Los pacientes afectados por la covid-19 necesitan tratamientos seguros y eficaces que les permitan luchar contra la infección, mejorar sus perspectivas de recuperación rápida, reducir las hospitalizaciones y, lo que es más importante, evitar un ingreso en la UCI con el riesgo de desenlace fatal que conlleva.
Esta reflexión, que hago mía, la ha realizado Stella Kyriakides, comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria. La pronunció al anunciar que la Comisión Europea había seleccionado diez opciones terapéuticas para garantizar que la población reciba los tratamientos más prometedores contra el virus.
Como indican los expertos, en la lucha contra el coronavirus, resulta necesaria una estrategia combinada de vacunación y de uso de tratamientos efectivos, pues la inmunidad de grupo queda descartada, al menos en 2021.
Las vacunas han demostrado ser eficaces y proteger considerablemente contra el desarrollo grave de la enfermedad y la hospitalización de las personas que la sufren. Pero, además, es necesario disponer de tratamientos seguros y eficaces para luchar contra la infección por SARS-CoV-2. De ahí la importancia de seguir avanzando en el desarrollo y aprobación de terapias para combatir la enfermedad.
En este ámbito específico, me gustaría destacar el esfuerzo que todos los actores implicados estamos realizando: el Sistema Nacional de Salud en su conjunto, público y privado, con todos sus profesionales sanitarios al frente.
Pero también la industria farmacéutica y, por supuesto, las agencias reguladoras como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) o la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). El trabajo conjunto está resultando fundamental para que estemos vislumbrando ya la meta final de aprobar los primeros tratamientos.
Desde la aparición del SARS-CoV-2, el descubrimiento y la implementación de terapias eficaces frente a la covid-19 ha supuesto una doble carrera. La primera, contrarreloj, para responder a la situación de emergencia generada en los primeros meses de pandemia.
En la lucha contra el coronavirus, resulta necesaria una estrategia combinada de vacunación y de uso de tratamientos efectivos
La segunda es una carrera más de fondo, pero igual de importante, pues pretende proveer de los tratamientos adecuados para superar la infección por SARS-CoV-2 y tratar sus efectos más o menos devastadores a corto, medio y largo plazo.
Todos nos hemos implicado en la búsqueda de opciones para los pacientes, con ensayos propios y colaboraciones con sociedades científicas e investigadores independientes.
En Sobi, nos involucramos en las investigaciones, ya que disponíamos de alternativas terapéuticas y experiencia en modulación del sistema inmune, cuya respuesta exacerbada provoca el coronavirus.
El resultado de este trabajo ya está dando sus frutos con la publicación de los primeros estudios y la definición de una terapia específica, basada en inmunomoduladores para el tratamiento de pacientes hospitalizados.
La patología generada por el SARS-CoV-2 es compleja. Con el paso del tiempo, tenemos una mejor comprensión de la enfermedad y es importante ir afinando la pauta terapéutica. En este punto me gustaría destacar la dificultad extra que ha supuesto la necesidad de identificar y desarrollar los tratamientos en una patología que todavía no conocemos bien y que sigue evolucionando.
La patología generada por el SARS-CoV-2 es compleja. Con el paso del tiempo, tenemos una mejor comprensión de la enfermedad y es importante ir afinando la pauta terapéutica
En cuanto a tratamientos se refiere, no quiero dejar de hacer hincapié en el último informe de la Comisión Europea, publicado el 22 de octubre de 2021, sobre las recomendaciones terapéuticas contra la covid-19 y la lista de las diez terapias más prometedoras.
Para tratar esta enfermedad, según su gravedad y según la etapa de la infección en la que se encuentre, son necesarios diferentes tipos de fármacos, pues no todos los pacientes son candidatos a la misma terapia. Existen distintos perfiles y diferentes momentos en la evolución de la enfermedad que requieren aproximaciones alternativas.
Así, el informe del grupo de trabajo sobre covid-19 de la Comisión Europea, al igual que las autoridades sanitarias, recomienda tres tipos de terapias: anticuerpos monoclonales antivirales que son más eficaces en las primeras fases de la infección; antivirales orales que se deben usar cuanto antes tras el contagio; e inmunomoduladores para el tratamiento de pacientes hospitalizados.
Existen distintos perfiles y diferentes momentos en la evolución de la enfermedad que requieren aproximaciones alternativas
En resumen, quiero destacar la importancia que tienen los tratamientos farmacológicos, además de las vacunas, en la lucha contra la covid-19. Es importante que con datos de eficacia y seguridad que los avalen, las agencias regulatorias del medicamento los aprueben para uso hospitalario.
Hay varias clases terapéuticas que están siendo revisadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y esperemos salgan adelante por el interés común de todos, pues todos los recursos con los que contemos suman en la resta contra el coronavirus, y permítanme el oxímoron.
Con este propósito trabajamos en compañías como Sobi, para formar parte de la lucha contra el coronavirus y cumplir con nuestra misión: convertir la investigación clínica en tratamientos que transformen vidas, poniéndolos a disposición de las personas lo más rápido posible. En definitiva, en el caso del coronavirus, en lograr tratamientos que salven vidas.
***Pablo de Mora es vicepresidente y director general de Sobi en España y Portugal.