Ander Puig (Nico en 'Élite'): "Hay escenas de sexo que no son para críos de 11 años"
El actor, que encarga al personaje trans de la 6ª temporada de la serie de Netflix, habla con ENCLAVE ODS sobre la educación sexual de la Generación Z.
1 abril, 2023 02:26Con apenas 21 años, a Ander Puig (Barcelona, 2001) ya le reconocen por la calle. En un abrir y cerrar de ojos ha pasado del anonimato a la fama: "Sobre todo me paran chicas y chicos muy jóvenes", admite. Su interpretación de Nico, uno de los protagonistas –el único trans– en la sexta temporada de Élite, la famosa serie adolescente de Netflix, le han hecho saltar al estrellato.
Llega, tímido, a la redacción de EL ESPAÑOL para hablar con ENCLAVE ODS. Acaba de participar en las Talk ‘n’ Sex de Durex, unos debates que reflexionan sobre los datos recabados por la marca de preservativos: los españoles de entre 18 y 24 años compran cada vez menos condones y la incidencia de las infecciones de transmisión sexual se están disparando entre las personas de entre 15 y 19 años en nuestro país.
Precisamente de la percepción de las relaciones afectivo-sexuales de la Generación Z –la suya– queremos hablar. Pero antes disipamos el elefante en la habitación: “No es ningún referente ni lo quiere ser, solo es un actor que hace su trabajo, que sea trans es solo un aspecto de su vida”, asegura su representante.
"Siempre lo supe", cuenta Puig cuando se le pregunta cómo fue aquello de darse cuenta de que era un hombre. "Es algo que sabes y ya está", zanja.
"Desde muy pequeño, cuando empecé a reconocer que la persona que estaba en el espejo era yo, sabía que era un niño", explica. Puig fue consciente muy rápido de que su cuerpo de niña no le identificaba. Por suerte, confiesa, en su entorno lo aceptaron y le entendieron sin complicaciones: "Tuve que explicarlo, con paciencia, pero todos reaccionaron bien", dice.
Fue durante su adolescencia cuando le tocó –como a todos– empezar a construir su propia masculinidad. "Al principio me fui al estereotipo de hombre tóxico", confiesa. Aunque, claro, ¿quién no ha pasado por esa etapa?
Luego, admite, empezó a encontrarse a sí mismo. "Todavía lo estoy haciendo, solo tengo 21 años, sigo buscándome", dice, y ríe buscando una sonrisa cómplice que reafirme ese 'todos –cis o trans– hemos pasado por ello a esa edad'.
Pregunta: Ya que estamos hablando de masculinidad, vamos a hablar también de sexo. Aunque no estén relacionadas, sí que tenemos esa idea del hombre hipermasculino como máquina sexual, ¿no? ¿Crees que se nos habla a hombres y mujeres de manera diferente de sexo, o mejor dicho, se nos relaciona de manera diferente con el sexo?
Respuesta: Yo creo que sí. También creo que, sinceramente, hombres y mujeres también son diferentes a la hora de percibir el sexo como tal. Es educación, ¿no? Tanto hombres como mujeres perciben diferente el sexo. Pero tampoco significa que sea un mundo totalmente distinto, porque hay muchas semejanzas en ello, pero sí que aún se habla muy, muy, muy diferente a un género y al otro.
P.: ¿A qué crees que se debe?
R.: Seguramente es porque nos educan así. Probablemente sí, porque ahí nace todo, en la educación. Pero también creo que, al menos mi generación o la generación joven, como hemos crecido con internet, con móviles, hemos tenido acceso a mucha información y hemos descubierto que nos parecemos más de lo que nos diferenciamos.
Y es por eso que ahora la gente de mi generación también es más abierta y hay más variedad, en todo lo relacionado con la sexualidad, sobre todo, de saber qué es lo que te gusta y lo que no. Y sí que hay más apertura, pero creo que aún hay mucho por poner en común entre los dos géneros.
P.: Justo la Generación Z, la tuya, que es la que, como tú bien dices, ha crecido con más información, es la que menos preservativos compra y más enfermedades de transmisión sexual sufre. ¿Habéis perdido los Z el miedo a las ETS o a los embarazos no deseados?
R.: No le hemos perdido el miedo a eso, pero sí que veo que como estamos más informados sobre sexo y lo vemos como el pan de cada día, un poco, que está rulando por todos lados, no lo entendemos como se hacía antes. Ahora el sexo está muy normalizado, tanto que pasan más estas cosas.
El otro día vi que había un consultorio en TikTok que se basa en que los adolescentes o la gente de 21, como yo, puedan preguntar cosas e informarse, que puedan guiarles… Porque TikTok está muy enfocado en esa gente que si tiene inseguridades o miedo, ¿a dónde van?
P.: Como bien decías, el sexo está en todas partes y cada vez está más presente en el mundo audiovisual, como ocurre en la serie que protagonizas, Élite. ¿Cómo te influye a ti, como actor joven que eres, trabajar en productos donde se hipersexualizan los cuerpos de esa manera?
R.: Para mí, Élite ha sido una oportunidad muy grande y muy chula, increíble, a nivel actoral y de visibilidad. Sí que es muy rocanrol, muy vividora, pero eso no tiene por qué ser algo malo. Aunque sí que es verdad que son los jóvenes los que se enganchan más a este tipo de contenidos.
Y está guay, pero a la vez no, porque es gente muy joven, críos de 12 años, de 11… y eso a veces es un poco precipitado. Porque estamos hablando de sexo que se ve, no es explícito como en el porno, pero se ven muchas escenas de sexo con desnudos y no debería ser accesible para gente tan joven.
Puig deja claro, eso sí, que no está en contra de contenido como la serie que protagoniza u otras como la estadounidense Euforia, en las que se explora la sexualidad abiertamente. "Es un tipo de contenido diferente que tiene que existir, más de adolescente". Sin embargo, insiste, habría que tener cuidado con quién lo ve: "Se debería acortar la franja de edad de quien accede a este contenido; eso sería lo ideal", zanja.
P.: En tu experiencia personal, en tu entorno, ¿están los jóvenes accediendo a sus primeras experiencias o contacto con el sexo a través de productos audiovisuales, ya sea una serie en la que, como tú bien dices, no es tan explícito o ya sea directamente con el porno?
R.: Sí, y esta es la parte que no es buena porque es gente muy joven. Y claro, está de moda una serie muy famosa que todo el mundo está hablando de ella, que es número uno en Netflix, tú eres un chico de 12 años que le encanta llegar a casa después del cole y mirar Netflix y ves que esto es número uno y te lo pones y ves cosas que no deberías ver. Y no estoy hablando de Élite específicamente, pasa con muchas series.
P.: Es una consecuencia de las redes y las plataformas online, ¿no?
R.: Sí, estoy hablando de que internet, en general, ha hecho que los menores y los más pequeños puedan tener acceso muy rápido al porno y sea la primera toma de contacto. Me acuerdo de que el porno estaba ahí cuando era muy pequeño en internet y que era muy fácil acceder. Y yo no tenía ni idea tampoco de qué iba.
P.: No todo es malo, internet también nos ha conectado y nos ha enseñado que el mundo es diverso. Y la industria del cine intenta también incorporar estas realidades. Élite es un ejemplo, pero también tenemos Euphoria o Heartstoppers, por ejemplo. ¿Son las producciones españolas lo suficientemente diversas?
R.: Sí, pero no. Porque sí veo mucha apertura en la pantalla, veo muchas pelis inclusivas, pero en España sigue habiendo mucha gente muy conservadora, con unos ideales muy arraigados. Sí que veo como muchas películas más abiertas en el sentido de los queer o de la nueva masculinidad o de nuevas formas de expresarse.
Y seguramente haya personas más abiertas; por ejemplo, en Barcelona, de donde soy yo, sí que veo que hay mucha apertura en este tema, pero yo no sé si te vas a Extremadura o si te vas a Valencia, no sé cómo están las cosas allí porque no me ha tocado vivirlo allí. Creo que queda mucho por hacer.
A punto de dar por terminada la entrevista, Puig dice tímidamente "¿puedo matizar algo?". La respuesta es un rotundo "claro". El joven actor puntualiza que su crítica a las plataformas de streaming no es tanto a sus contenidos, sino a la edad de la gente que accede a ellos. "Series como Euforia o Élite son necesarias, y además son formatos chulísimos", admite. Pero —siempre hay un pero cuando se habla de temas tan delicados— "lo guay sería elevar la franja de edad de quienes ven estas series".
P.: Se podría decir que estamos fallando como sociedad porque hay niños muy pequeños accediendo a contenidos que a lo mejor…
R.: Exacto. Es que no son para ellos. Son series pensadas para gente más cerca de la veintena, para una mente ya más desarrollada, para que pueda diferenciar la ficción de la realidad, y decir 'no es mi movida y no tiene por qué serlo'. Porque no tengo por qué tener sexo así. Los niños pequeños no saben diferenciarlo, se lo creen mucho y son muy admiradores. Y ahí está el peligro.