Todos sabemos lo que es una maceta y para lo que sirve: llenarla de tierra y criar plantas; pero hay macetas y luego está Bas, una marca de maceteros artesanos y sencillos que apuesta por darle todo el protagonismo a su invitada, la planta.
Detrás del estudio-taller, nacido en 2013, está Xènia Bas, hija de la creadora y relevo generacional que pone el mismo mimo y pasión por estas piezas decorativas que su madre. En Bas, trabajan la arcilla con esmero, dándole el acabado natural que rememora su origen y nos recuerda cuál es su esencia. Y lo completan con el diseño más limpio, minimal y armónico imaginable.
Xènia nació en Barcelona hace 44 años y está casada con el que también es su socio, Daniel. Los dos comparten taller en el Poblesec, un barrio donde tradicionalmente ha habido muchos talleres artesanos y en el que en la actualidad todavía se percibe el pasado industrial: “De hecho, nuestro taller está entre la calle Bóbila, que significa horno de cocción de cerámica y Pedreres que significa Cantera”. Con estas casualidades del destino no podía haber un plan B para Bas.
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Xénia, este oficio es herencia de tu madre, Alicia, ¿con qué te has quedado de ella?
Lo más importante que me enseñó mi madre se resume en esta frase: “Puedes crear con las manos aquello que dibujas con la mente”. Ella es ceramista y el taller siempre estuvo en casa, así que siempre lo viví de cerca, desde muy pequeña ya jugaba con la arcilla en los rincones del taller. Ella siempre fue muy creativa y me ha dado todo el conocimiento y técnicas de la cerámica tradicional y artística. Yo estudié Artes y Oficios y me especialicé en joyería lo que me ha aportado a la cerámica una visión más cercana al diseño, al detalle y a la elegancia.
¿En qué momento decides que los maceteros son tu propósito de vida?
Siempre me han gustado las plantas y la naturaleza, recuerdo que de pequeña pasaba mucho tiempo en el jardín de mi casa ensimismada mirando los detalles de cada planta. En mi juventud siempre me gustó caminar por la montaña y, más tarde, estuve viviendo unos años en una casa en medio de un bosque. La idea de hacer macetas surgió al observar algunos maceteros. Me di cuenta de que simplemente eran contenedores de tierra. Pensé que la belleza natural de las plantas merecía un recipiente digno para ellas.
De ahí nació la idea de tratar a las plantas como invitadas especiales que viven en nuestra casa y ofrecerles unos maceteros que fueran como hogares en los que las plantas se sintieran acogidas, dignificando y realzando aún más su belleza natural.
¿Y solo haces maceteros?
No, como taller que somos, hacemos distintos trabajos por encargo, siempre enfocados al diseño. Lámparas, jarrones, esculturas… siempre y cuando me parezcan proyectos interesantes y tengan siempre algún componente de diseño. Mientras yo me ocupo del taller, Daniel se encarga de la parte de comunicación y tecnología, aunque nuestros roles se mezclan muy a menudo. Los dos pensamos y sentimos todo lo que envuelve a la marca, son dos perspectivas con un mismo foco, que se alimentan. Y en el taller elaboramos todo, aunque evidentemente contamos con colaboradores externos que nos ayudan en algunas partes del proceso, ya sea de diseño, marketing o comunicación. Hay un trabajo enorme detrás, para poder mostrar y explicar, comunicar y comercializar la marca.
¿Cómo transformas el barro en arte?
Yo procedo del mundo creativo y la idea siempre viene de la observación de las plantas en su medio, a partir de ahí realizo algún boceto. Después se trata de darle volumen haciendo un primer prototipo con la arcilla. A continuación, van surgiendo adecuaciones, búsqueda de acabados, texturas, colores… Para después acabar depurando y simplificando las líneas e ir quitando lo innecesario.
¿Cuáles son tus materiales de cabecera?
Trabajo mucho con arcilla, porque me encanta el contacto con las manos, pero sí me interesa muchísimo la interacción con otros materiales como la madera o el vidrio…cualquier material “puro” hecho por un artesano me parece muy interesante.
También estamos explorando otros materiales más orgánicos y sostenibles, por ejemplo, nuestro Macetero colgante Plantcloud está sostenido por un cinturón de cuero vegetal hecho con las hojas de la piña.
¿Adaptáis las plantas a vuestras macetas o vuestras macetas a las plantas?
Cuando hacemos un macetero pensamos primero en las plantas e intentamos adaptar la maceta a ellas. Algunas veces nos enfocamos más en la propia estética de la planta, otras veces en sus características. Soy muy exigente porque siempre intento que haya un equilibrio entre la pieza y la planta y que exista una simbiosis entre las dos.
¿Y son maceteros de interior o aptos para cualquier espacio?
Nuestros maceteros están pensados para tenerlos dentro de casa, ya que junto con la planta son piezas decorativas, además hemos querido solucionar el tema del riego integrando el plato en la misma forma del macetero. Siendo un riego limpio y totalmente impermeable sin riesgo a estropear ningún tipo de mueble.
¿Siempre te sale la pieza a la primera?
No. Es un proceso largo, que hay que repetirlo varias veces hasta que das con lo que buscas. En la cerámica, los tiempos son muy pausados, cada arcilla tiene sus propias peculiaridades, así como los óxidos y minerales que intervienen en el proceso de secado y de cocción. Lo habitual es que la pieza que sale del horno no sea la que esperabas.
Creo que tienes una nueva colección en el horno. ¿Con qué nos vas a sorprender Bas esta Navidad?
Estamos trabajando para sacar por primera vez una colección de cuatro jarrones. Muchas veces me preguntaron que porqué no hacía jarrones. Así que me animé y la idea surgió de contemplar precisamente flores silvestres de una belleza maravillosa que aparecían en grietas y lugares imposibles. Sí, la colección está a puntito de salir del horno y reúne todos los conceptos de la marca con un estilo atemporal y muy especial.
Y esta nueva colección se suma a…
A las otras cuatro que tenemos: Essentials, que fue la primera. Después fueron apareciendo otros maceteros como Stratum, Plantcloud y Stonemoon.
¿Y cuál me recomiendas?
Essentials. Como evoca su nombre, es la base, la esencia, la primera y la que pone las pautas para la marca. Es simple, elegante, funcional y reúne en ella el concepto maceta cuna que resume los valores de Bas.
De allí nace el macetero Stratum, con la incorporación de otros materiales como el bronce o los óxidos metálicos que acentúan el concepto de que la maceta es el habitáculo ideal para la planta además de elegante y funcional.
Con los mismos conceptos y enfocándonos en la verticalidad, creamos el macetero Stonemoon, un objeto que en sí mismo es nido y hogar para plantas colgantes y que crea una pared vegetal. Y Plantcloud es nuestra última creación y surge del interés en ocupar los espacios aéreos. En él hemos incorporado el cuero vegetal hecho con hojas de piña. Para este macetero hubo un largo proceso de diseño y pruebas hasta poder resolver el hecho de ser colgante y tener un plato extraíble para poder recoger y vaciar del agua sobrante del riego. Lo logramos y estamos muy orgullosos del resultado.
En 2016 recibías el Premio a la Mejor Marca Artesana de Cataluña 2016, un galardón que concede la Generalitat de Cataluña. ¿Qué ha pasado desde entonces?
Que no hemos parado de trabajar y eso nos ha llevado a quedarnos en 2021 finalistas de la categoría Mejor Producto Artesano de los Premios Nacionales de Artesanía que otorga Fundesarte.
¿Vendes más fuera o dentro de España?
La mayoría de nuestros clientes principalmente son de los Países Nórdicos, Estados Unidos y Australia. En España todavía se nos conoce poco, pero poco a poco se va empezando a entender nuestra marca. Nuestra venta, principalmente es online, aunque nos gusta tener nuestras piezas en algunas tiendas exclusivas.
¿Imaginas vendiendo tus maceteros en grandes cantidades y superficies?
No. No queremos eso. En Bas somos artesanos y no estamos interesados en grandes producciones pues esto implicaría una producción más industrial y significaría precisamente dejar de ser artesanos.
¿Y cómo están vuestros precios?
Los precios de nuestras piezas están entre los 100 y los 600 euros. Para las piezas por encargo los precios dependen de las especificaciones y características del proyecto.
¿Y qué argumento me darías para comprar un macetero Bas en vez de otro de otra marca?
Te diría que un macetero Bas no es un macetero, sino que es una pieza de arte que realza a la planta y que significa elegancia y atemporalidad.
Antes lo artesano era sinónimo de objetos hechos a mano pero bastos, ordinarios, sin diseños atractivos. ¿Estás de acuerdo?
Totalmente de acuerdo. Creo que históricamente el artesano quedaba atrapado en el confort de su propio oficio y el diseño no tenía tanta importancia, solamente primaba la funcionalidad. Pero la tecnología y la comunicación han ayudado a abrir la mirada a otras disciplinas.
Yo misma he experimentado esto, pues el hecho de haber trabajado anteriormente como joyera me ha dado una mirada más micro, un poco más precisa e incluso una manera distinta de utilizar las herramientas a como lo hacía mi madre.
Aun así, yo respeto muchísimo la tradición y el legado que los artesanos nos han cedido a las nuevas generaciones. Ellos han guardado y conservado las técnicas y el saber hacer para que en la actualidad podamos incorporarlo y adaptarlo a nuestro tiempo.
Entonces Xènia, ¿crees que lo artesano está viviendo un resurgir y que por fin está ocupando el lugar que merece?
Sí, sin duda en los tiempos actuales tenemos la necesidad de volver a nuestros orígenes, dar valor a lo que tenemos más cercano que es lo que al final estructura nuestra sociedad, cultura, economía y paisaje. La sociedad en general es más consciente del valor que tiene el trabajo bien hecho, de la economía local, del trato personalizado, todo esto es la esencia de la artesanía, por esto estamos en un buen momento, porque estos valores están alineados a los de la sociedad actual.
Por otro lado, en un mundo tan digitalizado y a veces tan abstracto, el contacto con la materia, con las texturas, con objetos físicos y perdurables, nos traen una cierta calma y sosiego.
Además, nosotros que nos enfocamos en el diseño de interiores, nos esforzamos para que nuestros objetos transmitan paz, orden, armonía, ayuden a crear un ambiente de confort y bienestar.
¿Crees que la artesanía es el nuevo lujo? ¿Se puede considerar una obra de arte un objeto del tipo de tus maceteros?
Sí, la artesanía es el nuevo lujo porque a través de ella creamos objetos únicos y especiales, porque en ellos hay la carga del saber hacer, de la técnica aprendida y traspasada generación tras generación. La artesanía habla de nosotros, de lo que nos identifica, de la materia y del imaginario colectivo.
Como artesanos ofrecemos un trato personalizado y exclusivo, sin prisas, sin masificaciones, respetando los tiempos de creación y producción así cómo los tiempos y las explicaciones que el cliente necesite en cada paso. Por todo esto, la artesanía y el arte se funden, ya no son dos mundos separados, sino que se unen y alimentan el uno al otro.
Si tuvieras que ponerle un claim (mensaje) a tus macetas, cuál sería?
Bas, un hogar para la planta.
¿Te queda algún sueño por cumplir?
Sí, me gustaría escribir un libro donde poder explicar mi visión sobre la relación que existe entre crear con las manos y el bienestar emocional.