Sevilla

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, demostró el miércoles que sabe cómo ser una mujer de Estado, que su papel va más allá que gobernar una comunidad y que sabe cómo y cuándo ejercer el liderazgo. Tras presidir el Consejo de Política Federal del PSOE, le preguntaron sobre los planes independentistas de Cataluña y tomó las riendas: hizo un llamamiento a Mariano Rajoy para que convoque a todas las fuerzas políticas porque "es el momento de defender la unidad de España y la Constitución". Sin embargo, por ahora Rajoy sólo tiene en su agenda a PSOE y Ciudadanos.

Para Díaz, los pasos para reconducir la situación pasan en primer lugar por el cumplimiento de la ley y luego por el diálogo. "Primero la ley, se llame como se llame y ocupe la responsabilidad que ocupe, todo el mundo tiene que cumplirla y con más ahínco quienes están en puestos de responsabilidad en órganos del Estado o en Gobiernos en funciones", dijo, según recoge Europa Press. En cuanto al diálogo, Díaz quiso dejar claro que el presidente del Gobierno no está solo en esa defensa de la unidad de España. "Cuenta con todos los demócratas de España", apostilló y de ahí la petición de diálogo y que esta incluya a todos los partidos.

En su gesto también iba implícito tender la mano. Dijo que en la defensa de la Constitución no mira el color en la presidencia del Gobierno, y que ya se lo ha demostrado a Rajoy en varias ocasiones. En ese “arrimar el hombro”, midió bien el calado de lo que decía y se afanó por aclarar que esa defensa de España y de la Constitución era "como presidenta de Andalucía y lo voy a defender dentro de mi partido".

Sin embargo, ese protagonismo inicial de Díaz horas después era para Pedro Sánchez. Este se reunía con Rajoy y compartían vía Twitter una foto juntos a las puertas de La Moncloa y un comunicado pactado informando de la reunión que han mantenido sobre ese asunto. En el PSOE andaluz intentaron templar el ambiente y aseguraron que las declaraciones de Díaz no pueden ser entendidas en ningún momento como que ella marque camino alguno, sino que simplemente fue a ella a quien se le preguntó tras aquel acto. Y la prueba, es ese encuentro posterior en la Moncloa. El termómetro de las relaciones entre Díaz y Sánchez podrá medirse el próximo 7 de noviembre en un acto de precampaña en Almería.

De todas formas, no es la primera vez que Díaz desplaza de primera línea a Pedro Sánchez respecto a Cataluña. Ya a finales de septiembre, la líder andaluza reclamaba a Rajoy la celebración de una Conferencia de Presidentes Autonómicos. No sólo así reclamaba el protagonismo de las comunidades autónomas, también en aquella ocasión quiso ir más allá del pacto de Estado entre los grandes partidos (en el que el protagonismo le correspondería a Sánchez), apuntando que debería ser un acuerdo de todo el arco parlamentario.

Díaz también es una experta en el manejo de los tiempos. Siempre ha mantenido que "no se debía perder ni un minuto" en Cataluña. "No es un tiempo de descuento. Hay que aprovechar hasta diciembre para coser y unir una sociedad que algunos, de forma irresponsable, han fracturado, tanto en Cataluña como en España", reclamó en aquel consejo territorial socialista celebrado a finales de septiembre. 

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