Suavizan un acto en homenaje a presos de ETA para esquivar a la Audiencia Nacional
- La localidad navarra de Villava fue el escenario en el que varias organizaciones anónimas pretendían rendir tributo al asesino del matrimonio Jiménez-Becerril, entre otros.
Las organizaciones abertzales de Villava (Navarra) esquivaron la prohibición de la Audiencia Nacional suavizando el acto que tenían previsto en homenaje a cinco presos de ETA, entre ellos, el asesino del matrimonio Jiménez-Becerril y vecino del municipio.
Finalmente, una comitiva encabezada por una ikurriña recorrió las calles de la localidad y, al término de su recorrido, se dio lectura a un comunicado en la plaza Mayor que exigía el acercamiento de los presos de la banda terrorista. Durante su recorrido, les flanqueaban las fotos de los etarras, que decoraban las paredes de la localidad.
El sábado pasado, algunos rincones de Villava, próxima a Pamplona, aparecieron cubiertos con carteles de cinco miembros de la banda. En las imágenes se invitaba a la celebración de una kalejira -una marcha popular acompañada de música- contra la dispersión de los presos de ETA. El acto, convocado para el sábado, 9 de octubre, coincidía con la celebración de las fiestas patronales.
Las fotografías representaban a cinco terroristas. Destaca la presencia de Txetxu Barrios, miembro del comando Andalucía y autor del asesinato de Alberto Jiménez Becerril, y su esposa, Ascensión García, el 30 de enero de 1998. El terrorista, que formó parte de la lista de Euskal Herritarrok por el Parlamento de Navarra -y que llegó a jurar su cargo en la cámara- fue condenado a 60 años de prisión en 1999 por este crimen.
Mikel Oroz Torrea, alias Peru, es otro de los presos representados en los carteles de la convocatoria. La Policía francesa lo detuvo en marzo de 2011 y era considerado uno de los hombres fuertes dentro del aparato militar de la banda por su habilidad en la fabricación de explosivos. Otra foto que animaba a la asistencia al acto era la de Izaskun Lesaka, que escaló posiciones dentro de la banda tras la operación que culminó con la detención de Oroz. Fue detenida en 2012, también en Francia, cuando lideraba el aparato militar.
Los otros dos presos representados son José Javier Osés Carrasco y María Lizarraga Merino. El primero formó parte de varios grupos de violencia callejera relacionados con la estructura de ETA. Participó en más de una decena de ataques contra cargos de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y del Partido Socialista de Navarra (PSN). La segunda fue detenida y condenada a 20 años de prisión en 2010 por pertenencia a banda armada. Según la sentencia emitida por la Audiencia Nacional, Lizarraga y su compañero Unai Fano Aldasoro pretendían cometer actos de "superior envergadura en pro de ETA y con conculcación de los bienes afectantes a la paz pública y al orden social".
En esta ocasión, los carteles no venían firmados por ninguna organización, lo que dificultaba una posible iniciativa judicial contra la convocatoria. Sin embargo, Teresa Jiménez Becerril, eurodiputada y hermana del político asesinado, presentó una denuncia ante la Audiencia Nacional por la celebración del acto. La sala prohibió este homenaje por considerarlo enaltecimiento del terrorismo.
En conversación con EL ESPAÑOL, Carmen Alba, delegada del Gobierno de Navarra, apuntó que la falta de una organización convocante dificultó su actuación: "Yo no tengo ninguna solicitud de manifestación ni de concentración para Villava, por lo que no puedo hacer nada -apuntó-. Lo que podemos hacer es ir y estar vigilantes por si se produce algún delito". Alba, además, consideró el acto como un "despropósito": "En vez de honrar a las víctimas y dignificar su memoria nos encontramos con que una pequeña parte de la población navarra se dedica a querer homenajear a los asesinos. Esto dice muy poco de la calidad humana de aquellos quienes lo hacen".
Mikel Oteiza es alcalde por Bildu del municipio de Villava. La agrupación abertzale cuenta con 8 concejales; Geroa Bai, con tres; UPN, con tres; Izquierda-Ezkerra, con dos; y el PSN, con uno. "Me sorprende la polémica -apunta Oteiza-. Ha trascendido que es un acto en homenaje a no sé quién, pero esto es un acto que reivindica el acercamiento a los presos. No le veo otra lectura".