Es demasiado tarde. Tarde para rectificar el fichaje de Irene Lozano por el PSOE y tarde para disimular el incendio que ha provocado su entrada en la lista de Madrid. Tras un viernes de agitación interna coronado por la decisión de Andalucía de no votar la lista por Madrid, encabezada por Pedro Sánchez, la mayoría de los barones socialistas han tratado de coordinar el mensaje para arropar a su líder.
¿Todos? No. En el Comité Federal, el máximo órgano de decisión entre congresos, faltaron este sábado el presidente de Asturias, crítico con el fichaje. Susana Díaz, que llegó a Madrid más de una hora tarde, evitó hacer declaraciones. Mari Luz Rodríguez, miembro de la Ejecutiva de Sánchez a la que Lozano desplazó de su puesto en la lista de Madrid, ni se presentó.
Finalmente, el PSOE avaló por amplia mayoría las polémicas candidaturas para el 20 de diciembre un día después de que se cerrasen los nombres. En la sala reinaba un "silencio atronador" y la "tensión", en palabras de varios participantes. Estos encuentros suelen durar horas por las decenas de intervenciones que se solicitan. El de este sábado fue rápido y con sólo nueve participantes. Ningún socialista andaluz pidió la palabra, pese a la desautorización impulsada por Díaz este viernes al evitar votar la lista de Madrid. Nadie mencionó a puerta cerrada el fichaje de Lozano. Ni siquiera el propio Pedro Sánchez.
Mensaje coordinado
Lozano irá en las listas como número 4 por Madrid. Por ese motivo, los máximos dirigentes socialistas trataron escenificar un cierre de filas en torno a Sánchez.
“Cualquier apertura del partido es positiva”, ha dicho Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, que sí reconoció el "malestar" interno. Sánchez tiene “todo el derecho del mundo a hacer lo que crea que tiene que hacer”, ha dicho Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura, tras exigir este viernes a Lozano que pidiese perdón. Sara Hernández, jefa de los socialistas madrileños, aseguró que es una buena noticia que independientes se quieran “subir a ese barco” y la catalana Carme Chacón que la decisión de Lozano de pasarse al PSOE es “una evidencia” que prueba que ya no piensa lo mismo.
Cuando Susana Díaz llegó, Pedro Sánchez ya había empezado a hablar. El secretario general no esperó a la andaluza, que este viernes desautorizó explícitamente a su jefe de filas. Javier Fernández, presidente de Asturias, ni siquiera se dejó caer para apoyar una lista en la que va Lozano, que tuvo un papel importante en la desestabilización de su Gobierno en la legislatura pasada.
"Los de dentro y fuera del partido"
En su discurso, Pedro Sánchez ha asegurado que 2015 está siendo “un mal año” para los que querían un PSOE “débil”. “Hoy somos un partido más fuerte y más unido”, ha dicho, agradeciendo a los candidatos su compromiso y augurando una victoria socialista contra el PP.
Para él, los candidatos del PSOE destacan por su "capacidad", "honradez" y "decencia" y aludió a los "por primera vez venidos, de dentro y fuera del partido". Eso sí, no citó a Lozano, de quien todo el mundo habla.