Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030, para construir un futuro mejor, sólo se podrán alcanzar si los impulsamos desde todos los ámbitos, los gobiernos, los ciudadanos y, sin duda, jugando también un papel fundamental, las empresas.
El mundo empresarial y sus directivos no son ajenos a este reto que todos tenemos. Y los motivos que le impulsan a actuar van desde el convencimiento propio de esta necesidad de pasar a la acción hasta la presión de sus stakeholders, encabezados por inversores junto con consumidores y empleados.
Los ODS identifican dónde el planeta tiene problemas. Y, a su vez, proporcionan un esquema muy acertado para que las empresas puedan analizar los riesgos y las oportunidades de creación de valor a largo plazo.
Adoptar un enfoque estratégico alineado con los 17 objetivos ayuda a las compañías a tener una perspectiva integral de todas las acciones de sostenibilidad que tienen que llevar a cabo. Para que se puedan evaluar los progresos a través de un marco de trabajo compartido.
Si este es el entorno donde se sitúa la empresa, su consejo de administración, que es su órgano de máximo gobierno, tiene la necesidad de asumirlo como responsabilidad propia, impulsando su adopción y monitorizando su seguimiento.
Sin embargo, la realidad nos dice que, a pesar de los avances de los últimos años, las compañías no están contribuyendo en la medida necesaria para poder alcanzar la Agenda 2030. Según el análisis que hemos realizado en PwC, el 72% de las grandes compañías mundiales incluyen los ODS en sus informes y reportes, un 65% menciona objetivos específicos, pero sólo un 14% metas individuales.
La importancia de la sostenibilidad en las grandes empresas españolas se ha traducido en la asunción de manera explícita de estas competencias por parte de sus consejos de administración, fundamentalmente a través de sus comisiones específicas.
El 72% de las grandes compañías mundiales incluyen los ODS en sus informes y reportes
Según el informe Sostenibilidad en los Consejos y en la Alta Dirección, el 52% de las grandes compañías españolas cuentan con comisiones delegadas del consejo que, de forma explícita, incluyen la sostenibilidad entre sus competencias. O visto de otra manera, cerca de la mitad de los consejos de administración de las empresas todavía no han incorporado suficientemente los aspectos de sostenibilidad.
Esta mayor integración es fundamental para que los aspectos ligados a la sostenibilidad presenten mayor relevancia en procesos tan importantes como la definición de la estrategia de futuro y de los modelos de negocio. Sin embargo, no siempre los consejeros entienden cuál debe ser su rol en este impulso de la sostenibilidad y los ODS.
Hay cinco aspectos donde el consejo de administración deberá centrar su atención, cumpliendo su deber de supervisión y haciendo las preguntas adecuadas. En primer lugar, debe hacer hincapié en la formación y sensibilización. ¿Cuál es el nivel de conocimiento que tiene el consejo sobre la sostenibilidad y en concreto sobre los ODS? ¿Es necesaria formación específica? El desarrollo de capacidades en materia de sostenibilidad requiere tiempo y formación adecuada.
Es imprescindible dotar a los miembros del consejo de las capacidades necesarias para tomar decisiones acertadas. En función de los conocimientos del grupo, será necesario establecer un plan de formación permanente en sostenibilidad que, entre otros temas, incluya los 17 objetivos y la Agenda 2030.
Alinear la estrategia con los ODS ayuda a las compañías a tener una perspectiva integral sobre acciones sostenibles
En segundo lugar, el consejo de administración debe centrarse en el perfil de los consejeros y la alta dirección. ¿Tiene el CEO la visión necesaria para abordar una estrategia sostenible a largo plazo? ¿Hay dentro del consejo perfiles adecuados para impulsar a la dirección y hacer el seguimiento sobre los temas de sostenibilidad? ¿A qué nivel en la organización se sitúa la función de sostenibilidad?
Los consejos de administración nombran a los consejeros delegados. Y en función de cómo se enfoque la necesidad de actuar bajo un propósito, la sostenibilidad a largo plazo y la contribución a alcanzar los objetivos influirán en el perfil del CEO que se seleccione para guiar los pasos de la compañía.
De igual manera, en la selección de nuevos consejeros, se considerará la necesidad de tener competencias adecuadas dentro del grupo. Y que más allá de un conocimiento general que deben tener todos, alguno de ellos, incluya la sostenibilidad dentro de su rango de conocimientos y experiencia.
En tercer lugar, es relevante enfocarse en estrategia, riesgos y oportunidades. ¿Está la sostenibilidad incorporada como parte de la estrategia? ¿Se han seleccionado los ODS relevantes para la compañía? ¿Se han identificado los riesgos y oportunidades asociados a los mismos?
El consejo de administración tiene un rol importante en la aprobación de la estrategia de la compañía, con lo que será necesario que cuestione a la dirección si la sostenibilidad no está integrada en la misma.
Cerca de la mitad de los consejos de administración de empresas no han incorporado aspectos de sostenibilidad
Como parte de esta estrategia, la dirección deberá definir cuáles son los ODS prioritarios en función del sector y las características de la empresa. También cuáles son los riesgos y oportunidades asociados, así como el plan de acción para alcanzar las metas que se plantee la empresa para cada uno de ellos.
La cuarta cuestión que debe tener en cuenta el consejo es el reporting y seguimiento. ¿Cuáles son los indicadores fundamentales para hacer seguimiento de los temas materiales en sostenibilidad? ¿Cómo vamos a monitorizar la contribución de la compañía a los ODS?
Más allá de aprobar los informes de gestión y la información no financiera, el consejo deberá centrarse en hacer un seguimiento en aquellos ODS que se establezcan como relevantes para el negocio, utilizando algunos de los marcos de reporting que así lo permiten.
Para que la compañía avance es fundamental que la retribución esté vinculada a objetivos de sostenibilidad
La multitud de estándares e indicadores no debe ser una excusa para focalizarse en aquellas métricas que permitan evaluar de forma periódica el desempeño de la compañía en los asuntos de sostenibilidad. El consejo debe exigir recibir la información adecuada, ni escasa ni excesiva, para efectuar dicho seguimiento de manera efectiva.
Y, por último, cabe centrarse en la retribución: ¿Dispone la empresa de un modelo de retribución que incluya objetivos asociados a sostenibilidad? ¿La cuantía afectada por los bonus o retribución variable es suficiente para incentivar la acción de los directivos en esta materia?
Si queremos que la compañía avance, un elemento fundamental será que la retribución esté vinculada a objetivos de sostenibilidad. Esta puede ser una herramienta muy útil para orientar los esfuerzos de la organización y sus directivos a la consecución de los objetivos estratégicos en materia de sostenibilidad que haya aprobado el consejo de administración.
*** Marta Colomina es managing director de Marketing y RSC de PwC España y directora general de Fundación PwC.