El espíritu fundacional y los valores en los que se basó el nacimiento de Idealista recogían, sin llamarlo expresamente así, muchos de los conceptos que hoy definen la sostenibilidad. Idealista nació del convencimiento de que había otra manera de hacer las cosas en el mercado inmobiliario y en el de los clasificados.
Entendimos que era posible mejorar la experiencia de las personas que buscaban comprar, vender o alquilar una casa, que tuvieran la mejor información disponible en el mercado y hacerlo con transparencia, optimismo, confianza y claridad. Lo hicimos, además, apoyados en los avances tecnológicos del momento, en unos años en los que internet era un recién llegado y a su comunidad de usuarios se les denominaba internautas.
De alguna manera ayudamos a cambiar el proceso de búsqueda tal y como se entendía hasta entonces, pasando de exigir un actor completamente activo a que éste pueda ser pasivo.
Es decir, la persona que busca vivienda indica sus preferencias y son los portales inmobiliarios quienes le envían recurrentemente los productos que se ajustan a sus necesidades. Esto supuso un considerable ahorro de tiempo y una mejora clara en la información que se ofrecía, lo que permite una ayuda muy valiosa en la toma de decisiones.
Cuando pienso en esto, me gusta recordar en el rol que tuvo Idealista en la desaparición de la enorme industria de los clasificados de papel, que gastaba miles de toneladas de pasta de papel y emitía toneladas de gases en la distribución para mostrar una cantidad ridícula de información.
Una muerte natural en la que su producto fue sustituido por portales de internet como Idealista que, reduciendo al mínimo el impacto ambiental de cualquier anuncio, cambiando la forma en la que el mercado se mueve, adaptándolo a las necesidades de los usuarios y aportando soluciones para ofrecer claridad donde antes había opacidad, resultó un cambio de modelo natural y en el que la práctica totalidad de los actores salieron beneficiados.
Han pasado 21 años desde el lanzamiento de Idealista y algunos menos desde que desaparecieron las grandes empresas de clasificados en papel, y lo que en aquel momento parecía disruptivo hoy ya nos parece normal. 21 años después seguimos trabajando en la mejora de todos aquellos procesos que permiten optimizar la experiencia de nuestros usuarios y aporten valor a la sociedad y al planeta en el que vivimos.
En esta línea, durante los meses más duros del confinamiento de 2020 aceleramos varios proyectos que han mejorado notablemente la experiencia de los usuarios y que han supuesto un enorme ahorro de desplazamientos innecesarios.
La pandemia fue también un incentivo para sacar al mercado los contratos de alquiler con firma digital
Se trata de la nueva herramienta de visita virtual que permite conocer todos los detalles de una vivienda sin estar físicamente en ella, permitiendo visitarla de modo ficticio en el móvil o tablet. Con esta visualización virtual solo se desplaza el profesional inmobiliario y enseña la vivienda a las personas interesadas al mismo tiempo que resuelve todas sus dudas en directo.
La pandemia fue también un incentivo para sacar al mercado los contratos de alquiler con firma digital, un desarrollo tecnológico que permite que propietarios e inquilinos no estén físicamente juntos en el momento de la firma y que lo puedan hacer a través de sus teléfonos o tablets con la misma seguridad que si lo hicieran en papel.
La eficiencia energética y la utilización de energías limpias y renovables han sido también parte de nuestras obsesiones en los últimos años. Con la entrada de la nueva normativa respecto a la certificación energética nos negamos a quedarnos en el simple cumplimiento de la obligatoriedad y quisimos ir un paso más allá.
Buscamos proveedores de confianza que nos ayudaran a implementar un sistema que resultara extremadamente sencillo para ayudar a nuestros usuarios a realizar los trámites para la obtención del certificado. Y una vez localizados, pusimos en marcha un proyecto que ayudara a entender la importancia de esta certificación y extendiera rápidamente su implantación.
Idealista contribuye a hacer un uso responsable de la energía y confirma su compromiso con el medio ambiente
Cumpliendo los objetivos de establecer alianzas entre organizaciones, en 2020 lanzamos Idealista/energy, un nuevo proyecto en España que permite a los usuarios calcular el potencial fotovoltaico de una vivienda y valorar el ahorro energético y económico en la utilización de paneles solares para producir electricidad.
De esta forma, Idealista contribuye a hacer un uso responsable de la energía y confirma su compromiso con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, además de contribuir a lograr una sociedad más sostenible y circular. Y una ciudadanía más concienciada y consciente del impacto que cada uno de nosotros puede tener en el ecosistema, luchando por hacerlo más sostenible y ecológico.
Ha sido un trabajo de varios años en el que han colaborado, además de los expertos de Idealista/data, profesionales del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas del Ministerio de Ciencia e Innovación (CIEMAT) y el Instituto Geográfico Nacional.
Impacto social
Nuestra obsesión con la sostenibilidad no acaba en lo medioambiental, sino que desde el 2000 hemos sido grandes defensores de acciones sociales que inspiren al cambio y al impacto social.
Ahora parece algo recurrente a lo que ciudadanos, medios y organizaciones nos hemos acostumbrado. Pero en el año en que nació Idealista la opacidad sobre los precios de las viviendas era total y no existía transparencia alguna sobre la evolución del mercado, si los precios estaban subiendo o bajando y en qué medida.
Idealista es una de las empresas pioneras en el apoyo a la diversidad, con un enfoque marcado en el colectivo LGTBI+
Nuestra apuesta a este respecto fue la publicación, primero trimestral y después de forma mensual, de la evolución de los precios de venta y alquiler en todos aquellos mercados en los que operamos. En busca de aportar transparencia y la máxima información posible a todos los actores del mercado, con el fin de establecer un mercado más sano y una sociedad más justa en este sentido.
Una vez asentados estos informes, que se han convertido en los más utilizados por empresas y organismos públicos de España, subimos la apuesta creando nuestro propio medio de comunicación, Idealista/news. Informamos de toda la realidad del sector y damos cabida a muchas noticias sobre sostenibilidad y medio ambiente relacionados con el sector inmobiliario que no tenían hueco en la mayoría de los medios.
En Idealista consideramos la cultura como un elemento fundamental en el entorno de nuestras sociedades y reconoce su importancia para el desarrollo de las personas y la fortaleza de nuestra democracia y valores occidentales. Por eso, apostamos por acciones como el patrocinio de instituciones de referencia como los principales teatros de España, Italia y Portugal, así como impulsa iniciativas relacionadas con el cine, la música clásica y la lírica, entre otras.
En 2022 verán la luz nuevos proyectos de impacto social sobre los que estamos trabajando ahora, en forma de donaciones económicas a oenegés de todo tipo y de colaboración con municipios de la España rural para tratar de revertir la despoblación de los mismos.
Diversidad como identidad
Idealista es una de las empresas pioneras en el apoyo a la diversidad, con un enfoque históricamente marcado en el colectivo LGTBI+. Hace dos décadas apoyábamos de manera explícita la celebración del Orgullo en España. A lo que siguieron las acciones de visibilización que llevan a cabo algunos de nuestros fundadores al respecto y la creación de un ambiente de respeto en el entorno laboral que se ha mantenido desde el primer día.
Financiamos iniciativas que fomentan la vocación tecnológica entre las jóvenes para reducir la brecha de ingenieras informáticas
También hemos colaborado en las cabalgatas en el Día del Orgullo en los últimos años en los países en los que estamos presentes, produciendo aclamadas campañas publicitarias al respecto, como la que lanzamos esta primavera en Italia y que posteriormente se emitió también en España y Portugal.
En este sentido, desde hace 10 años organizamos, coincidiendo con la celebración del Orgullo, la Semana de la Diversidad en Idealista. En este sentido, la propia compañía propone eventos y charlas con diferentes colectivos y personalidades con el fin de formar y concienciar a los empleados que lo desean en las diferentes problemáticas que afronta el colectivo LGTB+.
Hace años que nos dimos cuenta de que determinados puestos en Idealista eran sistemáticamente cubiertos por personas de un mismo sexo y pusimos en marcha medidas que fomentaran la incorporación de personas de diferentes sexos, sensibilidades y procedencias en todos los equipos.
Uno de los puntos más sangrantes es la falta de mujeres con formación tecnológica, por lo que además de realizar un esfuerzo por incorporarlas a nuestro equipo en estos momentos, también financiamos iniciativas que fomentan la vocación tecnológica entre chicas jóvenes, para reducir esa brecha de ingenieras informáticas en el futuro.
Barrer también en casa
Todas estas iniciativas deben tener su reflejo también en el día a día de las personas que trabajamos en Idealista. Un equipo que tiende siempre a la paridad de sexos (50-50 en estos momentos), y en el que el 97% cuenta con un contrato fijo y un salario en la banda alta del mercado.
Hacemos también un esfuerzo por mantener todas nuestras oficinas en el centro de las ciudades en las que trabajamos, lo que permite acceder a las mismas en transporte público o en otros medios más sostenibles, ahorrando emisiones en los desplazamientos privados.
Nuestras oficinas están diseñadas para la optimización de recursos, incidiendo en la segregación y reciclaje de residuos
Seguimos llevando a cabo iniciativas de reciclaje que van un poco más allá de lo habitual. Las lonas publicitarias de gran formato que habitualmente contratamos en las grandes ciudades no van, como en la mayoría de los casos, a la basura. Nuestro equipo las recupera todas y las traslada a un taller, donde un equipo de personas las corta, cose y numera para obtener unas bolsas de lona únicas.
Cada bolsa tiene una etiqueta que muestra dónde estuvo colgada la lona de la que proviene y un número que la hace única. Una manera de dar un valor añadido a los residuos de la propia compañía.
Tampoco nos olvidamos de la salud de los equipos, ofreciendo chequeos médicos anuales voluntarios, vacunación anual contra la gripe de forma gratuita, la posibilidad de recibir sesiones de fisioterapia, psicología o clases de yoga en las propias instalaciones de Idealista.
Procuramos alejarnos de esas imágenes de buffets hipercalóricos que muchas tecnológicas americanas ofrecen a sus empleados, y nos centramos en la comida sana, fruta gratis para todo el equipo varios días por semana. Organizamos la semana sana y del bienestar, impartiendo charlas sobre buenos hábitos alimenticios, al igual que promovemos actividades deportivas.
El papel, ese viejo conocido nuestro, está cada vez menos presente en nuestra forma de trabajo
Del mismo modo, todas nuestras oficinas y operativas internas están diseñadas para la optimización de recursos, incidiendo en la segregación y reciclaje de residuos, reducción del consumo de agua, reducción y reciclaje de papel y reducción del consumo energético.
Aplicamos iniciativas como la desaparición de las botellas de agua en pro de las jarras, el uso de vajilla para el café en vez de vasos desechables, utilización de luminaria LED en nuestras oficinas, uso de impresoras con contraseña para evitar impresiones duplicadas o indeseadas, firma de contratos y documentación a través de firma digital, entre otras. El papel, ese viejo conocido nuestro, está cada vez menos presente en nuestra operativa.
Por último, destacar que Idealista impacta positivamente en muchos de los ODS, entre los que se encuentran: el número 1 (Fin de la pobreza), 2 (Hambre cero), 3 (Salud y bienestar), 4 (Educación de calidad), 5 (Igualdad de género), 7 (Energía asequible y no contaminante), 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), 10 (Reducción de las desigualdades), 11 (Ciudades y comunidades sostenibles), 12 (Producción y consumo responsable), 13 (Acción por el clima) y 17 (Alianzas para lograr los objetivos).
*** Arancha García Gutiérrez es responsable de Compliance de Idealista.