Tras dos días de debates con todos los grupos políticos del fragmentado Parlament catalán, Artur Mas se va a casa como president en funciones y con su investidura pendiente de los designios de la CUP. El no de los 10 diputados del partido anticapitalista ha frustrado la primera votación para encontrar al president que encabece el desafío soberanista.
Sólo los 62 diputados de la coalición Junts pel Sí han apoyado a Mas frente a los 73 diputados de toda la oposición en bloque. El mapa de votaciones de la cámara catalana escenificaba así la gran división en Cataluña.
La soledad de Mas
Esta soledad de Artur Mas llega sólo un día después de que su partido y la CUP se unieran para aprobar la moción de desconexión con España, una iniciativa que ya ha puesto a toda la maquinaria del Estado para frenar el desafío soberanista.
Para este primer intento frustrado, Artur Mas necesitaba una mayoría absoluta de 68 diputados que sólo podía haber alcanzado con el apoyo de la CUP. El jueves tendrá una segunda oportunidad en la que tendrá que alcanzar una mayoría simple para ser investido. Le bastarían los 62 votos de sus diputados y al menos dos diputados de la CUP y la abstención de ocho. Una carambola que parece poco probable tras los debates de este martes en la cámara catalana.
El críptico mensaje de Baños en el debate no deja claro cuál será exactamente el papel de la CUP. "En el 15-M había una pancarta que ponía: ‘si te crees imprescindible vete a casa y vuelve mañana’. Señor Mas, váyase a casa y vuelva el jueves", ha dicho en referencia a la próxima votación. En su intervención, el cabeza de lista de la CUP ha tendido la mano a Mas asegurando que el presidente tiene su compromiso pero "no nuestro voto incondicional".
"Me ha dado un infarto"
La complicada relación de equilibrio entre los intereses de Mas y la CUP ha generado incluso bromas en esta sesión de investidura frustrada. Baños ha bromeado sobre la posibilidad de reunir en asamblea a los diputados de Junts pel Sí y la CUP para decidir sobre el próximo president.
"¿Por qué no nos reunimos un día los 72, votamos allí y lo decidimos?", ha bromeado Artur Mas. "Me ha dado un infarto", ha ironizado Baños tras escuchar la propuesta. Baños lo ha encajado como una broma y le ha seguido el juego, ha "aceptado" el reto aunque con la condición de que la votación sea secreta, una irónica alusión a las dudas que podrían tener los diputados de ERC a la hora de emitir su voto.
En su última intervención en el Parlament, Mas ha insistido con la idea e incluso ha aceptado que se vote "secretamente", lo que ha alimentado las especulaciones sobre si finalmente la broma se convertiría en una realidad, pero fuentes de la CUP han señalado posteriormente que ninguna decisión sobre la investidura la tomarán de esta manera, puesto que la idea no era más que una "ocurrencia" del president.
Reuniones tras el pleno
Al término del pleno, Mas ha intercambiado unas palabras con Baños junto a las escalinatas del Palacio del Parlament, antes de acceder a la zona de despachos junto con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y otras caras visibles de JxS, como Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull o Lluís Corominas.
También tras el término de la votación, los diputados de Junts pel Sí, Artur Mas, Raül Romeva, Oriol Junqueras y Jordi Turull mantuvieron una reunión de media hora en uno de los despachos del Parlament para intentar "encontrar las mejores fórmulas, propuestas y soluciones" para desencallar el pacto de investidura.
Junqueras ha descartado que el candidato no sea Mas: "Tengo mucha confianza en que saldrá bien. Trabajamos para ello".
Ha descartado un candidato que no sea Mas y ha insistido en que volverá a ser el candidato que se votará el jueves: "Tengo mucha confianza en que saldrá bien. Trabajamos para ello. Estamos convencidos de que todo acabará en una formulación exitosa y este país tendrá investidura y Govern".