El 19 de septiembre de 2016, se adoptaron una serie de objetivos en la Asamblea General de las Naciones Unidas bajo el nombre de Declaración de Nueva York para los refugiados Migrantes. Los Estados miembros se comprometieron a encontrar soluciones con el fin de garantizar la protección de los migrantes y reconocieron su contribución en el desarrollo socioeconómico de los países receptores.
Después de dos décadas asesorando legalmente a miles de familias para que puedan emigrar a los Estados Unidos y a España, me atrevo a afirmar que las vías migratorias para vivir y trabajar, en la gran mayoría de los países desarrollados, se han endurecido con el pasar de los años.
Si queremos lograr una migración que se ajuste a los objetivos de la Agenda 2030, no podemos otorgar el acceso legal y controlado a un país basándonos exclusivamente en el nivel profesional o la capacidad de inversión de un migrante.
Hoy en día existen más de 30 países que ofrecen directamente la residencia legal y la nacionalidad a extranjeros con suficiente capacidad económica de inversión. En el caso de los Estados Unidos, el país ha ingresado más de 45 billones de dólares en los últimos 13 años a través del programa de residencia por inversión EB-5.
Mediante este programa, miles de extranjeros han podido trasladar a sus familiares de manera permanente sin necesidad de establecer una operación comercial en los Estados Unidos. Definitivamente, ha sido una excelente estrategia para atraer inversión extranjera a cambio de la legalidad.
Los países desarrollados y de mayor preferencia migratoria se han enfocado en abrir fronteras a los grandes capitales. Al mismo tiempo, muchos de estos han cerrado sus puertas a la clase menos favorecidas económicamente. Una clase igual de necesaria para la economía, no sólo local, también a nivel mundial.
Hoy en día existen miles de familias en busca de una mejor calidad de vida que deciden arriesgarse y cruzar las fronteras apostando por un mejor futuro, esto lo vemos a diario en Estados Unidos y Europa.
Las vías migratorias para vivir y trabajar, en la gran mayoría de los países desarrollados, se han endurecido
No solamente migrantes de escasos recursos y sin preparación académica asumen ese riesgo. En América Latina, cada vez son más los profesionales que al no tener visa para entrar legalmente a los Estados Unidos, deciden hacerlo de forma ilegal cruzando la frontera.
Esto era algo inimaginable hace unos cuantos años, pero a medida que persistan los problemas políticos, sociales y económicos en la región, lo seguiremos viendo aumentar.
El objetivo 10.7 indica: "Facilitar la migración y la movilidad ordenada, seguras, y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas".
Son precisamente estas políticas migratorias planificadas las que nos van a llevar a lograr una migración sostenible y acercarnos al resto de los objetivos de la Agenda 2030. Se deben establecer políticas de inclusión para el desarrollo socioeconómico mediante estrategias eficaces que contribuyan a cubrir las necesidades laborales de cada país.
Actualmente, en la mayoría de los países desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Alemania y España, se necesitan trabajadores en sectores claves para la economía. Estos sectores incluyen la agricultura, construcción, industria y transporte. Esta necesidad se debe a que los residentes de estos países, a pesar del desempleo que pueda existir, no están dispuestos a cubrir ciertos puestos de trabajo.
Hoy existen miles de familias en busca de una mejor calidad de vida que deciden cruzar las fronteras apostando por un mejor futuro
En Estados Unidos hay una escasez de por lo menos 80.000 conductores de camiones, ocasionado un desajuste en la cadena de suministros y, por ende, un incremento en los precios de los productos.
En Alemania existen 400.000 puestos de trabajo que se pudieran cubrir con empleados extranjeros. España necesita más de 700.000 trabajadores en el sector de la construcción, mientras el paro juvenil se encuentra por encima del 30%.
La carencia de trabajadores en sectores claves está repercutiendo directamente en la economía mundial. En octubre, la inflación en España alcanzó un 5,5%. Ese mismo mes en Estados Unidos, la inflación llegó a 6,2%, el índice más alto en los últimos 31 años. Definitivamente, no son noticias alentadoras cuando estamos tratando de salir de la crisis poscovid.
Un paso inteligente
Podríamos comenzar por establecer convenios laborales que permitan a los migrantes y países receptores contrataciones en poco tiempo y sin tantos obstáculos administrativos. El extranjero ocuparía un empleo que el trabajador local no esté dispuesto a realizar.
Parece un sueño, pero la buena noticia es que España ya los ha puesto en marcha con Perú y Chile. Ciudadanos oriundos de estos países pueden acceder al mercado laboral en España sin estar sujetos a la situación nacional de empleo. Estos convenios garantizan una residencia legal y un camino a la nacionalidad española.
España necesita más de 700.000 trabajadores en el sector de la construcción y el paro juvenil se encuentra por encima del 30%
Desde el Grupo SIEspaña estamos creando alianzas con empresas españolas para que puedan aliviar la falta de trabajadores en el sector de la construcción con obreros provenientes estos países.
Este tipo de convenios lograrían que el migrante pueda alcanzar la calidad de vida que desea de una manera segura y controlada, mientras que el país receptor satisface sus necesidades laborales. No se va a erradicar la migración irregular, pero es un paso para acercarnos a los objetivos sostenibles que deseamos alcanzar.
En 22 años asesorando a ciudadanos provenientes de más de 40 países, he visto como la inmensa mayoría de los migrantes que he tenido el placer de asesorar, entregan con pasión todo su potencial y contribuyen significativamente al desarrollo social, económico y cultural del país de acogida. Lo importante es trabajar en conjunto para construir puentes en beneficio de la humanidad.
***Alexandre Rangel es CEO del Grupo SIEspaña.