El Tribunal Supremo ha confirmado en una sentencia la expulsión de Nouredinne Ziani, un "colaborador muy relevante" de los servicios secretos marroquíes que operaba en nuestro país. Ziani, que también era presidente de la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña, fue obligado a abandonar nuestro país en mayo de 2013 por orden del Ministerio del Interior a la vista de los demoledores informes del Centro Nacional de Inteligencia y de la Policía.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo ha rechazado el recurso con el que Ziani pretendía que su expulsión fuera revocada. El tribunal considera suficientemente motivados los informes del servicio secreto español y de la Policía, de los que se desprende que "ponía en riesgo la seguridad del Estado, comprometiendo la política exterior española y constituyendo una amenaza contra la estabilidad de sus instituciones".
Según esos informes, Ziani elaboraba desde Barcelona "numerosos informes periódicos" para los servicios secretos de Marruecos y "por mandato expreso" de éste "ha favorecido la difusión de ideologías extremistas religiosas, buscando y consiguiendo la relación y el apoyo de los principales líderes salafistas mediante el impulso y la financiación de sus proyectos de construcción de centros de culto y mezquitas".
Además, Ziani se había rodeado de colaboradores repartidos por las cuatro provincias catalanas "al objeto de obtener información para poder utilizar en su beneficio y en el del servicio extranjero que le dirige".
Según el CNI, el espía "manipulaba las voluntades" de los representantes musulmanes en Cataluña y transmitía a las autoridades locales "a modo de presión" su "alta capacidad de movilización" de las comunidades musulmanas.