El ex tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, se movió rápido para que, tras estallar el 'caso Gürtel' en febrero de 2009, la Justicia no llegara hasta su dinero oculto en Suiza. Así, tan sólo semanas después de que el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenara la detención del líder de la trama de corrupción vinculada al PP, Francisco Correa, y de todos sus secuaces, el ex gestor del dinero de esta formación política desvió tres millones de euros desde una cuenta en Suiza hasta Nueva York, para de ahí saltar a Argentina.
Su nombre todavía no había saltado a la palestra y era el momento de actuar con rapidez para evitar que el juez lo descubriera y se lo bloqueara. Sin embargo, todavía se tardó otros cuatro años en averiguar que Bárcenas ocultó una gran fortuna en Suiza. Una vez se conoció la operación argentina, el fiscal general de Criminalidad Económica y Lavado de Activos de aquel país abrió una investigación para intentar bloquear esos fondos y que ahora reclama en detrimento de la Audiencia Nacional.
Bárcenas había utilizado a su amigo Ángel Sanchis Perales, también ex tesorero del PP, para hacer una maniobra financiera para lavar su dinero. Desde el HSBC de Nueva York, se hicieron transferencias por valor de tres millones de euros a una cuenta en Argentina de la sociedad La Moraleja S.A., radicada en este país y cuyo propietario es el hijo de Sanchis, Ángel Sanchis Herrero. La Justicia argentina abrió una investigación contra Bárcenas, los dos Sanchis y varios testaferros. Sin embargo, el sustituto de Garzón, Pablo Ruz, también incorporó esta operación dentro del 'caso Gürtel'.
Ruz dejó sólo a Argentina la investigación del presunto testaferro, Edgardo Patricio Bel, alegando que al ser ciudadano argentino por economía procesal debía ser investigado allí. Pero a los españoles los quería sentados en el banquillo de la Audiencia Nacional y sobre todo que no se fuera la investigación por el blanqueo de tres millones de euros al otro país.
“Castigo cruel y degradante”
En un escrito remitido por el Juzgado Criminal y Correccional Federal de Buenos Aires, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el titular explica que fue la Justicia argentina la primera que inició esta investigación y por tanto donde debe seguir. El instructor se limita por ahora a informar respecto de la inhibición solicitada por Sanchis Herrero para que la Audiencia Nacional le saque del 'caso Gürtel', pendiente ya para enjuiciar.
Así, el juez argentino apoya su solicitud y pide al sustituto de Ruz, José de la Mata, que se inhiba a favor de su Juzgado en lo que respecta al hijo del ex tesorero del PP y deje sin efecto la acusación existente contra él por este asunto.
“Entiendo que indudablemente corresponde que las actuaciones continúen tramitándose ante la judicatura a mi cargo. En efecto, las maniobras bajo estudio habrían sido cometidas en su totalidad fuera de España. Y parte de ellas habrían ocurrido en territorio argentino”, recoge la resolución judicial.
A esto añade que en el caso de Sanchis Herrero además es residente habitual de Argentina y su empresa, cuya “estructura habría sido utilizada para la comisión de los sucesos bajo estudio”, se encuentra asentada allí. Advierte de que la intervención de la justicia argentina “resulta también justificada por razones de economía procesal e inmediata”.
El propio Sanchis presentó un recurso pidiendo que sólo se le investigara en Argentina, dado que hay dos procesos penales por los mismos hechos en dos países distintos, “lo que, en sí mismo dado que uno y otro están a 12.000 kilómetros de distancia, constituye un castigo cruel y degradante contra Sanchis Herrero”, explica la defensa del imputado, en un escrito al que también ha tenido acceso este diario.
“Compleja maniobra de lavado”
Los tres millones blanqueados eran una parte de los fondos que el ex tesorero del PP ocultó en Suiza, donde ingresó hasta siete millones de euros y que llegaron a convertirse a través de inversiones en 48 millones de euros. Antes de que su nombre se relacionara con la trama Gürtel, desvió esa cantidad con la ayuda de Sanchis Perales, con quien le unía una amistad, a través de una “compleja maniobra de lavado procedente del desvío de fondos y activos financieros generados en delitos de corrupción cometidos en España”.
El ex tesorero de Alianza Popular habría utilizado una sociedad denominada Brixco, con cuenta en el HSBC, para ingresar los tres millones de Bárcenas simulando tratarse de un préstamo que este último daba a su amigo desde su fundación con cuenta en Suiza. Sanchís se lo reintegraría posteriormente a través de distintos sistemas. Ese dinero después sería enviado a Argentina, a través de la sociedad de su hijo, La Moraleja S.A.
Según el fiscal argentino, eso fondos ilícitos fueron introducidos en la economía a través de diversos mecanismos. Uno de ellos fue con inversiones canalizadas por diversos conceptos en la sociedad La Moraleja, la cual habría funcionado como una pantalla puesta a disposición para ocultar el fruto económico de operaciones delictivas. Estas operaciones habrían permitido a Luis Barcenas “integrar a la economía formal fondos procedentes de delitos previos”.
Otra operativa utilizada por Bárcenas para blanquear su dinero fue llevar a cabo, bajo el soporte ofrecido por Sanchís y la colaboración de Bel, operaciones de compra-venta fingidas con el objeto de darle apariencia de legal a fondos procedentes de negocios ilícitos. Por ejemplo, justificó parte de sus ingresos con la supuesta venta de un cuadro, utilizando para ello a la pintora Isabel Ardanaz de Mackinlay para que actuara como intermediaria en una operación simulada de compra venta de obras de arte.