Si cualquiera entra una mañana en los lujosos salones del Hotel Palace de Madrid, es más que probable que encuentre allí sentado a uno de los hombres más poderosos de España. Un tanto cheposo por el peso de su altura y sus años, con el aspecto cambiante por unos achaques de salud que él mismo suele magnificar y siempre luciendo una educación y una vestimenta exquisitas, Mauricio Casals Aldama (1949, Barcelona) se reúne en ese punto con periodistas, otros directivos de empresas y políticos de todo pelaje. Ése es el centro de operaciones del hombre fuerte del Grupo Atresmedia, dueño de Antena 3 y La Sexta.

No obstante, sus encuentros más interesantes tienen lugar en secreto, sea en su despacho de la última planta de La Razón, sea en reservados de suntuosos restaurantes o sea en el Palacio de la Moncloa, adonde ha acudido en innumerables ocasiones durante las últimas legislaturas. En el complejo presidencial, se ha visto con los dos últimos presidentes del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, pero sobre todo ha visitado a las dos vicepresidentas, María Teresa Fernández de la Vega y Soraya Sáenz de Santamaría, con quienes ha mantenido excelsas relaciones.

Un ex directivo del grupo Planeta recuerda a EL ESPAÑOL cómo eran los encuentros en tiempos del PSOE: “Cuando íbamos a ver a María Teresa Fernández de la Vega, siempre le llevábamos flores o cajas de bombones”. “Es un monstruo de las relaciones personales, un virtuoso, y se hizo íntimo de María Teresa”. Algo que después también ha ocurrido con Soraya. “Se desvive por ellas, las cuida, las llama todos los días y si hay que hacerles un favor, se lo hace”, remacha este antiguo colaborador suyo que, como casi todas las fuentes consultadas, prefiere quedarse en el anonimato. Cultivar estas relaciones es su principal ocupación porque antes era el hombre en la capital del todopoderoso José Manuel Lara y ahora hace el mismo papel con José Creuheras, sustituto de Lara al frente de Planeta.

‘El príncipe de las tinieblas’

Relaciones públicas, mediador, intermediario o conseguidor son los adjetivos que más se repiten para definir a un hombre que en el sector mediático es conocido como El príncipe de las tinieblas, un apodo un tanto injusto desde el punto de vista fisonómico porque no guarda demasiadas similitudes aspectuales con el personaje principal de la película de terror de 1987 que lleva ese nombre.

En un artículo escrito en septiembre de 2013, el presidente de Eldiario.es, José Sanclemente, que había conocido a Casals en el consejo de administración del extinto diario ADN, afirmaba desconocer quién había acuñado ese mote. Pero, eso sí, definía al personaje: “Tenía fama, y él la alimentaba, de ser un personaje algo tétrico, oscuro, reservado con sus fuentes y contactos, que manejaba y cuidaba con tesón como el máximo garante de su poder negociador. Un poder que iba creciendo con el tiempo y hasta con los cambios de signo de los diferentes gobiernos”. Además, recordaba otro post suyo de 2009, donde decía esto: “Más abominable e ilegitimo es que algún príncipe de las tinieblas utilice la responsabilidad que tiene en su diario no sólo para manipular la información en interés económico de su cabecera, sino para hacer negocios para sí mismo con políticos, instituciones y anunciantes. Debería ser igualmente abominable que estos políticos y anunciantes contraten sus servicios de 'intermediación' aprovechando la siniestra influencia de El Príncipe”.

En teoría, este hombre casado con una mujer oriunda de Suiza y padre de tres hijos es el representante en Madrid del Grupo Atresmedia, editor de Antena 3 y La Sexta. En la práctica, Casals es mucho más que eso porque en los últimos diez años ha tejido una red de amistades y relaciones de vasos comunicantes entre los sectores político, económico y mediático. En esas aguas procelosas se mueve mejor que nadie y así, por ejemplo, mantiene una estupenda sintonía, pese a las discrepancias propias del competidor, tanto con todos los grandes editores de la prensa española como con los dirigentes de los diferentes partidos políticos.

Paradójicamente, al presidente de La Razón no le gusta aparecer en los medios de comunicación. Quizás de ahí viene su apodo. Huye de los focos y prefiere situarse en la oscuridad que garantiza estar entre bambalinas. “Es muy inteligente y prefiere estar siempre en un segundo plano, no le gusta figurar en ningún sitio”, sostiene alguien que ha trabajado con él durante años. Como todo hombre que se mueve en las sombras, sus andanzas se sitúan entre la cruda realidad y la mera leyenda.

No obstante, hay movimientos innegables. EL ESPAÑOL ha desvelado estos días cómo Casals se reunió con el extesorero del PP Luis Bárcenas en varias ocasiones para mediar entre el imputado y el Gobierno de Rajoy en 2012 y 2013. El propio afectado admitió la existencia de las reuniones a preguntas de este diario. Y el director de La Razón, Francisco Marhuenda, también ha reconocido este miércoles que se produjeron esos contactos. En concreto, fueron “ocho, diez o doce veces”. Marhuenda justifica dichas reuniones como un trabajo periodístico para explorar la versión del imputado. Bárcenas anota en sus papeles que el contenido de los encuentros era diferente. Dos años atrás, El Mundo ya publicó un SMS que Bárcenas había enviado al directivo de Atresmedia.

Clave para el mercado televisivo

También es un hecho conocido que Casals fue un pilar clave en la fusión entre Antena 3 y La Sexta. Él se llevaba a las mil maravillas con Rajoy y Soraya, él trabajaba para Lara en Planeta y él mantenía una muy buena relación con los gestores del canal que en su día Zapatero había otorgado a Jaume Roures, José Miguel Contreras, Miguel Barroso y Antonio García Ferreras. En 2012, cuando el negocio de La Sexta estaba en números rojos, se produjo la fusión con Antena 3 y, por ende, el nacimiento de Atresmedia.

Este episodio es recordado en el sector de los medios como uno de los ejemplos más evidentes del maridaje entre los intereses de los políticos y los gestores de los medios. Los hechos atestiguan que el Gobierno favoreció esta fusión de las empresas. Las hemerotecas no mienten. En un primer momento, la hoy desaparecida Comisión Nacional de la Competencia (CNC) –hoy forma parte de la CNMC- estipuló una serie de condiciones para que la operación se llevase a cabo. La empresa de Lara y Casals publicó un comunicado denunciando las condiciones “injustas y discriminatorias”. Poco después, en agosto de 2012 el Consejo de Ministros cambió dichas condiciones. Fue precisamente Soraya quien compareció para explicar la medida, que justificó porque la fusión se haría “en simetría con las que se viene operando en el sector”, en alusión a la concentración entre Telecinco y Cuatro de Mediaset.

El presidente de La Razón. Moeh Atitar

Con aquella operación, nació el duopolio televisivo, dado que entre Atresmedia y Mediaset disponen de trece canales (seis y siete, respectivamente) y controlan el 85% del mercado publicitario en el sector. Un mercado duopolístico creado durante el Gobierno de Rajoy y que siempre se niega desde ambas compañías porque arguyen que otros grupos mediáticos han tenido concesiones de canales y no han sabido o podido desarrollarlas. En todo caso, en esta operación que ha moldeado el sector televisivo en España jugó un papel decisivo, como intermediario, el célebre Príncipe.

El asesor literario

Hoy Casals es presidente de La Razón y adjunto al presidente de Atresmedia. Su poder en dicho grupo de comunicación está más que probado. Pero, ¿cómo llegó hasta aquí? ¿De dónde viene? Nació en Barcelona en 1949, en el seno de una familia pudiente. Tal y como destaca el propio holding mediático en su página web, “ha sido profesor de Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Barcelona y ha desarrollado su actividad profesional en el campo de la asesoría”.

En efecto, antes de irrumpir y consagrarse en el sector de los medios de comunicación, El príncipe de las tinieblas se dedicó a trabajar como asesor en otro mundo un tanto oscuro, el editorial. Un veterano librero de Barcelona que prefiere no dar su nombre recuerda a EL ESPAÑOL que Casals fue asesor del director general de Plaza y Janés Hans von Freyberg hasta que éste dejó España en 1995. Y, según él, también se mantuvo con el siguiente, Manfred Grebe. "Siempre ha sido el gran conseguidor. Si tenías negocios y querías implantarlos en Cataluña, hablabas con él y te conseguía cosas. Ayudaba a establecerse empresas como intermediario”, relata.

En su época dedicado al sector editorial, Casals ya apuntaba maneras. Así, en el Libro Negro del Periodismo en Cataluña, publicado por este diario, su nombre ya aparecía vinculado a una operación para impedir que se publicase un libro contra Jordi Pujol por el caso Banca Catalana. Era una obra escrita a seis manos por Jaume Reixach, Francesc Baiges y Enric González. Los tres entregaron su manuscrito a la editorial Plaza y Janés en septiembre de 1984, pero no vio la luz hasta mediados de 1985. En medio, Casals intentó maquillar la publicación.

En conversación con EL ESPAÑOL, Reixach rememora que “era el año 85 y este hombre intentaba demorar la publicación del libro”. Este periodista define a su interlocutor como “muy jesuítico, porque su misión era torpedear el libro y lo hizo de maravilla”. Recuerda que “las reuniones eran surrealistas, porque discutíamos sobre chorradas y así estuvimos, discutiendo cada adjetivo, cada sustantivo y cada coma durante 6 ó 7 meses”. “Le dije que le había grabado las conversaciones para acabar con esos encuentros kafkianos”. Y la obra sobre Pujol se publicó por fin.

Como ha ocurrido después en el sector de los medios, ya en el sector editorial quedó claro en los ochenta que todo aquel que está cerca de Casals acaba teniendo suerte. Así, por ejemplo, su hermano mayor, Pedro Casals, psicólogo de formación y escritor de vocación, tiene el honor de haber sido el único autor que es finalista del prestigioso Premio Planeta en dos ocasiones casi consecutivas: en 1986 con La jeringuilla y en 1989 con Las hogueras del rey.

El factor Anson como catapulta

El momento clave en la vida profesional de Casals llegó cuando conoció a Luis María Anson, entonces director de ABC. La relación entre ambos pronto fructificó y Casals se convirtió en el responsable en Cataluña del diario monárquico. Como compaginaba este trabajo con el de asesor literario, él impulsó sobremanera la publicación y posterior promoción del libro Don Juan (1994), escrito por Anson. El propio autor reconoce en conversación con EL ESPAÑOL que el secreto del éxito de dicha obra descansa en gran medida en las espaldas de su pupilo.

Es una historia ya conocida cómo Anson, y con él Casals, dejó ABC para embarcarse en el proyecto de Televisa, el grupo mexicano que dirigía Emilio Azcárraga. Cuando aquel proyecto se torció, Anson, y otra vez a su lado Casals, puso en marcha La Razón en 1998. El primer presidente del diario, entonces en manos del grupo Zeta, fue el propio Anson. Después, una vez que Lara compró el periódico, Anson se marchó arguyendo que no podía seguir en un grupo mediático que al mismo tiempo editaba el periódico independentista Avui. Y su sustituto en el puesto fue, quién si no, Casals.

“Es muy trabajador, muy constructivo, muy inteligente, buen amigo de sus amigos y tiene un mundo vastísimo de relaciones y de amistades que casi no te lo crees”, sostiene hoy Anson. Aunque el ex director de ABC y ex presidente de La Razón sólo pronuncia calificativos positivos sobre su compañero y prefiere no hablar sobre sus relaciones con políticos, él mismo escribió un artículo publicado en El Mundo el 4 de marzo de 2014 bajo el título El sorayato. Y en aquel texto decía que la vicepresidenta del Gobierno “cuenta con excelentes colaboradores y consejeros, entre ellos, y de forma destacada, con uno de los hombres más inteligentes y capaces que he conocido a lo largo de mi dilatada vida profesional: Mauricio Casals”.

Otras fuentes que conocen de cerca al presidente de La Razón coinciden en remarcar su don de gentes y su capacidad para seducir a sus contactos. “Está siempre muy pendiente de la gente, no se olvida de sus amigos y si necesitas algo, es irreprochable, te da lo que te haga falta, es magnánimo y generoso”, comenta su ex compañero en Planeta. Y añade, en tono malicioso, que “eso sí, es un killer en el mundo de la política, porque si te metes con él, ya sabes que vas a morir”. “Es excesivamente detallista, un tanto obsequioso”, completa otro periodista que ha trabajado con él. Además, la mayoría de consultados destaca su sentido del humor. 

Siempre entre Madrid y Barcelona, entre los medios y los gobiernos, entre los políticos de un signo y otro, Casals también se ha hecho acreedor de grandes amistades entre los dirigentes de la Iglesia Católica. Por ejemplo, es íntimo del obispo Antonio Cañizares. Y también presume de una amistad insoslayable con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hombre de hondas convicciones religiosas.

Como tiene tantos amigos distintos, Casals siempre está en medio de operaciones variopintas, aunque no se deje ver. De ahí su capacidad para mediar y para generar encuentros entre personajes a priori opuestos, como aquel famoso debate que auspició en 2012 precisamente entre monseñor Cañizares y el ex presidente Zapatero. Otro ejemplo cuanto menos llamativo es que el directivo de Atresmedia también hizo de nexo en su momento entre el Gobierno de Aznar y Juan Villalonga, cuando el segundo se vio obligado a dejar su puesto como presidente de Telefónica. El Príncipe estuvo en la cocina de aquel acuerdo para que Villalonga se marchase con una indemnización astronómica. 

El origen del tridente

Casals conoció a Soraya Sáenz de Santamaría allá por 2001, cuando ella trabajaba en el Ministerio del Interior como asesora del entonces titular del ministerio, Mariano Rajoy. Ahí se inició una relación de amistad a tres bandas más que fructífera para todos ellos. Una relación que, como es evidente por los datos aquí expuestos, se fue soldando con los años y continúa viento en popa y a toda vela en la actualidad. De hecho, el poder de todos ellos ha ido creciendo, casualidades del destino, en paralelo. En la ligazón de este tridente se entremezclan y confunden los intereses políticos y mediáticos. Y, por ello, acaecen hechos que en cualquier otro país parecerían inverosímiles, como las relaciones con Bárcenas que está desvelando este diario.

En ese tiempo de amistad con Rajoy y Soraya, el hombre fuerte de Atresmedia ha escalado, sin prisa pero sin pausa, hasta la cúspide mediática. Cuando Anson dejó la presidencia del rotativo de Planeta a finales de 2005, él fue su sustituto. En enero de este año, cuando José Manuel Lara falleció, se abrió el proceso sucesorio en el holding de empresas que engloba a Planeta y Atresmedia. Como han contado numerosos medios, la pugna por la presidencia se produjo entre Creuheras y varios hijos de Lara. Ganó el primero, entre otras cosas porque tenía de su parte al Príncipe de las tinieblas.

Ahora, en los últimos días de 2015, el obsequioso y detallista Casals vuelve a estar en el centro de otra operación política y mediática de envergadura: el lanzamiento al estrellato de su amiga Soraya, con la complicidad de su amigo Rajoy. El grupo en que él tanto influye es la plataforma del debate a cuatro que se celebrará el próximo 7 de diciembre. En El País y en Mediaset dicen que se negaron a que Soraya acudiera a un debate de candidatos sin ser la candidata. Pero el sombrío Mauricio, una vez más, no ha fallado a sus amigos.

Mauricio Casals. Moeh Atitar

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