"En vez de comprar cien prendas baratas que no van a durar mucho, es preferible comprar cinco que verdaderamente vayamos a cuidar durante años, con la posibilidad de venderlas o dárselas a un amigo”. Este es uno de los pensamientos recurrentes que tiene Tristán Ramírez, consejero delegado de Agatha Ruíz de la Prada. Este es el principio que quiere trasladar como director al frente de Caleido Fashion Lab, un espacio que brinda oportunidades a las firmas más pequeñas de despegar y afianzarse en un mercado dominado por los grandes sellos.
“El gran reto es cambiar de hábitos de consumo", recalca en conversación en ENCLAVE ODS. Este espacio está situado al aire libre en el paseo de la Castellana, 259; en lo que se define como "la nueva zona de Madrid". Ya han pasado por este atelier diseñadores de la talla de Maya Hansen, Daniel Chong, Maison Mesa o Javier Delafuente.
Este proyecto, que cuenta con el apoyo de Acme, IE University, Madrid es Moda y la Pasarela Latinoamericana, promueve con conciencia que la verdadera moda no es consumista, sino un armario de prendas especiales que pone en valor la cultura made in Spain que huye de la homogeneización y concibe la moda que perdura varias vidas y generaciones.
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¿Qué es Caleido Fashion Lab? ¿Es una plataforma, un espacio físico…?
Es un lugar único en Madrid en el que los jóvenes diseñadores de moda y marcas pequeñas pueden visibilizar y vender sus prendas, además de utilizarlo para hacer desfiles, eventos, sesiones de fotos... Plataformas digitales hay muchísimas, pero la gran necesidad y reto de las marcas pequeñas es conseguir espacios físicos.
Caleido Fashion Lab no está pensado para grandes marcas multinacionales; esas no tienen el problema de conseguir una tienda abierta siete días a la semana con su propio personal, que es lo que nosotros aportamos a estos diseñadores de marcas pequeñas. La pequeña firma no puede asumir el reto de tener un espacio abierto al público y que sea rentable.
¿Qué tienen que hacer los diseñadores para poder estar en Caleido Fashion Lab?
Entrar en contacto con nosotros, mandar un book de qué es lo que hacen y lo que quieren hacer. Nosotros apostamos por las marcas que vengan con ideas creativas y den vida a este espacio, queremos que aquí sucedan cosas. Al igual que en una galería de arte, el concepto de la rotación es clave: que no siempre estén los mismos diseñadores, ni las mismas prendas, huimos de la homogeneización. Cada vez más, la moda y las tiendas son similares en cualquier país.
Damos acceso a prendas que normalmente solo se encuentran en los ateliers de los diseñadores, un circuito especial que solo conocen los entendidos en moda y que colocamos en una tienda para que cualquier persona pueda tener una prenda única que no va a encontrar en otro punto del mundo. Incluso aquí, dentro de un mes encontrarás cosas diferentes.
¿Qué diseñadores han pasado ya por este espacio?
En nuestro primer mes contamos con Maison Mesa, Javier de la Fuente, Daniel Chong, Ángeles Schlesser, Paloma Suárez, Maya Hansen, Paco Pintón, Teté by Odette, Fely Campo…; el número de marcas irá rotando. Algunos son diseñadores que desfilan en Mercedes Benz Fashion Week, pero este es un espacio abierto a todo el mundo que tenga un proyecto de moda.
La idea es recrear todo ese ambiente de gente vestida superestrambótica que acude con prendas únicas a los desfiles, ropa muy creativa que solo ves durante las semanas de la moda y que no hay tiendas donde puedas encontrarla.
¿Qué alianzas se han necesitado para llevarlo a cabo?
Caleido es el mecenas de este proyecto y, para comenzar, nos hemos unido con varias entidades de reconocido prestigio, como la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), Madrid es Moda, IE University y la Pasarela Latinoamericana.
¿Por qué se lanza a crear y dirigir este proyecto?
Siempre he pensado que en Madrid faltaba un sitio que reflejase la calidad creativa que tenemos en marcas de moda. Al ser director de una marca del sector, conozco de cerca los problemas a los que se enfrentan los pequeños diseñadores por no tener un espacio físico para vender, crear eventos o hacer una sesión de fotos.
A diferencia del arte, donde hay que trabajar más el lado creativo que el comercial, para tener éxito en la moda hay que trabajar ambos aspectos. Un equilibrio muy difícil, porque en nuestro país hay muchísima gente creativa en la moda, pero cuesta hacer un negocio de ello.
Caleido Fashion Lab soluciona la parte más aburrida: el alquiler, el personal, los temas serios…, a cambio de un pequeño porcentaje que se revierte en el propio espacio para seguir creando proyectos muy interesantes en el mundo de la moda.
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¿Podría decirse que por ADN eres bueno tanto en la parte de negocio como en la creativa?
Efectivamente, he crecido con las dos y, aunque estoy sobre todo en el lado del negocio, felizmente trabajo con mucha gente creativa, pongo mis granitos de arena y puedo opinar. Creo que la moda es una forma de expresar y de cambiar el entorno, por lo cual tienes un control creativo.
Ahora acabamos de sacar una colección de hombre inspirada en las camisas que diseño para mí, como alternativa para los hombres que cada vez más quieren vestir de forma creativa.
Se habla mucho de la moda como una industria muy contaminante ¿Crees que hay alguna solución?
Es un reto muy difícil que tiene que ver con el consumismo desenfrenado. Compramos muy barato, usamos tres o cuatro veces y tiramos prendas de tan mala calidad que no tienen ni opción de ser reutilizadas. Además, muchos son materiales sintéticos que luego sueltan microplásticos, creando todo tipo de problemas.
El gran reto es cambiar de hábitos de consumo. En vez de comprar cien prendas baratas que no van a durar mucho, es preferible comprar cinco que verdaderamente vayamos a cuidar durante años, con la posibilidad de venderlas o dárselas a un amigo.
¿Cómo os aproximáis a esta problemática desde Caleido Fashion Lab?
Desde Caleido Fashion Lab apoyamos el armario de prendas especiales para huir del consumismo voraz que no atiende a la moda. Somos producción local, y a pequeña escala de piezas de autor difíciles de encontrar en la calle, y que realmente tienen un valor para quien las compra.
El consumidor de nuestro espacio aprecia la pieza única y se entusiasma por la historia asociada al diseñador. De esta manera, contribuimos a preservar nuestra moda e impactamos en positivo en el patrimonio cultural del país. No se trata de comprar por necesidad, sino de una forma de expresar que repercute en la cultura.
Para muchos Caleido, ubicada en la zona de las Cuatro Torres, es un lugar aún por descubrir en la zona financiera de Madrid…
Caleido es un sitio espectacular al aire libre. La idea es que sea único y diferente. Estoy deseando hacer un desfile por las Torres con la puesta de sol grabada con drones e inaugurar el cine de verano alrededor del mundo de la moda en un enclave con esta escala tan singular que le dan las Cuatro Torres.