Como no existe un plan B, hay un movimiento B. Esto significa pertenecer a una nueva economía mundial que promueve el bienestar de las personas y el medio ambiente. En nuestro país ya hay más de 100 empresas B Corp, que es como se certifica a las organizaciones que actúan bajo los más altos estándares sociales y medioambientales.
Un sello que desde Estados Unidos validan tan solo a quienes impactan de forma positiva en las personas y el planeta. El sello es muy exigente y requiere de un cambio de estatutos para que el rumbo de la compañía y su accionariado no estén movidos tan solo por la ambición de ganar dinero –aunque en última instancia éste también sea un objetivo–, sino que tengan en cuenta el medio ambiente, a los trabajadores, a los clientes, a los proveedores y a las comunidades.
La gran diferencia entre la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y las B Corps es que la primera sólo se encuentra en un departamento de la empresa, mientras que B Corp es la empresa en su conjunto. Las RSC, hoy de moda debido a que las empresas necesitan adaptar sus estrategias hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) delimitados por las Naciones Unidas, son acciones independientes que compensan su impacto negativo de modelo de negocio.
Nuestro objetivo es inspirar a otras empresas a unirse a este movimiento global
Por el contrario, las empresas B Corp son un modelo de negocio creado para generar un impacto positivo en origen. Lograrlo no es tarea fácil: ahora todo el mundo quiere ser B Corp y, lógicamente, esta certificación no puede ser una barra libre. El proceso es muy riguroso y costoso a nivel de esfuerzos y de recopilación de información, que además debe ser enviada de forma muy transparente. Lograr el sello B Corp significa que hay que superar el 80% de los estándares.
En función del sector y el número de trabajadores que tenga una empresa, se establecen una serie de preguntas por áreas: energías renovables, proveedores de proximidad, reciclaje, diferencias entre el sueldo más alto y el sueldo más bajo, etcétera. Desde lo más sencillo a lo más complejo. Y cada año se puede mejorar la evaluación, tal y como hace, por ejemplo, The Body Shop, la mayor empresa B Corp fundada por una mujer, Anita Roddick.
“Año a año trabajamos muy duro para mejorar nuestros procesos, ya que en línea con nuestros propósitos de marca va luchar por un mundo más justo y bello. Mejorar la puntuación que obtenemos cada año es un reto. Al fin y al cabo, es lo que nos hace diferentes y únicos”, asegura la Activism & Communication Manager de The Body Shop, Marisa Gómez de Cañidamos.
“Las B Corp trabajamos juntas en todo el mundo para reducir las desigualdades, disminuir los niveles de pobreza, cuidar del medio ambiente, fortalecer las comunidades y crear puestos de trabajo dignos y con unos principios éticos. Nuestro objetivo es inspirar a otras empresas a unirse a este movimiento global”.
Las 110 empresas BCorp de España que ofrecen productos reconciliados con el planeta pertenecen a sectores muy diferentes y variados. Desde la alimentación de Flax & Kale, Heura o Danone, al textil de Ecoalf, la cosmética de Isdin o la mencionada The Body Shop. Incluso se incluye a algunas agencias de comunicación, como la Agencia Roman, quien ostenta con orgullo el logro de ser la primera consultora de comunicación con el sello. Su directora general, Silvia Alsina, explica que desde su empresa siguen "trabajando por construir un espacio común próspero y justo para todos”.
La evaluación B Corp también se usa para medir el impacto sin necesidad de obtener la certificación. No todas las empresas están ahora mismo a la altura de superarlo, aunque sí estén en el camino para lograrlo. De hecho, desde la comunidad B Corp imparten webinars gratuitos todos los meses para que las empresas empiecen a conocer cómo se evalúa el impacto B y logren formar parte de la comunidad de las empresas más sostenibles para el mundo.
Se es B cuando, como ciudadano o ciudadana, compramos productos reconciliados con el planeta
En este camino se encuentra también la agencia creativa La Escalera de Fumío, donde creen en el cambio a través de “la creatividad”, la comunicación y los proyectos de impacto positivo. “Lograr certificarnos como empresa B Corp nos ayuda a gestionar la empresa y transmitir a nuestros clientes esta propuesta con más coherencia y solidez”, afirma su director y socio, Raúl Espada.
Aunque las personas no podemos certificarnos como B Corp porque la herramienta está diseñada específicamente para las organizaciones, la sensibilización ciudadana sí que es parte fundamental de la organización. Se es B cuando, como ciudadano o ciudadana, compramos productos reconciliados con el planeta atendiendo a criterios de sostenibilidad. No podemos olvidar que nuestras decisiones económicas diarias son las que moderan el mundo.