El Gobierno de Mariano Rajoy ha redoblado la presión en Bruselas para paralizar, o al menos aplazar, el duro dictamen de la Comisión sobre los Presupuestos Generales de 2016. Y de momento sus esfuerzos han tenido éxito. El colegio de comisarios discutió brevemente este martes la opinión elaborada por el responsable de Asuntos Económicos, el socialista francés Pierre Moscovici, pero no la aprobó pese a que así se había anunciado.
El motivo de este retraso en el último minuto es la queja que el ministro de Economía, Luis de Guindos, hizo llegar al vicepresidente económico, el letón Valdis Domvrovskis, que pertenece a la misma familia política del PP europeo, según ha explicado a EL ESPAÑOL un alto funcionario de la UE. Ante esta protesta, el presidente del Ejecutivo comunitario, el también conservador Jean-Claude Juncker, ha decidido paralizar de momento el dictamen y hablar antes con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Desde el ministerio de Economía niegan cualquier intervención de Guindos para paralizar la opinión de Bruselas. “No es así. Nos hemos enterado siguiendo la rueda de prensa de Domvrovskis”, ha asegurado una portavoz. El vicepresidente fue precisamente el encargado de dar la versión oficial sobre el aplazamiento.
El polémico dictamen, que fue adelantado en exclusiva por EL ESPAÑOL el pasado jueves, alerta de que España incumplirá el objetivo de reducción del déficit público exigido por la UE tanto este año (se quedará en el 4,5% del PIB en lugar del 4,2% pactado) como en 2016 (3,5% en lugar de 2,8%). Por ello, pide introducir más ajustes en los Presupuestos durante la recta final de su tramitación parlamentaria. Y lanza ya un aviso al nuevo Gobierno que salga de las urnas el 20 de diciembre: deberá revisar las cuentas públicas de inmediato para garantizar que respeten el Pacto de Estabilidad.
En su rueda de prensa, Domvrovskis atribuyó el retraso a que Moscovici anunció la decisión antes de tiempo y presentó tarde el proyecto de dictamen a sus colegas. “El resto de comisarios tuvo poco tiempo para familiarizarse con los documentos del caso y por eso se ha decidido que se necesita más tiempo”, dijo el vicepresidente.
Pese a ser uno de los máximos defensores de la austeridad dentro del Ejecutivo comunitario, Dombrovskis evitó respaldar las críticas de Moscovici a los Presupuestos españoles o confirmar, pese a las preguntas de los periodistas, las cifras de déficit que ofreció el comisario francés. “Para evitar malas interpretaciones, es importante que comuniquemos la sustancia y ofrezcamos la imagen completa una vez que se haya adoptado la decisión. Es cuestión de un par de días”, se justificó el vicepresidente.
Moscovici desveló todos los detalles del dictamen sobre los Presupuestos españoles durante la rueda de prensa final del Eurogrupo del lunes, por iniciativa propia, sin que nadie le preguntara, y en un tono inusualmente crítico.
Daba por hecha una decisión que todavía no se había adoptado oficialmente en el Ejecutivo comunitario, aunque sí contaba con el visto bueno de los gabinetes de Juncker y Dombrovskis. Este anuncio prematuro enfadó a varios comisarios, según varias fuentes consultadas. Las palabras de Moscovici dejaron además en muy mal lugar al ministro Guindos, que apenas horas antes aseguraba que Bruselas no iba a pedir más recortes a España ni a hacerle ningún reproche.
De hecho, estaba previsto que el dictamen sobre los Presupuestos españoles se aprobara mediante un procedimiento escrito que vencía a las 15:00 horas del martes. Ello significa que si nadie objetaba antes de ese plazo se hubiera considerado adoptado de forma automática. Pero al inicio de la reunión semanal del colegio, “varios comisarios” plantearon dudas. Y el propio Moscovici no estaba en la reunión en Estrasburgo para defender su postura porque había viajado a Luxemburgo para asistir al Ecofin. “No había acuerdo en el colegio para adoptarlo”, explica otra fuente comunitaria.
De momento no hay fecha para la publicación del dictamen sobre los Presupuestos españoles ni tampoco está claro si finalmente la Comisión cederá a las protestas de España y suavizará las críticas. “Será difícil”, sostienen las fuentes consultadas y supondría un “golpe político” importante para la credibilidad del Ejecutivo comunitario.
¿Crítica excesiva? ¿Sesgo político?
Pero el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, el promotor de las políticas de austeridad en la UE, se ha declarado sorprendido por el tono “crítico” de Moscovici sobre los Presupuestos españoles y ha respaldado la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy. “Después de seguir la rueda de prensa de ayer de la Comisión Europea me sorprendí un poco, porque la Comisión fue mucho más crítica de lo que todos habíamos escuchado en el Eurogrupo”, dijo tras el Ecofin Schäuble.
También el ministro Guindos dio a entender que Moscovici se ha excedido en sus críticas a las cuentas públicas españolas y ha ido en sus declaraciones incluso más allá de lo que dice el proyecto de dictamen de la Comisión. “Lo que ha dicho el comisario Moscovici me parece fenomenal, lo respeto muchísimo, yo esta mañana le he dado un abrazo, pero la opinión de la Comisión es la que es”, señaló el titular de Economía. Eso sí, Guindos quiso dejar claro y repitió varias veces en su rueda de prensa tras el Ecofin que no ve “sesgo político” en la actuación del comisario francés por ser socialista.
“No me puedo creer que haya sesgo político”, ha resaltado el ministro de Economía. “Eso sería muy malo e iría en contra de la credibilidad” de la Comisión, ha agregado. En su opinión, los servicios del Ejecutivo comunitario “a veces aciertan y a veces se equivocan y en la tasa de crecimiento de España se han equivocado”. En todo caso, Guindos ha vuelto a dejar claro que el Gobierno no se plantea introducir recortes de última hora en los Presupuestos de 2016 porque está convencido de que con las medidas previstas ya se cumple el déficit.