El primer edificio bajo el estándar de construcción Passivhaus en España fue una pequeña vivienda unifamiliar de la sierra de Granada en 2008. Hoy, cerca de mil socios y cien empresas e instituciones apoyan en nuestro país estas construcciones pasivas, que nacieron en Alemania en los 90 y ahora impactan en las leyes y los fondos Next Generation.
ENCLAVE ODS conversa con Bruno Gutiérrez Cuevas, presidente de la Plataforma Española Passivhaus (PEP), la asociación sin ánimo de lucro que promueve la rehabilitación de viviendas y construcción de manera sostenible.
Lleva usted seis años en la junta directiva de su asociación.
En seis años habrá cambiado mucho la visión de la casa bien hecha
Lo que ha cambiado es cómo se va extendiendo el concepto de passivhaus, creciendo de un modo exponencial: la cantidad de metros cuadrados que se construyen cada año duplica la del año anterior.
Ahora que está tan de actualidad el asunto del gasto energético, dicen que ustedes saben cómo reducir la demanda de energía… ¡en un 90%!
Nuestro estándar asegura un gasto en calefacción de 1 euro por metro cuadrado al año. Una vivienda de 90 metros cuadrados implicaría tan solo un gasto de 90 euros al año.
"Una vivienda de 90 metros cuadrados implicaría un gasto de 90 euros al año"
Se dice incluso que una casa o un colegio passivhaus educan a las personas que viven o estudian en ellos. ¿Son ustedes ahora la referencia?
Yo diría que claramente sí.
Incluso han influido en la redacción del nuevo código técnico de la edificación.
No todo lo que quisiéramos, pero parte sí han tenido en cuenta.
¿Por qué no tanto?
Desde que aparece el código técnico de la edificación, cada cinco años hay una actualización que hace más exigente, entre otras cosas, la demanda de energía del edificio.
Tenemos así una definición cambiante de “edificio casi nulo”, que es el que cumple la normativa en vigor, y de golpe, cuando cambia la normativa, es diferente. Lo que pedimos es que se fije bien dónde va a estar la meta, para poder hacerlo correctamente desde el principio. Porque la vida útil de un edificio es de más de 50 años.
¿Cuál es su gran aportación a esta nueva legislación?
Probablemente, el concepto de hermeticidad.
¿Por qué es importante?
Es muy desconocido y es la razón de muchas pérdidas de energía en los edificios, como las infiltraciones de aire no deseadas. La ventilación, por salubridad, es obligatoria, pero debe hacerse de forma controlada.
"Las comunidades que más están apostando por este modelo son País Vasco, Navarra y Aragón"
¿Algunos ejemplos de edificios pasivos?
Las comunidades que más están empujando son País Vasco, Navarra y Aragón. Hoteles en San Sebastián, toda la vivienda pública de Navarra, oficinas en Valencia o colegios en Madrid, residencias de ancianos en Zamora, ahora ya están planificándose muchas grandes promociones.
Su congreso nacional se celebra del 21 al 23 de octubre, y cada vez eligen un lugar, ¿es intencionado para evangelizar?
Totalmente, se trata de llevar el mensaje, por ahora, a trece ciudades. Donde lo celebramos, suele existir un gran impacto después. Hace cuatro, por ejemplo, lo realizamos en Pamplona y ahora toda la vivienda pública se está realizando bajo el estándar.
¿Es cierto que este estándar está relacionado con al menos siete ODS, no sólo con el de vivienda?
Sí, nos relacionamos con el 3 (salud y bienestar), porque hablamos de confort y salud; el 7 (energía asequible y no contaminante), porque contribuímos a reducir las emisiones; el 8 (trabajo decente y crecimiento económico), porque invertir en este modelo es un desarrollo sostenible del sector de construcción y estímulo para la economía.
También el 9 (industria e infraestructura), porque las ciudades son más resistentes al cambio climático; el 11 (ciudades y comunidades sostenibles), reduciendo la contaminación y la factura de energía hasta en un 90%, el 12 (producción y consumo responsable), por eficiencia energética, y evidentemente el 13 (acción por el clima).
"Hace cuatro realizamos el congreso nacional de passivhaus en Pamplona y ahora toda la vivienda pública se está realizando bajo el estándar"
¿Qué papel podría jugar la rehabilitación de los edificios ineficientes en la reducción de emisiones?
Tiene una relación muy importante con la reducción de emisiones, porque prácticamente el 90% de los edificios que nos rodean son anteriores al código técnico de la edificación, cuando no había o muy poca filosofía de ahorro. Es decir, en condiciones muy malas de aislamiento térmico y ventilación.
¿Un cálculo grosso modo?
Si interviniéramos en todas las edificaciones, se podía reducir de ese 40% de emisiones actuales a un 8%.
Es decir, que se trata de un ganar-ganar económico y medioambiental.
Mira: los 180.000 metros cuadrados certificados passivhaus en España suponen un ahorro de 6,3 millones de KW al año, es decir, medio millón de euros anuales en relación con el consumo de esas estructuras.
El impacto que eso tiene en emisión sería de 1.200 toneladas de CO₂, el equivalente a 120.000 árboles en un año, ocho parques de El Retiro.
¿Y en términos de confort?
Las personas que van a vivir o trabajar en estos edificios tienen unas condiciones de confort muy por encima de las que se tienen normalmente. En los últimos tiempos nos hemos dado cuenta de que la pandemia nos ha confinado en condiciones insalubres, en espacios no estaban aislados y no tenían correcta ventilación.
¿No hemos ventilamos bien?
Es que la ventilación es para nosotros un concepto independiente de abrir ventanas.
"Si interviniéramos en todas las edificaciones, se podía reducir de ese 40% de emisiones actuales a un 8%"
¿Eso afecta a cómo debe llevarse a cabo una rehabilitación para que un edificio pase de ineficiente a eficiente?
No, evidentemente. Se tiende a asociar rehabilitación a aislamiento térmico, sin embargo no es solo eso, estamos hablando de mantener el confort en el interior de los edificios.
Porque las personas producimos humedad y emitimos CO₂ y si no se trabajan todos los aspectos de forma simultánea y coordinada, el aislamiento producirá condensaciones, mohos, hongos, etc. Por lo tanto, la clave no solo es aislar, hay que ventilar y trabajar todos los aspectos.
Esto parece ahora especialmente importante con los fondos europeos.
Las ayudas para la rehabilitación de los fondos Next Generation acaban de aparecer publicadas en el BOE, y hablan de reducir la demanda de energía no renovable del edificio, ahí es especialmente interesante.
Con la hermeticidad que mencionaba siempre será necesario lo que describen como un “pulmón” del edificio, suena futurista.
Eso es, una ventilación mecánica con un recuperador de calor, de ese modo todo el aire que entra fresco pasa por un punto fijo y todo el que se extrae termina en ese punto, que se denomina el pulmón del edificio.
¿Esos aires se cruzan?
Van por conductos diferentes, el aire se cruza y no se mezcla: el que sale del edificio a una temperatura de confort, 22 grados, se cruza con el del exterior y por un principio físico de dos fluidos entre paredes finas el aire cede calor y se recupera alrededor del 90% de la energía, de modo que ventilamos sin enfriar el edificio.
Los 180.000 metros cuadrados certificados passivhaus en España suponen un ahorro de 6,3 millones de KW al año
¿Algún ejemplo de mala ventilación?
Muchos colegios durante la pandemia: como se incrementaba la concentración de los aerosoles, abrían las ventanas constantemente, lo cual era eficaz para ventilar, pero ineficaz para la eficiencia energética. Con una máquina se ventila todo el tiempo sin perder apenas temperatura y sin exponer a corrientes frías repentinas.
Entonces, ¿cómo deben realizarse, según su experiencia, este tipo de reformas?
En una, dos o tres fases, en función del presupuesto de la propiedad, pero con proyectos integrales en los que cada fase no produzca patologías en el edificio, y que se puedan solapar sin deshacer la intervención anterior.
¿Cuál es la urgencia de educar para que esto sea así?
Si no educamos en este sentido, se seguirán haciendo intervenciones puntuales y eso producirá patologías, como te decía, en los edificios, pérdida de confort, pérdida económica e impacto en el medioambiente.
"El pulmón del edificio hace que see recuperE alrededor del 90% de la energía, de modo que ventilamos sin enfriar las viviendas"
¿Afecta esto estéticamente a los edificios? ¿Se han terminado ya las excentricidades escultóricas por ineficientes?
Los ingredientes siempre estuvieron ahí, ahora este estándar –surgido en Alemania a partir de una tesis doctoral– ordena todos esos principios: muchos de los trabajadores del instituto son físicos. No sabemos cómo será la arquitectura del futuro, pero sí que sabemos que, desde luego, tiene que incluir en su fase conceptual los criterios de eficiencia energética.
Mies van der Rohe ya no sería posible. ¿Y Vitrubio, qué diría?
Si vivieran en esta época tendrían que tener en cuenta algo más, todo aquello de lo que ahora somos conscientes. Como me espetó alguien hace poco, además de “bella, firme y útil”, Vitrubio añadiría como condición imprescindible para la arquitectura otro adjetivo más: eficiente.