A Belén Viloria le mueven la autenticidad, la honestidad y el optimismo, y sin pasión reconoce que no sería capaz de ir ni a la vuelta de la esquina. Esa pasión es la que le ha empujado a recoger, hace apenas un mes, el guante de la dirección ejecutiva de B Corp en España. Un movimiento que acaba de celebrar su 7º B Good Day en el World Trade Center de Barcelona bajo el lema El futuro es ser B y que ha contado con una participación extraordinaria: 450 asistentes y 300 organizaciones.
[Los 10 consejos sostenibles de Daniel Truran (B Corp) para crear comunidad y tomar buenas decisiones]
En España son 230 empresas las empresas B Corp certificadas (un centenar mas está en proceso de certificación) que suman 14.500 trabajadores y facturan mas de 8.200 millones de euros.
Danone, Chiesi, Ferrer, SEK Educación Group, ISDN y Holaluz son algunas de las mas grandes en tamaño del movimiento B, de las que siempre se habla, pero todas merecen su espacio porque hacer las cosas bien debe tener su recompensa: MUT agency, Ecoalf, 21gramos, Canvas, Roman, Parafina, Hemper, Sleep'n, Artiem, Quiero, Cuento de Luz, Ius Aequitas Trial Lawyers, Pastoret, Impact Hub y así hasta llegar a 230.
Cada vez hay más mujeres en puestos de gran responsabilidad en la empresa y, desde hace muy poco, una mujer se pone al mando del movimiento B Corp en España, ¿cómo ha sido el proceso, y cómo se siente sujetando el timón de la dirección ejecutiva?
[Se ríe] Ha sido un proceso orgánico y natural. Es un orgullo para mí, pero no es ninguna novedad, porque me gustaría apuntar que, en el movimiento B Corp, más del 53% de los directivos de las empresas B en España son mujeres. Teniendo en cuenta que me siento muy afortunada porque en mi vida laboral he tenido muchas oportunidades para poder desarrollar mi carrera, siempre he empujado al máximo para que todo el mundo tuviera igualdad de oportunidades, pero reconozco que mi experiencia inicial corportativa ha sido la de una mujer rodeada principalmente de hombres.
Belén, antes de entrar en el mundo de la innovación, desarrolló su carrera en el mundo corporativo con gran éxito, por cierto, pero, ¿qué le hizo navegar hacia otras aguas menos mansas, más turbulentas?
El sinsentido, darme cuenta de que era un número, sin más. Comprobar que mis contribuciones, por mucho que me dejara la piel en el intento, no tenían un impacto positivo en la sociedad. Contribuía con éxito a fomentar el consumo de productos y marcas. Quería transformar, impactar directamente, hacer cambios más profundos que los que me permitía el mundo corporativo y por supuesto, quería ser parte activa de una sociedad en progresión. Tengo 54 años y conozco el modelo económico clásico en toda su amplitud, he vivido 20 años con él.
Y los siguientes 15 años, después de esa decisión meditada, han sido para todo lo contrario: trabajar para transformar.
Transformar y mejorar desde los valores que me han transmitido en mi casa. Cuando cumplí 40 años me iluminó la lucidez de la madurez. Un momento clave en el que te planteas que no quieres dedicar tu tiempo y trabajo a lo que de verdad merece la pena. Y piensas en todo lo que te queda por delante, miras hacia atrás y luego pones la vista en el futuro, en ese futuro que quieres para las nuevas generaciones y te lías la manta a la cabeza… y aquí estoy.
¿Vértigo?
No, cosquillas en el estómago, mariposas…
Esas mariposas que sienten los actores cuando se enfrentan al gran público.
Mariposas de ilusión, alegría, oportunidad de poder hacer las cosas de otra manera… Todo ha encajado con mi experiencia vital, es como si toda mi vida me hubiera estado preparando para este momento…
Ir poniendo las piezas del puzle sobre la mesa y, de repente, encaja todo, hay que apuntar que es licenciada en Derecho y también en Económicas.
Sí, siempre pienso que aplicar el Derecho a tu vida empuja a la sensatez y la formación jurídica le viene muy bien al mundo, porque te coloca y entiendes mejor las situaciones que se crean. Estoy viviendo un momento muy dulce en el que poder aplicar todo lo aprendido y desarrollado a lo largo de mi vida, desde mis estudios a las experiencias profesionales y hasta mis diferentes voluntariados.
El movimiento B Corp nació hace 8 años en España.
Y se han conseguido grandes hitos como el impulso de la aprobación y reconocimiento dentro de la Ley Crea y Crece de la nueva y necesaria figura jurídica para las empresas con propósito, las SBIC – Sociedades de beneficio e interés común.
Pero las cifras globales de empresas B superan las 8000, de 161 sectores diferentes y en 92 países.
En España hay 230 empresas que cumplen los altos y exigentes estándares de B Corp en impacto social, medioambiental y gobernanza, el llamado triple impacto.
¿Y cuáles son ahora los desafíos del movimiento B, ¿cuál es tu hoja de ruta?
La hoja de ruta es clara: que haya muchas mas empresas y líderes B en nuestra sociedad para conseguir un cambio real sistémico que haya muchas mas empresas B para conseguir un cambio real sistémico, y para eso tenemos que expandir el movimiento a cada rincón de España.
Es normal que en Madrid y en Barcelona, que son dos ciudades con una enorme influencia, esté el mayor número de empresas certificadas B
Sí, como te he comentado ya, queremos que haya un cambio real, un cambio sistémico y para ello tenemos que llegar a cada rincón, a cada ciudad. Este es en gran parte el gran desafío B, su expansión territorial y que en todas las comunidades autonómicas haya una gran comunidad B.
Otro de los grandes desafíos que tienes dentro de la hoja de ruta tiene que ver con los propios estándares, con la evolución y mejora continuas.
Las empresas B Corp miden, gestionan su triple impacto y cumplen con altísimos estándares de B Corp, pero eso, efectivamente, es el inicio de una valiente decisión de proceso de mejora continua
Cada tres años es obligatorio recertificarse.
Así es, y empujamos a que, en cada recertificación, se consigan mejores objetivos y se alcance una mayor puntuación. Es una certificación reconocida mundialmente por su exigencia: no solo hay que parecerlo, hay que serlo.
Habrá empresas que no consigan certificarse nunca, ¿cómo las ayudáis?
Hay empresas que tienen realmente difícil o no llegarán a certificarse por los mercados en lso que operan o por lo que representan, sin embargo, cualquier mejora que integren será buena para el entorno y muy bienvenida. También facilitamos e impulsamos que el mayor número de empresas puedan medir y evaluar su impaacto a través de nuestra herramienta de Evaluación de Impacto B.
¿Y qué les aporta?
Les ayuda a identificar cuáles son sus debilidades y qué es lo que tienen que ir mejorando, transformando y les da las claves para entender cómo deben empezar a trabajar en esa dirección.
Entiendo que no solo se trata de que las empresas se certifiquen, sino que inicien el camino para intentar ser, en la medida de sus posibilidades, las mejores empresas para el mundo.
Efectivamente, el movimiento B Corp no es una certificación sin más, ni es nuestro objetivo final, va mucho más allá. Es utilizar la fuerza de las empresas para transformar el modelo económico hacia uno más justo, equitativo, regenerativo, bueno para las personas y el planeta.
Sin embargo, son las primeras que están trabajando en esa evaluación de impacto.
Lo que no se puede medir no se puede mejorar. Nos gusta trabajar conjuntamente y en programas que les ayudan a mejorar, pues ese es otro de los grandes desafíos que tenemos, encontrarlas, identificarlas y ayudarlas en su proceso de transformación, no solo ayudamos para que consigan la certificación aquellas que son aptas para hacerlo, sino que, aquellas que no puedan, al menos logren llegar lo mas lejos posible y mejoren su impacto.
Si no tengo mal las cifras, a día de hoy, hay más de 200.000 empresas que ya utilizan la evaluación de impacto B.
Es alentador y esperamos que estas cifras vayan creciendo exponencialmente hasta alcanzar el máximo tejido empresarial conectado e inteligente.
Ahora el foco lo tenéis puesto en ayudar a las empresas B a que creen sinergias entre ellas.
Es otro de los objetivos de este nuevo capítulo que abrimos: reforzar la excepcional comunidad de empresas B. El modelo económico y el modelo empresarial de la misma y comparten valores y van a encontrar puntos de conexión que hoy desconocen y queremos fomentar y favorecer esos puntos comunes para que todas se enriquezcan de crear y pertenecer al movimiento B Corp. Y no sólo esto, sino que vamos a impulsar acciones colectivas de gran impacto en la sociedad.
Pero en las comunidades B también.
Sí, las comunidades B se han creado para dar impulso, desde lo local, a una economía justa y sostenible a nivel social, ambiental y también económico. Tenemos cuatro territorios: Valencia, Madrid, Cataluña y Andalucía que ya se están extendiendo a muchos más.
¿Quién lidera estas comunidades B?
Las lideran de manera voluntaria empresas B Corp y otros agentes de cambio que también están comprometidos con los valores y la misión del Movimiento B, como los multiplicadores B. Estas comunidades forman una red de personas que utilizan la fuerza de las empresas para generar impacto positivo.
Y luego las ciudades +B.
Sí, hemos hecho el primer piloto en Barcelona, pero estamos explorando ya con otras ciudades. Con el modelo de las Ciudades +B, la iniciativa con la que se impulsan ciudades más prósperas, más inclusivas, más sostenibles, digamos que cerraríamos el círculo.
¿Y la gobernanza?
Es un área clave en todo proceso de sostenibilidad y en toda la filosofía y forma de hacer y ser B. Es el tercer e imprescindible área de evaluación y gestión del impacto y la sostenibilidad. Sin una buena gobernanza no podríamos hablar de sostenibilidad ni de triple impacto.
Igual que la tienen las empresas, toda organización de naturaleza que sea, debe tenerla y aplicarla, y nosotros en el movimiento B Corp, también. A nivel global y europeo se están definiendo los criterios de buen gobierno, un proyecto que me resulta muy interesante y retador.
Hablemos del legado de Pablo Sánchez.
El legado de Pablo es espectacular, lo que ha logrado en estos pocos años ha sido gigantesco, y ha dejado el listón muy alto. Solo quiero contribuir añadiendo un nuevo peldaño, aportar mi grano de arena, y quien venga después que ponga el suyo, lo importante es seguir creciendo y mejorando un movimiento que hoy ya es imparable.
Viene con muchas ideas Belén, ¿cuáles?
Impulsar el crecimiento con sentido de las propias B Corp y la parte del modelo de negocio que va mas allá de la certificación, con programas, alianzas estratégicas, con propuestas de valor nuevas y diferentes tanto para las empresas como para toda la comunidad de líderes. En definitiva, consolidar, reforzar y lograr una comunidad de valor para sus miembros y para la sociedad. Y aumentar la representatividad institucional y la incidencia pública.
El poder de la comunidad, la mejora continua y cómo hacer acciones conjuntamente para transformar.
Son los grandes retos que me he propuesto conseguir, transformar al resto de las empresas a través de las acciones conjuntas e inspiración de las B Corp.
Y conseguir el deseo de Pablo de que un día el movimiento B deje de existir
Conseguirlo significaría que habríamos concluido nuestra misión, pero aun queda mucho camino por recorrer.
¿El entorno B te cambia?
Da sentido a tu vida.
Ya se atisbaba un cambio antes de la pandemia, sobre todo en los jóvenes.
La pandemia ha producido un desastre psicológico total, dañando la salud mental, sobre todo, de muchos jóvenes y esta es la parte más fea.
¿Y la bonita?
Que ha sido un punto de inflexión. Es que ahora muchos jóvenes te dicen: a mí esto ya no me vale. Lo verbalizan. Y piensas que tanto sufrimiento ha servido para cambiar la mentalidad e integrar el propósito en el núcleo vital de los jóvenes y está haciendo posible que las montañas se muevan.
El greenwashing, conocido también como lavado ecológico o ecoblanqueamiento, es una práctica de marketing verde destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica. Las ONG utilizan con frecuencia el término greenwashing para denunciar a esas empresas que dicen preocuparse por el medio ambiente cuando sus actividades son en realidad perjudiciales.
¿Cómo evitan el greenwashing?
Greenwashing o cualquier tipo de washing lo evitamos con nuestra propia existencia, asegurándonos de que la evaluación, la medición y gestión del impacto es correcta, que es realmente así…
¿Y cómo mostrarle el camino al consumidor para que elija productos sostenibles?
Les diría que la humanidad y el planeta los necesitan, que busquen la información y el conocimiento en fuentes fidedignas. Sin ellos es imposible conseguir la transformación del sistema actual.
Acaba de salir un informe elaborado por Deloitte y la Fundación Entorno con datos que empujan al optimismo.
Sí, el 92% de los consumidores elegiría, sin dudarlo, a igualdad de calidad y precio, una opción sostenible y un 75% estaría dispuesto a pagar un 10% más…
Los consumidores salimos muy bien parados en este estudio, pero las empresas, en otro estudio realizado por la UE, no tanto…
El dato es preocupante, porque demuestra que el 53% de las empresas que se declaran sostenibles no lo son.
Moda, intereses económicos. ¿La normativa europea puede ayudar a cambiar esa deslealtad empresarial?
La normativa europea va a ser definitiva y va a ayudar mucho a dar visibilidad a quien de verdad está haciendo los deberes y pondrá en evidencia a los que no.
¿Qué motiva a Belén Viloria?
Mejorar y aprender y ser buena gente.
¿Cómo sería el mundo perfecto para usted?
Un mundo B, en paz y con paz.