Mariano Rajoy se sentó en el sofá más cotizado últimamente en la televisión española para una sesión de baño y masaje. Bertín Osborne es un hombre polifacético. Lo mismo susurra a los caballos, que hace un anuncio de jamón, canta una ranchera o cocina mejillones para el presidente del Gobierno. A diferencia del programa de la semana pasada con el líder socialista Pedro Sánchez, la conversación evitó cualquier polémica, las elecciones se mencionaron de pasada y no se habló de los partidos emergentes. Como si no existieran.
Rajoy quiso desprenderse de la imagen del político profesional y adoptó un extraño perfil paternalista, refiriéndose una y otra vez a los españoles como ese conjunto de buena gente a los que les gustaría hablar uno a uno. Entrar en sus casas con una botella de Albariño y una empanada gallega receta de la suegra, pero cocinada en La Moncloa, para filosofar de la vida.
Lo más krooner de la entrevista fue el 'road trip' del presidente a Ibiza con 16 años. De Pontevedra a Barcelona en autostop, y después en barco a la isla. Lo que pasa en Ibiza se queda en Ibiza. Rajoy también descubrió que trabaja exactamente 12 horas y 40 minutos al día, que José Luis Rodríguez Zapatero sacaba muy buenas notas, que en la cocina se mueve como un elefante en una cacharrería, que no se sube a un helicóptero desde el accidente de Móstoles hace 10 años y que tiene tablas en el futbolín.
Estos fueron los 16 momentos de la visita del presidente a la casa de Osborne en Televisión Española.
1. Sobresaliente en geografía
Rajoy llamó al timbre de Bertín como un invitado de manual. Regaló a su anfitrión una botella de vino Albariño y se quitó la chaqueta antes de sentarse en el sofá. El presidente dejó claro desde el primer minuto porqué había aceptado la entrevista: “Me gustaría poder hablar uno a uno con los 46 millones de españoles”. Bertín le preguntó por Andalucía y concretamente por Sevilla. Rajoy enumeró una decena de pueblos de la provincia que ha visitado sin despeinarse.
2. Infancia
El presidente más íntimo habló de su infancia en Oviedo, León y Galicia. Rajoy recordó con mucho cariño a su padre, de 94 años, y también a su madre, fallecida en 1993: “Me hubiera gustado que me viera como presidente". También habló de sus hermanos y concretamente de Luis, muerto el año pasado. Rajoy dijo que de su padre había aprendido a ser “flexible, buena persona y tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti”.
3. Las buenas notas de Zapatero
Rajoy admitió que había ido al mismo colegio, “de monjas” repitió dos veces, que su predecesor socialista Rodríguez Zapatero. El expresidente fue compañero de clase de su hermano Enrique Rajoy. Según el presidente, Zapatero sacaba muy buenas notas. “Lo he visto yo con mis propios ojos, que no me lo ha contado nadie”, dijo.
4. La barba y el accidente de coche
Rajoy habló del grave accidente de coche que sufrió en la provincia de Lugo cuando era joven. Dice que se quedó dormido al volante y que nunca olvidará la cara de la primera persona que acudió a socorrerle. Admitió que se dejó crecer la barba después de aquello. Cuando decidió afeitársela pasado un tiempo, no se reconocía: “No me gustaba mi cara y decidí volver a dejarla crecer”.
5. Elogios para González, frialdad para Aznar
No escatimó palabras de elogio para Felipe González y se mostró mucho más frío al recordar a José María Aznar. Sobre González, aseguró tener respeto y una buena opinión: “He hablado unas cuantas veces con él, he almorzado y es un tipo que está muy bien, constructivo, con el que da gusto hablar”.
Rajoy dedicó elogios similares a Adolfo Suárez e incluso a Zapatero. Con Aznar pasó de puntillas. Dijo que su relación era buena. Sin más. También dijo que sí se esperaba su nombramiento como sucesor del PP en 2004 y que Aznar reunió a todos los candidatos para comunicarles la decisión.
6. No se sube a un helicóptero
Rajoy admitió que no se sube a un helicóptero desde el accidente que sufrió con Esperanza Aguirre en Móstoles hace 10 años. Y reveló que tras la caída del avión de Germanwings en los Alpes franceses declinó el ofrecimiento del presidente francés de trasladarse a la zona en helicóptero. “(Angela) Merkel y (François) Hollande llegaron en veinte minutos. Yo fui en coche y tardé tres horas”, dijo. “Pero aquí seguimos”.
7. Vida en la Moncloa
Rajoy desveló algunas rutinas de su vida en el palacio de la Moncloa, donde admite que hay un cierto síndrome de aislamiento. Se levanta todos los días a las siete menos cinco de la mañana. Trata de hacer una hora de deporte: cinta y elíptica. También camina por un circuito, sobre todo los fines de semana, dentro del complejo. Desayuna siempre con sus hijos, trabaja exactamente 12 horas y 40 minutos y, si el teléfono se lo permite, vuelve a reunir a su familia para cenar.
8. El inglés
Toma clases de inglés, pero confesó que le cuesta. El presidente dijo que es capaz de mantener una conversación, pero que no puede dar un discurso sobre el déficit del sector exterior en ese idioma.
9. Los presupuestos retrasaron su boda
Tuvo palabras de cariño para su esposa Elvira Fernández. “Acerté”, dijo sobre la decisión de casarse. Su hermano Luis les presentó en un bar: “No he sido de muchas novias, he sido de lo que me dejaban. Tuve que dar argumentos y razones” para conquistarla.
Rajoy contó que un debate sobre presupuestos obligó a retrasar su boda un día. La ceremonia terminó celebrándose un 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, en Galicia. No tuvo despedida de soltero.
10. La crisis, mal explicada y Cataluña
Rajoy volvió a tirar de mantra para explicar los peores años de la crisis económica y el fantasma del rescate. El presidente vomitó su latiguillo habitual de los errores de comunicación sobre lo que el Gobierno estaba haciendo y lo que realmente estaba pasando. Sobre Cataluña, reiteró que no debatirá sobre la soberanía nacional.
11. Rubalcaba, un señor tras la abdicación del rey
Rajoy dijo que llevaba meses hablando con el rey Juan Carlos sobre la posible abdicación. Cuando el monarca tomó la decisión, el presidente aseguró que el entonces líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba se portó "como un señor" Según el presidente, el monarca fue "un extraordinario estadista". "En España quedó demostrado que las instituciones funcionaban y muy bien", afirmó.
12. La corrupción
No se puede decir que Bertín Osborne le apretara demasiado. A preguntas generales, vaguedades. Rajoy dijo que la corrupción le ha afectado muchísimo, a él y a su partido. Y que confía en que estos episodios no se vuelvan a repetir: “Hemos tomado medidas, se han modificado leyes, lo único que puedo decir es que espero que no se vuelva a repetir”.
13. La diplomacia del gimnasio
Rajoy habló de su encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el gimnasio de un hotel de Johannesburgo tras el funeral de Nelson Mandela en 2013. Según Rajoy, estaba haciendo algo de deporte antes de regresar a España cuando Obama entró al gimnasio. Los dos mandatarios charlaron en inglés animadamente y el presidente le insistió en su deseo de reunirse con él en la Casa Blanca. Pocas semanas después, en enero, Rajoy estaba en Washington.
14. Tengo ganas de seguir
La única pregunta sobre las elecciones fue personal. Ni programas ni partidos ni rivales. Rajoy dijo que tiene fuerza para seguir cuatro años más y que quedan cosas por hacer en España, sobre todo en materia de recuperación económica. “Tengo ganas”, dijo.
15. La cocina
La cocina es una parte fundamental del formato del programa. A Rajoy se le vio incómodo, sin saber muy bien qué hacer. Tampoco es que Bertín Osborne sea precisamente Ferrán Adriá, pero cocinó unos mejillones cocidos. “Te puedo hacer un discurso, pero cocinar marisco...”, dijo.
16. El futbolín
Bertín y Rajoy despidieron el programa con una surrealista partida de futbolín. Con Sánchez fue ping pong. El presidente arrasó a su anfitrión. Casi todas las preguntas las hizo Rajoy, que llegó a plantear a Bertín una candidatura a la alcaldía de Jérez entre bromas y veras. Rajoy puso el broche a la entrevista: “¿A qué no soy tan antipático?” Como para decir que sí...