Las emergencias humanitarias son situaciones críticas y extraordinarias que amenazan la vida, la salud, la educación, la alimentación, los medios de vida y el bienestar de las familias y comunidades, especialmente las más vulnerables, que tienen menos recursos a los que recurrir para planificar, afrontar y recuperarse de los desastres.
Originadas por diversas causas como desastres naturales, conflictos armados, crisis socioeconómicas o pandemias, estas situaciones generan un impacto devastador en las poblaciones más vulnerables, que conllevan en muchas ocasiones la pérdida de vidas humanas, la destrucción de los hogares y medios de vida, impidiendo a los supervivientes satisfacer sus necesidades más básicas.
En 2023 asistimos a un dramático aumento de las situaciones de emergencia, el mayor número anual de crisis humanitarias de los últimos 10 años según lo declarado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dejando en situación vulnerable a millones de personas de la noche a la mañana.
El Comité de Emergencia Español lanza llamamientos de ayuda cuando se producen emergencias humanitarias graves en países que no tienen capacidad para responder. El pasado año, desempeñó un papel muy importante sensibilizando a la población a través de los canales de difusión de los medios de comunicación y las empresas que forman parte de esta iniciativa.
La gran respuesta solidaria por parte de la ciudadanía hizo posible que las organizaciones de ayuda humanitaria que forman parte de esta alianza, Aldeas Infantiles SOS, Educo, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón, Plan International y World Vision, pudieran ofrecer asistencia vital a miles de personas afectadas por los terremotos en Turquía y Siria y Marruecos, los conflictos en Ucrania, Oriente Medio y la crisis mundial de hambre.
En todas estas emergencias humanitarias, las áreas de actuación de las ONG cubrieron gran parte de las áreas de trabajo vitales surgidas, muchas de las cuales siguen recibiendo hoy apoyo por parte de los trabajadores humanitarios: refugio ante la pérdida de la vivienda; materiales de primera necesidad, como mantas y ropa; seguridad alimentaria, distribuyendo alimentos y suplementos nutricionales para evitar la desnutrición; atención médica urgente, trasladando clínicas móviles, personal y material médico; agua, saneamiento e higiene, entregando, desde los primeros momentos, pastillas potabilizadoras de agua y bidones hasta la rehabilitación de los suministros de agua; protección humanitaria, garantizando el respeto a los derechos fundamentales como la seguridad, integridad y dignidad de las personas; protección infantil, identificando a los niños y niñas que están solos, ofreciéndoles un espacio seguro y reunificándolos con sus familias; y apoyo psicosocial, ya que la población que ha pasado por este tipo de desastres suelen sufrir trastornos y/o estrés postraumático, por esto es tan importante el apoyo psicosocial y sesiones clínicas en los casos que sean necesarios.
En medio de la adversidad, la solidaridad y la cooperación emergen como elementos fundamentales para mitigar el sufrimiento, cubrir las necesidades inmediatas y reconstruir las comunidades afectadas.
Gracias a este modelo de unión entre ONG internacionales especialistas en ayuda humanitaria, medios de comunicación, empresas y la solidaridad de la sociedad el Comité de Emergencia Español ha realizado, desde sus comienzos en 2017, llamamientos a la ayuda para apoyar a las comunidades afectadas por el terremoto sucedido en Indonesia en 2018, la pandemia Covid-19 en 2020 y el comienzo de la crisis de Ucrania en 2022.
La solidaridad recibida desde 2017 queda reflejada en las cifras recogidas en la Memoria de 2023 que el Comité de Emergencia publica hoy: 3.557.118 euros recaudados, 152.572 donaciones recibidas y más de 40 organizaciones aliadas en 7 emergencias activadas.
No hay que olvidar que, desgraciadamente, muchos conflictos en el mundo parecen volverse crónicos, mientras el cambio climático continúa afectando gravemente a poblaciones que ya son muy vulnerables. Ambos elementos son causantes directos de que actualmente vivamos una crisis mundial de hambre sin precedente y de que, durante 2023, 733 millones de personas pasaron hambre, lo que equivale a una de cada once personas en el mundo y una de cada cinco en África, según el último informe de las Naciones Unidas, El estado de la inseguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, publicado en julio.
Ante este panorama, nada sugiere una reducción de las emergencias en los próximos años. Nuestra misión seguirá siendo necesaria y de fundamental importancia. Frente a tanto sufrimiento, continuaremos trabajando para promover la asistencia humanitaria en situaciones de emergencias, demostrando que nuestro país es uno de los más solidarios del mundo.
*** Por Sara Barbeira, directora del Comité de Emergencia Español.