y durante breves periodos en los que la tribu permitió a las autoridades acercarse lo suficiente para entregarles algunos cocos.

Aquellas personas que quisieron acercarse a la tribu hace unos años, acabaron sin vida. En noviembre de 2018, John Allen Chau, un hombre estadounidense, fue asesinado por miembros del pueblo sentinelés cuando trataba de convertirlos al cristianismo.

Su modo de vida es lo más parecido a lo que nos imaginamos cuando pensamos en la prehistoria. Se cree que son cazadores-recolectores que no practican la agricultura y subsisten de los recursos naturales de la isla y de las aguas que la rodean, cazando animales salvajes, recolectando frutas, raíces y miel, y pescando en los arrecifes de coral cercanos.

Según Survival International, viven en tres pequeñas comunidades y tienen dos tipos diferentes de casas: largas cabañas comunales con varias hogueras para diferentes familias, y refugios más temporales, sin paredes laterales, que pueden verse a veces en la playa, con espacio para una familia nuclear.

La lengua que hablan los sentineleses no ha sido clasificada y no se conoce con precisión. Se cree que podría estar relacionada con otras lenguas habladas por tribus indígenas de las Islas Andamán, aunque su aislamiento ha hecho que esta conexión sea difícil de confirmar.