Las grandes fortunas inmobiliarias se rifan las viviendas sostenibles
¿De qué sirve una casa si no tiene un planeta en el que situarse? De lo mismo que si no cuenta con materiales y mecanismos respetuosos con la salud del ser humano: de nada.
17 enero, 2022 02:13El lujo huye de la contaminación en busca de viviendas limpias, neutras y de energía cero capaces de producir suficiente energía como para satisfacer su consumo. Un ecosistema energético en el que “ocho de cada 10 españoles estarían dispuestos a realizar reformas en su hogar”, según desvela Cetelem, y en el que las grandes fortunas del sector inmobiliario se rifan las pujas, como demuestra Knight Frank en The Wealth Report 2021.
Gran parte de los hogares están muy lejos de los estándares medioambientales. Por eso, los nuevos inmuebles sostenibles son necesarios para mejorar la eficiencia, la descarbonización y la salud de todos. La construcción es sucia y causa el 56% de la contaminación anual de las ciudades. Por eso debemos renovar la energía necesaria para construir y usar alternativas al hormigón, al cemento y a los metales, que son los principales responsables de estas emisiones de CO2.
El de la sostenibilidad es todo un pastel que no olvida la salud, un elemento clave para que las grandes fortunas quieran viviendas exclusivas, pues como recuerda la arquitecto Paula Rosales, para ser sostenibles es necesaria la perspectiva humana y biosaludable. Una premisa que desde su estudio, More&Co, se aplica en todos los proyectos.
"El entorno y los objetos influyen en nuestro estado físico y mental", considera Paula Rosales de More&Co
“Revestimientos naturales, a ser posible ecológicos, que no emitan tóxicos ni compuestos orgánicos volátiles", reclama. "Y tratamientos de dióxido de titanio aplicados a pinturas y cerámicas que depuren el aire mediante el principio de fotocatálisis son algunos ejemplos”, señala. Para ella, el entorno y los objetos que usamos influyen directamente en nuestro estado físico y mental, al igual que generan un impacto en el medio ambiente.
En la práctica, esta nueva construcción es diferente del resto porque apuesta por el aislamiento y la respiración de la envolvente (fachada y ventanas). Funciona igual que una planta lo hace con sus hojas. Se orienta hacia la luz solar y optimiza al máximo su exposición, reaccionando, de forma inteligente, a los cambios produciendo energía fotovoltaica o inercias térmicas de los materiales.
Viviendas 'limpias' y asequibles
En las ventanas, los cristales adaptan transparencia y eficiencia energética en función de la luz y el calor del sol, mientras que las cubiertas son verdes, pero no por el color de las tejas, sino porque los tejados están sembrados con vegetales que aíslan térmicamente, reducen contaminación sonora y permiten que la casa "respire" de forma natural.
Los materiales para estas envolventes son la clave: tejas fotovoltaicas, bioplásticos, paneles de fibras de origen vegetal, resinas o materiales autorreparables mediante bacterias. Todos nuevos. Y aunque suenen a ciencia ficción, son muy reales y empiezan a construirse.
En España, en esta ocasión, no nos quedamos atrás y vamos a liderar un proyecto de escaparate mundial. El diseñador Karl Lagerfeld, conocido como el káiser de la moda, ha elegido Marbella para crear el lujo más ostentoso y sostenible. 5 villas firmadas por el diseñador junto con Sierra Blanca Estates. Donde el verdadero lujo radica en ser limpios y contribuir con el planeta. Depósitos de recuperación de agua de lluvia para autoabastecerse, tejados verdes, energía geotérmica, actuación de silvicultura con mas de 350 árboles en un entorno de mar y vegetación. Un hito que nos coloca en el planeta.
El siguiente paso es hacer posible que la vivienda limpia sea asequible para todos. Las reformas son una buena oportunidad para dar el punto 'eco' sin grandes dispendios pensando en materiales que puedan tener una segunda vida, como el acero, los azulejos o la madera.
Colocar paneles solares en España también es muy eficiente y renovable. Al igual que apostar por añadir grosor a las paredes y al suelo reduce de forma considerable el impacto de la calefacción en la factura. La monitorización para controlar los dispositivos, incluidas las lámparas y la propia calefacción, es sinónimo de no derrochar, especialmente en caso de olvido.
Y así, sumando y sumando, desarrollamos la responsabilidad para que no tengamos que preguntarnos más: '¿De qué sirve una casa si no tiene un planeta donde situarse?'.