Vicente Montes "aterrizó", dice, en el tercer sector en 2005, de la mano de la Fundación Rafael del Pino, de la que es director general desde hace 10 años. "Aquí le pongo el cuerpo y el alma, porque es un proyecto precioso", asegura.
Esta fundación tiene como eje central la formación de dirigentes y emprendedores españoles: "Difundir conocimiento y defender la libertad, principalmente, mediante el impulso de la libre iniciativa individual", explica Montes. Desde que su fundador, Rafael del Pino y Moreno, puso en marcha esta iniciativa descubrió que, en todo esto, el liderazgo era una pieza clave.
Emprendimiento, innovación y liderazgo son los 3 pilares de la organización que no sólo apuesta por aquellos que hoy tienen posiciones de liderazgo, sino también por los más jóvenes, "aquellos que tienen que liderar este país", señala Montes.
De su fundador, el director cuenta que "le dio mucha importancia a la defensa de la libertad, entendida en un sentido amplio", acompañada siempre del conocimiento. Para difundir el saber, llevan a cabo programas de formación muy centrados en temas que aporten un valor social. Y destaca: "Es el espacio en el que encontramos que existe un déficit en nuestro país y, por tanto, ahí es donde cargamos los esfuerzos".
Durante sus 20 años de trabajo, han pasado por la fundación más de 50 premios nobeles para demostrar a los jóvenes que, como escribió el fundador del Pino: "Merece la pena dedicar nuestro esfuerzo para que tanto los dirigentes españoles de hoy, como los del futuro, puedan desarrollar con todo éxito sus capacidades en un mundo progresivamente globalizado".
Pregunta.: ¿Qué es para vosotros el liderazgo?
Respuesta.: Es una actitud, y debemos ser capaces de reforzar las habilidades gerenciales y directivas de nuestros dirigentes para que puedan influir positivamente en otras personas y alinearlas con unos objetivos compartidos. El ejercicio del liderazgo es una labor ardua y llena de retos, desde desafíos personales relacionados con la autoconfianza, la fijación de metas o la motivación, hasta otros que involucran a otras personas, como la toma de decisiones, la mediación en conflictos, la comunicación, etc.
Programas para jóvenes
Como fundación, cuando consolidaron su trabajo, centrado principalmente en dirigentes, comenzaron a enfocar su mirada hacia los más jóvenes. Entendieron que la alta capacidad podría ser un espacio para potenciar sus habilidades y canalizarlas positivamente. Por este motivo, cuentan con un Campus de Alta Capacidad cuyo objetivo es desarrollar al máximo el potencial de jóvenes entre los 10 y los 18 años con altas capacidades.
Aunque también se centran en jóvenes que cursan bachillerato de excelencia, internacional y tecnológico. "Son chavales que tienen mayores capacidades en estos ámbitos y con los que nosotros podríamos desarrollar programas que las complementaran", cuenta Montes.
Pero, para no perderse el talento de ningún joven, lanzaron el Programa Inicia, que cada año atiende a 10.000 jóvenes con el objetivo de acercarles el mundo de la empresa. "Tratamos de potenciar sus capacidades técnicas", explica. Y en esta línea, destaca: "Tenemos todo tipo de campus y programas en los que los chavales salen con un prototipo diseñado y con una empresa que han llegado, incluso, a vender".
No obstante, en cada uno de los itinerarios es determinante para la fundación que los jóvenes entiendan "cómo deben gestionar su liderazgo".
P.: ¿Cómo impulsan ese potencial en los jóvenes?
R.: Cada año participan más de 12.000 jóvenes en nuestros programas y tenemos la oportunidad de ver el enorme potencial, entusiasmo y capacidad que muestran para impulsar sus proyectos. Nuestro objetivo es contribuir a potenciar su talento y mejorar sus capacidades personales. Para ello, la experiencia de la fundación muestra que la mejor forma de inspirar y motivarles es dándoles a conocer modelos aspiracionales, personas que han desarrollado con éxito esas habilidades en su vida profesional y que han tenido un impacto positivo en la sociedad.
Difundir el conocimiento
La fundación también cuenta con un conjunto de becas de excelencia para graduados, licenciados y titulados superiores con el propósito de ampliar sus estudios y con la posibilidad de ejercer docencia en universidades y centros de investigación.
En este sentido, cabe mencionar el Club de Científicos de la Asociación de Becarios de Excelencia Rafael del Pino. Aquí, como indica Montes, "el objetivo es conectar, divulgar y contribuir a formar dirigentes en este campo, así como a facilitar una mayor permeabilidad entre la industria y la Academia en el ámbito de la ciencia".
Pero sobre todo, crear un espacio de encuentro para la discusión y la difusión de asuntos de interés para la comunidad científica y "promover la iniciativa tecnológica innovadora como pilar fundamental para la economía española".
P.: ¿Qué investigaciones de éxito destacaría?
R.: Además de la dedicación de la fundación a la investigación en el campo de las Ciencias Sociales, cabe destacar su dedicación en las Ciencias de la Salud, entre cuyas investigaciones destaca la liderada por Jesús Vaquero, recientemente fallecido, y que se materializó en el diseño del primer medicamento de terapia celular humana, NC1, aprobado por la Agencia Española del Medicamento. Esta investigación, liderada por la doctora Mercedes Zurita ha mostrado excelentes resultados para revertir los daños de las lesiones medulares severas y lesiones cerebrales.
El director destaca la labor que realizan este tipo de organizaciones, porque "están más cerca de las decisiones que toma la sociedad y, como entornos independientes de la administración, tienen una capacidad transformadora que hay que poner en valor".
Asimismo, esta fundación continuará promocionando el talento de excelencia en España, porque como explica Montes, "cualquier humano nace con un talento y ese talento debe descubrirse, potenciarse y hacerlo brillar".