"Hemos zarpado definitivamente y nadie que haga un análisis honesto de los resultados de las elecciones del 27 de septiembre puede negar la evidencia de una victoria tan contundente como histórica del independentismo. Nunca la independencia había ganado unas elecciones; ahora lo ha hecho y por una amplia mayoría absoluta. Un análisis igualmente honesto nos confirma el deseo mayoritario de disponer de un Estado propio, porque todo el mundo sabe en qué circunstancias y en qué condiciones hemos tenido que ir a las elecciones; no hay que hacer ahora el inventario pero debemos tener bien presente.
Desde los bancos a la Comisión Europea, desde los medios de comunicación al cardenal de Valencia. Hay mucho material interesante para los investigadores del futuro, que nos habrán de iluminar sobre cómo se articularon operaciones destinadas a romper las piernas al soberanismo y, sin embargo, acabaron en fracaso. La financiación, los ámbitos de decisión, las complicidades voluntarias o adquiridas, todo un montón de datos que nos interesará mucho conocer. No han servido para impedir el inicio del camino hacia la independencia y, en cambio, han destruido la credibilidad de muchos pilares sobre los que se ha de sostener una sociedad democrática.
Todo esto no ha impedido, como decía, que este país se haya expresado de manera nítida a favor de emprender el camino que hemos sometido a la consideración de los ciudadanos. Cataluña ha superado la era autonómica, sus ciudadanos ya no se sienten miembros de una comunidad autónoma más. Hemos entrado en la Cataluña postautonòmica. Tampoco somos una nación independiente, todavía. Somos un país preindependiente, que camina decidido hacia la plena normalización de su estatus político. Este es un lapso de tiempo excepcional, que pide fórmulas y políticas que estén de acuerdo con esta excepcionalidad.
Lo que servía para la autonomía no será suficiente, y lo que nos hará falta para el Estado independiente aún no lo disfrutamos. Se necesitan grandes dosis de generosidad, paciencia, preparación, astucia e imaginación para garantizar que este lapso de tiempo no se alargará más de la cuenta y que culminará con un éxito absoluto. En estas fases, se aprovecha todo. Porque no debemos olvidar que todavía nos queda un tramo por recorrer solos, sin ayuda exterior -más bien, con hostilidad exterior-, y que sólo contamos sobre nuestras propias fuerzas".
Este artículo fue publicado el 4 de octubre de 2015 en el blog de Carles Puigdemont.