Los que me seguís en las redes sociales sabéis que intento enfocar la vida siempre en positivo; es una actitud que me ayuda a gestionar todo lo demás. Con las cosas concretas, las pequeñas acciones, haciendo cada uno la parte que nos toca, estamos ayudando a transformar el mundo.
Pero por encima de las acciones están las actitudes. Ahí es donde de verdad podemos avanzar más rápido en nuestro compromiso con la sostenibilidad. Por eso mis diez consejos que comparto realmente son diez actitudes ante la vida.
Espero que os sean útiles.
1. Pensar en las personas
Son la razón de ser de todo lo que hacemos, para que el mundo sea sostenible, la clave es que todo se reorganice por y para las personas. La transición para arreglar un problema de siglos no puede hacerse penalizando a la generación actual bajo la promesa de que sus hijos heredarán un mundo mejor, la transición tiene que ser justa.
2. Ser generoso
Empatizar con el otro y con sus necesidades para intentar ayudar siempre que se pueda o al menos, entender y acompañar.
3. Ser solidario
Intenta ayudar en lo que puedas. Compartir es un verbo increíblemente trasformador; ayudar es otro. Ser sostenible también es apostar por soluciones cada vez más inclusivas, solidarias y justas.
4. Ser responsable
El planeta no se arregla solo, lo arreglan los mismos que los estropearon: las personas. Con los problemas pasa igual no se solucionan solos, los solucionan las personas. Si cada uno hacemos la parte que nos toca, la suma de todos será la solución.
5. Ser innovador
La innovación es el mejor aliado para avanzar desde economías basadas en el carbón, hacia otros modelos más sostenibles. Adicionalmente, innovar hacia modelos de economía circular permite avanzar más rápido, porque reutilizando estás evitando nuevos impactos en el planeta
6. Ser curioso
La vida se disfruta más si la vives participando en vez de transitando, observar lo que sucede te aporta claves para entender mejor los cambios y para avanzar, superar las dificultades y alcanzar los retos.
7. Ser ahorrador
No sólo en relación con el dinero que vas a necesitar en el futuro, sino que, en general, las personas que ahorran son personas que no derrochan, que cuidan las cosas, que las valoran, que hacen que perduren más tiempo, que no consumen más energía de la necesaria, ni más recursos que aquellos que se necesitan.
8. Caminar todo lo que puedas
Es el primer modelo de transporte de la humanidad. No sólo produce beneficios para tu propio organismo, sino que también es una actividad que te permite pensar y te conecta con todo lo que te rodea. Caminar, además, solo emite endorfinas.
9. Ser positivo
Ayuda a gestionar mejor las dificultades y, por tanto, a enfocar con más claridad las acciones que consideremos necesarias para ser más sostenible y, en general, para vivir.
10. Ser feliz
No sólo es una actitud tremendamente contagiosa –lo cual es muy necesario–, sino que ayuda a encontrar el equilibrio que es imprescindible para avanzar hacia todo lo que pretendemos. Las personas felices necesitan menos cosas, aprovechan las que ya tienen o les dan otra vida, cuidan de lo demás y comparten.