El 7 de mayo tuvo lugar la III edición del Women Economic Forum Iberoamérica, que en esta ocasión celebramos en el magnífico Ateneo de Madrid, un espacio inspirador y muy estimulante para el debate, la reflexión y el pensamiento.
Son ya 3 las ediciones del Women Economic Forum Iberoamérica en España, además de 7 en México, y las conclusiones que sacamos año tras año son muy positivas. En una sociedad acostumbrada ya, afortunadamente, a pensar y a evaluar el papel y la importancia de las mujeres, sigue siendo imprescindible desde nuestro punto de vista trabajar en pos de la verdadera inclusión y la igualdad de género.
El eje conceptual del foro fue 'de la palabra a la acción' y quiero decir, una vez ya ha pasado, que fue todo un acierto. Hace un tiempo mantuve una conversación con nuestra presidenta, Michelle Ferrari, quien me dijo que era el momento en el que “teníamos que pasar a la acción”, y ahí precisamente surgió esta idea.
Los foros y eventos, per se, son útiles y sirven como escenario o momento en el que replantearnos nuestras posiciones, opiniones o acciones, pero también puede ocurrir que estas reflexiones se restrinjan al momento circunstancial en el que se celebran y que después las olvidemos. El ritmo en el que vivimos, siempre exigente y agotador, no favorece el espacio para el pensamiento. Por eso, queremos que el Women Economic Forum sea una experiencia que vaya mucho más allá.
Desde su origen, Women Economic Forum ha representado una experiencia de vida: queremos que los participantes en cada una de sus ediciones vivan la acción de WEF y que la apliquen posteriormente a sus vidas o ámbitos de decisión.
Queremos que nuestro foro sirva para que los compromisos debatidos y razonados lleguen a la vida, a la cultura, a la política, a la empresa. Que nos transformemos con esta experiencia, que superemos nuestras trabas para ponernos a trabajar, que pasemos de la palabra a la acción.
Por eso, durante las mesas redondas, debates y conferencias que pudimos disfrutar el pasado martes se plantearon propuestas e ideas innovadoras que pueden servir para aplicar desde este mismo momento. El consejo, por ejemplo, debatió ampliamente sobre la implicación de las mujeres en los ámbitos de decisión, en la política, y en los consejos de administración de las grandes empresas.
En esta III edición del Women Economic Forum tuvimos el honor de contar con muchas autoridades, personalidades e intervinientes, pero me gustaría destacar el valor de la presencia de Harbeen Arora en nuestro foro. A nadie le debe extrañar, a estas alturas, que Arora sea considerada una de las mujeres más influyentes del mundo, pero estoy convencido de que los presentes en el evento, así como quien presenciara el foro a través de internet, fueron inspirados por su presencia y su discurso.
Para mí fue realmente emotivo ver a decenas de participantes agradecer a Harbeen sus palabras, así como expresarle su reconocimiento y apoyo a la labor que ha realizado durante los últimos años.
Tanto ella como el resto de ponentes nos contaron experiencias transformadoras e inspiradoras que, mientras escuchaba, me recordaron a una lluvia fina que cae levemente: mujeres gota a gota, llegando a muchos lugares, llenando ríos y mares, siendo un motor de transformación del mundo. Pero después, tengo que reconocer que esta imagen, la de las gotas cayendo poco a poco, se queda muy lejos de la verdadera realidad.
Hay una sinfonía musical llamada El Moldava de mi patria, de Bedrich Smetana, que versa precisamente sobre cómo los ríos se van juntando y llegan al mar. Y creo que esto es el Women Economic Forum: muchas mujeres que son ríos fuertes, con empuje, con mucho caudal, que dan y transportan vida, que llegan al mar y que construyen una gran sinfonía en la que todos tenemos que trabajar.
Toda esta poética, este conjunto de metáforas y de ideas, estas iniciativas explicadas y compartidas, hay que transformarlas de palabras a acciones. Por eso, Women Economic Forum no es una iniciativa más, sino que representa la voluntad de la sociedad para mejorar, para profundizar en la justicia social y en la igualdad de oportunidades.
Queremos que la mañana que vivimos el día 7 en la III edición del Women Economic Forum Iberoamérica represente para todos los participantes y para todas las personas a las que les puedan llegar nuestras reflexiones, un antes y un después.
Desde el Consejo de WEF seguiremos trabajando no solo en la organización del próximo foro, en el que desde hoy mismo ya estamos inmersos, sino sobre todo en la difusión de todo lo reflexionado, desde un punto casi de obligación moral, para poner al servicio de la sociedad y de todos nuestros conciudadanos y conciudadanas nuestra experiencia y conclusiones.
Juntos, no les quepa duda, pasaremos de la palabra a la acción.
***Carlos Herrero Cembellín es vicepresidente del Women Economic Forum Iberoamérica.