Monika Aranda durante una de sus exposiciones efímeras en Navarra.

Monika Aranda durante una de sus exposiciones efímeras en Navarra. Iñaki Aldatz Cedida

Referentes Especies invasoras

El plumero de la Pampa coloniza el norte de España: esta es la artista navarra que intenta frenar su avance "imparable"

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Imagine entrar en el Museo de Navarra y toparse de bruces con hasta mil plumeros de la Pampa (Cortaderia selloana). Unas plantas vistosas, exóticas y que, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) está presente al menos 36 provincias españolas.

Esta planta, incluida en el Catálogo Nacional de Especies Exóticas Invasoras, se ha apoderado ya de buena parte de la cornisa cantábrica y empieza a hacer mella en cada vez más lugares. Por eso, la artista navarra Monika Aranda se propuso "recrear una invasión real" con Exotic. 

Su obra efímera llenó el museo navarro de plumeros a finales de año. Pero, en realidad, se trató de la culminación de una investigación sobre especies invasoras que le llevó a centrarse en este plumero de la Pampa que tanto está afectando ya a su tierra natal. Exotic se trata, por tanto, de un estudio con base científica reconvertido en exhibición "plástica, divulgativa y activista", como la propia autora indica. 

Y es que la mejor manera de aprender sobre una especie invasora es sumergiéndose en ella. Por eso, Aranda se dedicó a recoger la planta en periodo de flor para estudiarla. Justo en el momento en que "genera estos plumeros tan vistosos, antes de que se transforme en semilla".

De esa manera, su corte de flor no solo le permitía estudiar la especie, sino prevenir que esa planta cortada genere semillas y se multiplique durante ese año. Porque, cuenta, "cada una es capaz de producir un millón de semillas cada temporada". Y matiza: "Su crecimiento es megaexponencial, así que el tiempo, que es un factor clave en todas las invasiones, lo es más en esta".

El peligro de lo bello

El plumero de la Pampa no solo degrada los ecosistemas en los que se introduce, sino que incluso, según el MITECO, puede llegar a agravar las alergias respiratorias. Aun así, y pese a contar con una estrategia de erradicación en el territorio español, sigue extendiéndose.

Una de las fotografías expuestas por Aranda.

Una de las fotografías expuestas por Aranda. Monika Aranda Cedida

Y es que, asegura Aranda, esta planta tiene un "arma para colonizar nuevos espacios" que es fundamental, y no es otra que "su belleza, que cautiva". De ahí que esta especie originaria del cono sur de América llegase a Europa "como planta ornamental para hacer bonitos los jardines".

La historia es siempre la misma con las especies invasoras: "Una vez que el ser humano la trae aquí, esta planta se escapa al medio natural", cuenta Aranda. Y ella, mientras va avanzando en su investigación y recortando plantas, se da cuenta de que tiene "hay un caldo de cultivo perfecto para el plumero de la Pampa": los parajes abandonados, "esa tierra que el ser humano ha cogido, la ha desnaturalizado y luego la ha abandonado", matiza.

La instalación de Monika Aranda en el Museo de Navarra el pasado año.

La instalación de Monika Aranda en el Museo de Navarra el pasado año. Iñaki Aldatz Cedida

Esto Aranda lo recoge en una serie fotográfica de fábricas abandonadas, cunetas, vías de tren… Lugares donde, dice la artista, "la planta se hace fuerte y a partir de ahí inicia una nueva colonización".

Arte con conciencia

Todo el trabajo artístico de Aranda siempre ha estado "anclado", como ella misma dice, en el género y la naturaleza. Instalaciones e investigaciones anteriores le habían llevado a recrear incendios forestales y a fundirse con el entorno natural. Exotic ha sido, dice, el siguiente paso lógico. 

"Quería utilizar la naturaleza como materia prima", cuenta. Y así decidió "quitarle algo que no necesitase" —el plumero de la Pampa— para crear un arte que "no genere residuos y que sea verdaderamente circular". 

Una de las fotografías del plumero de la Pampa de 'Exotic'.

Una de las fotografías del plumero de la Pampa de 'Exotic'. Monika Aranda Cedida

Porque, como dice Aranda, el arte es "una poderosa herramienta de cambio" y su intención es estrujarla para crear conciencia. Algo muy necesario con esta "superplanta" y su "gran capacidad de colonización".

"En su entorno natural, está en equilibrio; pero la hemos sacado de ahí y la hemos traído a un hábitat en el que no tiene depredadores", explica la artista. Lo que sucede es que en el arco cantábrico, por ejemplo, se ha diseminado como la pólvora. Eso sí, asegura Aranda, pese a ello siempre ha habido "un desconocimiento total". 

Ella, que para llevar a cabo su investigación visitó en varias ocasiones Cantabria, reconoce que la primera vez que vio los plumeros de la Pampa campando a sus anchas se quedó boquiabierta. "No entendía por qué no se había puesto freno a esto", dice. Y al instante matiza: "Fue puro desconocimiento". Y contra eso es contra lo que quiere luchar con su investigación.