Después de la escalada verbal de los últimos días, las formaciones soberanistas se han esforzado este jueves para volver a la tranquilidad y a la discreción que ha caracterizado las negociaciones entre Junts Pel Sí (JxS) y la CUP. Desde ambas filas se han lanzado mensajes que dan a entender que finalmente habrá acuerdo y, en un hecho inédito hasta la fecha, la CUP ha evitado explicitar por primera vez su rechazo a Artur Mas en una rueda de prensa.
La CUP ha convocado este jueves a los medios para cargar contra la “ofensiva mediática” que se ha llevado a cabo los últimos días por parte de un sector de CDC. La formación anticapitalista ha afeado el “neoautonomismo” de Francesc Homs y Andreu Mas-Colell, que desde el pasado jueves han lanzado diversos dardos a la CUP. Mas-Colell acusó al partido de Baños de “asfixiar” el proceso con sus exigencias. Homs, por su parte, aseguró que el independentismo no tenía apoyo suficiente para “culminar” la independencia y confió en una negociación con el Estado después de las elecciones generales. Los anticapitalistas, sin embargo, han desligado esta “ofensiva mediática” del ambiente que hay en la mesa negociadora y han mostrado su confianza en un acuerdo.
La formación asamblearia ha querido dejar claro que JxS no se está “bajando los pantalones” ante sus exigencias y ha recordado que la mayoría de cosas que se han aprobado hasta ahora estaban incluidas en el programa de JxS. “Que no carguen a la CUP cosas que hacemos entre todos y que tal vez no gustan a cierta gente”, ha dicho Baños en clara referencia a Homs y Mas-Colell, ambos dirigentes de la máxima confianza de Mas.
Los diputados de la CUP realizarán la semana que viene (entre martes y jueves) una ronda de consultas con las asambleas territoriales en las que se planteará la posibilidad de investir a Mas. La decisión final la tendrá una asamblea nacional que se celebrará el 29 de noviembre. En la CUP, no obstante, están esperando que se concrete la propuesta de JxS, que de momento no ha planteado ningún nombre alternativo a Mas, según confirman fuentes de ambos partidos. El acercamiento entre ambas formaciones pasaría por concretar y garantizar al máximo el “plan de choque” social y el inicio del proceso constituyente a cambio de mantener al president.
El “teatro” de CDC
Fuentes de ambas formaciones afirman que el ambiente en la mesa negociadora no se ha enrarecido con la escalada verbal de los últimos días. Tanto en JxS como en la CUP atribuyen las palabras de un sector de Convergència a dos factores. En primer lugar existe cierto rechazo interno de una parte del partido a la vía independentista. Este sector puede tener alguna influencia dentro de CDC, pero queda muy diluido dentro de la coalición de JxS, donde hay también muchos diputados de ERC e independientes, todos ellos comprometidos con el soberanismo.
En segundo lugar, fuentes de JxS reconocen que la proximidad de las elecciones generales ha obligado a CDC a “montar una coartada” para que no se le pueda responsabilizar en el caso de que las negociaciones con la CUP no lleguen a buen puerto. A pesar de los reproches que ha habido últimamente, este jueves se percibían buenas sensaciones entre ambos grupos en los pasillos del Parlament.
Los pesos pesados, al rescate
Ante los tambores de nuevas elecciones, los cargos más destacados de JxS aparecieron a última hora del miércoles para rebajar la tensión. Artur Mas fue de los primeros que salió al paso, a pesar de que desde el 27-S mide con cuentagotas sus comparecencias públicas. El president en funciones lanzó el miércoles un mensaje conciliador desde Igualada. “No hay soluciones mágicas, pero hay soluciones”, aseguró Mas, que defendió un “pacto en el que nadie gane por goleada”.
Homs también hizo un paso atrás y moduló su discurso. Después de haber marcado unas “líneas rojas” a la CUP que la formación anticapitalista consideró una “muestra de arrogancia”, el candidato de CDC a las generales aseguró en una entrevista en RNE que “todavía había margen” para un acuerdo antes del 20-D. “No consideramos que esto esté bloqueado. Todavía quedan espacios de negociación abiertos”.
También Junqueras compareció para señalar que no llegar a un acuerdo “sería un fraude”. El presidente de ERC convocó a su ejecutiva de urgencia el miércoles por la tarde para intentar apagar el fuego cruzado entre CDC y la CUP. Junqueras trató de inyectar optimismo en las negociaciones y afirmó que veía “probable” un pacto entre las dos formaciones.
Finalmente, el independiente Raül Romeva ha confirmado este jueves que la situación no está enquistada. “Puede parecerlo pero no estamos bloqueados, en absoluto”, ha asegurado en Catalunya Ràdio. “Se trata de buscar una solución que no humille a nadie pero tampoco signifique una renuncia total”. Romeva, uno de los negociadores destacados de JxS, se ha reunido con Mas en el Parlament después del pleno de este jueves.
Vuelta la discreción
La CUP ha insistido a JxS en que es “imprescindible” que la negociación se haga de manera discreta y sin filtraciones a los medios. La formación anticapitalista es muy cauta en este aspecto y le molesta mucho “negociar a través de la prensa”. Los diputados anticapitalistas incluso cambiaron a última hora del miércoles pasado su decisión de abstenerse en la votación a Mas por culpa de una filtración.
En la CUP no sentó bien que un fotógrafo de El País les esperara a su llegada a la reunión con Mas el día anterior al debate de investidura. Pero la gota que colmó el vaso fue constatar que el resultado de ese encuentro también se filtró a la prensa. En ese momento la CUP decidió cambiar la “abstención reflexiva” que había pactado con JxS por el “no tranquilo” que expresó Baños en la investidura.