Corresponsal en Bruselas

“El Parlamento Europeo ha sido una escuela para nosotros, ha sido una universidad para prepararnos para gobernar en España”. Es el balance que ha hecho el líder de Podemos, Pablo Iglesias, de su paso por la Eurocámara. Su partido dio la sorpresa en las elecciones europeas de mayo de 2014 al obtener cinco escaños. Quince meses después, Iglesias vuelve a España para protagonizar la campaña de las elecciones del 20-D. Ha cumplido con corrección la mayoría de sus obligaciones en Bruselas y Estrasburgo, aunque ha seguido desarrollando la mayor parte de su actividad política en España mientras era eurodiputado. Repasamos los principales hitos de su trayectoria.

1. Ser protagonista desde el primer día

Tras dar la campanada en las elecciones europeas, Iglesias se presentó como aspirante a presidir la Eurocámara por el Grupo de Izquierda Unitaria (GUE), en el que se inscribió Podemos. Aunque no tenía ninguna posibilidad de ganar, su candidatura le dio un protagonismo inusual para un diputado novato. Iglesias pidió el voto “para frenar a la gran coalición que impone la austeridad y el totalitarismo financiero”. Logró 51 sufragios frente a los 409 votos del ganador, el socialista Martin Schulz, que contó con el apoyo de populares y liberales.

2. Se puede vivir con menos sueldo

Tanto Iglesias como el resto de eurodiputados de Podemos se comprometieron, para dar ejemplo, a no cobrar más del triple del salario mínimo interprofesional en España. En total, 2.250 euros netos al mes porque se abona en 12 pagas en vez de en 14. El resto del salario que les paga la Eurocámara (8.000 euros brutos mensuales), lo dedican a donaciones. Iglesias anunció que la mayor parte de su sueldo iría a su programa La Tuerka. Pero en la web del partido no figura el desglose de estas donaciones, que se han situado entre 3.700 y 4.000 euros mensuales.

3. Hay iniciativas que desaparecen

Podemos anunció durante la campaña de las europeas que una de sus principales medidas sería un proyecto de directiva anticorrupción para la UE. El exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, número cinco en la lista de Podemos, iba a encargarse de elaborarla. Pero Jiménez Villarejo dejó el escaño en julio de 2014, pocos días de haber tomado posesión, por razones personales. De la directiva nunca más se supo. Teresa Rodríguez anunció en febrero de este año que dejaba su escaño para presentarse a las elecciones andaluzas. Poco después renunció Pablo Echenique para aspirar a la presidencia de Aragón. Con la dimisión de Iglesias, sólo queda Lola Sánchez del equipo original elegido en 2014.

4. Hay que producir

El secretario general de Podemos ocupa el puesto 46 entre los eurodiputados más activos, según la clasificación que elabora el sitio web Mepranking.eu. Es decir, un puesto alto sobre el total de 751 parlamentarios. Supera ampliamente a los líderes en la Eurocámara del PP, Esteban González Pons (puesto 375); del PSOE, Iratxe García (335); o de Ciudadanos, Javier Nart (315). Es titular en las comisiones de Exteriores y Derechos Humanos. Sólo ha elaborado un informe como ponente alternativo, sobre el impacto de los sistemas de vigilancia en los derechos humanos, lo que no es extraño porque resulta muy difícil ser ponente en el Parlamento Europeo. Pero ha intervenido hasta en 250 ocasiones ante el pleno y ha presentado 350 preguntas parlamentarias a la Comisión, según los datos de Votewatch.

5. Los acuerdos son necesarios

Aunque el enfrentamiento con los socialistas ha sido la tónica general durante su andadura en la Eurocámara, Iglesias logró que el PSOE e incluso Ciudadanos se sumaran a una iniciativa suya contra el Gobierno de Mariano Rajoy. El líder de Podemos promovió en julio de 2014 el envío de una carta conjunta de eurodiputados al presidente del Gobierno que exigía reformas para frenar los desahucios. Sólo los parlamentarios del PP y de UPyD se negaron a firmar la misiva.

6. Venezuela, también polémica en la UE

Una de las actuaciones de Iglesias en la Eurocámara que ha provocado más críticas es su voto sobre Venezuela. Los eurodiputados de Podemos (y también los de Izquierda Unida) se opusieron el pasado mes de marzo a una resolución que expresaba su preocupación por el deterioro de la situación política en el país y reclamaba la liberación inmediata de los opositores. El texto salió adelante con el apoyo de populares, socialistas y liberales. Podemos justificó su "no" alegando que la resolución dificultaba el diálogo.

7. Las grandes ausencias se notan

Pablo Iglesias ha participado en el 93% de las votaciones de la Eurocámara en las que se ha contabilizado el voto nominal, cifra que está por encima de la media, según Mepranking.eu. Pero su asistencia a los plenos se ha situado en el 72%, por debajo del promedio de los eurodiputados españoles (88,8%). Y ha faltado en varias ocasiones sonadas. En junio no llegó a tiempo a una votación sobre el acuerdo comercial entre la UE y EEUU (TTIP, por sus siglas en inglés), al que Podemos se opone. A principios de octubre, Iglesias llegó de nuevo tarde a un debate sobre la crisis de los refugiados. En ambos casos lo atribuyó a malentendidos sobre la agenda.