Juan Sanhermelando Patricia López

El próximo Gobierno que salga de las urnas el 20-D tendrá que corregir los Presupuestos de 2016 de Mariano Rajoy y aprobar de inmediato nuevos ajustes si quiere evitar enfrentarse a sanciones de la UE. La Comisión Europea ha empeorado este jueves sus pronósticos de déficit público para España respecto a las cifras que calculó hace menos de un mes. El déficit español acabará en el 4,7% del PIB este año, en lugar del 4,2% que exige Bruselas; y se situará en el 3,6% en 2016, frente al 2,8% comprometido, según las previsiones económicas de otoño del Ejecutivo comunitario.

 

En su crítico dictamen sobre los Presupuestos de 2016 publicado el 12 de octubre, Bruselas calculó un desfase presupuestario del 4,5% para este año y del 3,5% para el que viene. El Gobierno de Rajoy descalificó entonces las cifras del Ejecutivo comunitario argumentando que no estaban actualizadas y no tenían en cuenta el incremento de los ingresos fiscales y ratificó que cumpliría las metas de la UE. Sin embargo, la nueva revisión no mejora sino que deteriora el pronóstico de déficit.

 

La Comisión atribuye estos cambios a dos factores. En primer lugar, la cifra final de déficit de 2014 se ha revisado al alza del 5,8% al 5,9% por una rebaja del nivel de PIB nominal. Este incremento genera un efecto arrastre sobre los resultados de 2015. En segundo lugar, la oficina estadística comunitaria, Eurostat, ha obligado a España a imputar como déficit este año los gastos de 1.500 millones de euros aflorados en la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Zaragoza. Con todo ello, España necesitaría otra prórroga de un año, hasta 2017, para situar el déficit por debajo del umbral del 3% que fija el Pacto de Estabilidad. Sólo entonces el déficit bajaría al 2,6%, según los cálculos de Bruselas.

Previsiones de la Comisión Europea

 

El Ejecutivo comunitario avisa además de que el déficit podría ser todavía mayor del previsto si no se aplica una mayor contención del gasto en las comunidades autónomas. “Los riesgos para esta previsión de déficit se derivan del grado de restricción del gasto, sobre todo en el nivel de gobierno regional”, señala Bruselas en sus previsiones económicas de otoño. "Pensamos que es difícil que las comunidades autónomas cumplan", apuntan fuentes europeas. Pero el Ejecutivo comunitario también teme que haya desviaciones en la Seguridad Social.

Como resultado de este descontrol, la deuda pública seguirá aumentando hasta el 100,8% del PIB este año y tocará techo en el 101,3% en 2016, antes de empezar a descender lentamente hasta el 100,4% en 2017.

 

El crecimiento se desacelera

 

Por lo que se refiere a las previsiones de crecimiento, Bruselas mantiene las mismas cifras que utilizó para su dictamen sobre los Presupuestos, aunque avisa de que la economía española se desacelera. Para este año, la Comisión espera un crecimiento del 3,1%, frente al 3,3% que calcula el Gobierno. Este ritmo se reducirá paulatinamente hasta el 2,7% en 2016 (en lugar del 3% que vaticina el ministerio de Economía) y el 2,4% en 2017.

 

“Pese a la desaceleración prevista, el crecimiento seguirá siendo fuerte durante el periodo de la previsión, respaldado por la evolución en general positiva del mercado laboral, una mejora del acceso al crédito tanto para las empresas como para los hogares y un aumento de la confianza, mientras que los bajos precios del petróleo continuarán proporcionando un potente impulso”, explica la Comisión. El consumo privado seguirá siendo el principal motor de crecimiento, las exportaciones se mantendrán fuertes y la construcción ganará impulso desde 2016.

 

El crecimiento de España este año duplicará la media de la eurozona (1,6%) y supera ampliamente a Alemania (1,7%), Francia (1,1%) o Italia (0,9%). Será el séptimo más alto de la UE, sólo por detrás de Irlanda (6%), Malta y República Checa (4,3%), Polonia y Rumanía (3,5%) y Eslovaquia (3,2%) y empatado con Luxemburgo (3,1%).

Previsiones de la Comisión Europea

A partir del año que viene, la economía se desacelera porque algunos de los factores que han impulsado el crecimiento en 2015 perderán fuerza. En particular, el impacto de la rebaja del IRPF, la reducción de los precios del petróleo, el programa de compra de deuda del Banco Central Europeo y la depreciación del euro, según explican las fuentes consultadas. Además, empeora el panorama internacional, lo que todavía podría reducir más el crecimiento.

Bruselas prevé que España sólo recupere el nivel de riqueza que alcanzó en 2008, antes de la crisis, al final del periodo de las previsiones, es decir, en 2017.

 

La tasa de paro, la segunda más alta por detrás de Grecia 

En cuanto a la evolución del mercado laboral, el Ejecutivo comunitario avisa de que la creación de empleo se modera, aunque seguirá avanzando. “La moderación salarial, que se traduce en aumentos modestos de los costes laborales unitarios nominales, continúa apoyando una robusta, aunque en desaceleración, creación de empleo, que permitirá que siga bajando el paro”. La tasa de desempleo bajará del 22,3% de media este año al 20,5% en 2016 y al 19% en 2017, aunque seguirá siendo el doble que la media de la UE y la segunda más alta después de Grecia.

Previsiones de la Comisión Europea

La inflación seguirá en territorio negativo a corto plazo y se situará de media en el -0,5% en 2015 sobre todo por la caída de los precios del petróleo. En los próximos meses empezará a remontar hasta el 0,7% en 2016 y el 1,2% en 2017, aunque se mantendrá en niveles bajos porque todavía queda capacidad no utilizada en la economía.

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