¿Cuáles deben ser las relaciones entre el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y un Govern que ha anunciado que seguirá la hoja de ruta de la resolución secesionista anulada por el Tribunal Constitucional? El asunto lo planteó frontalmente el magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona Jesús Barrientos, uno de los tres candidatos a presidir el máximo órgano judicial catalán (y el mejor situado) durante las comparecencias que han celebrado este martes ante los vocales del Consejo General del Poder Judicial.
Al CGPJ le corresponde elegir a finales de este mes al presidente del TSJC que convivirá con el proceso independentista iniciado tras las elecciones catalanas del pasado 27 de septiembre. Compiten por el cargo el actual presidente, Miguel Ángel Gimeno; el presidente de la Audiencia de Gerona, Fernando Lacaba, y Barrientos.
Todos han desarrollado el grueso de su carrera profesional en Cataluña. El primero es de la asociación Jueces para la Democracia (progresista), el segundo pertenece a la Asociación Profesional de la Magistratura (conservadora) y el tercero es de Francisco de Vitoria (centrista). Pero en este caso las siglas asociativas no tendrán mucho peso en el criterio del órgano de gobierno de los jueces, donde existe una enorme inquietud por el desafío independentista y la respuesta que debe dar el Poder Judicial.
Pese a su importancia, de esta cuestión no hablaron por su propia iniciativa ni Gimeno ni Lacaba. Se pronunciaron porque se lo preguntó la vocal Nuria Díaz después de oír a Barrientos, según el cual la situación en Cataluña es "preocupante" tras la resolución aprobada por el Parlament el 9 de noviembre "que acuerda la desconexión con España, la desobediencia" al TC. "Aunque no emplee esos términos, las cosas son lo que son, no lo que se dice que son", dijo.
"Lo preocupante es que el nuevo equipo de Gobierno ha anunciado el desarrollo de esa resolución pese a la sentencia del Tribunal Constitucional anulando todo su contenido", explicó Barrientos a los miembros del CGPJ.
Para él, el "escenario futuro de ruptura" de Cataluña con España es "muy previsible" y, en su opinión, la respuesta desde el TSJC "va a tener que acomodarse a las circunstancias de cada momento", "siempre desde el sometimiento a la ley".
Barrientos dijo que la "delicada situación" que se vive en Cataluña ha generado "incertidumbre" en los jueces, que se plantean concursar a destinos fuera de ese territorio "para ganar la estabilidad profesional y familiar que en el momento actual no tienen" en Cataluña.
El magistrado afirmó que, de ser elegido, procurará tener relaciones "fluidas" con las instituciones catalanas pero, sobre todo, expresó su compromiso de "defender a ultranza a los compañeros que ejercen en Cataluña y el cumplimiento de sus resoluciones".
Los jueces que elige el Parlament
Barrientos también se atrevió a poner de manifiesto los problemas que plantea la designación por el Parlament de dos de los cinco magistrados que forman la Sala Civil y Penal del TSJC, la que juzga al Govern y a los propios diputados autonómicos.
A su parecer, salvando la "competencia, capacidad jurídica e imparcialidad objetiva" de esos dos magistrados designados a dedo por los parlamentarios autonómicos, sería necesario articular mecanismos que garanticen ante la sociedad la "apariencia de imparcialidad" del tribunal. Su propuesta es que los magistrados autonómicos no instruyan los casos penales contra aforados, que estarían a cargo de los jueces de carrera que integran la citada Sala. En la actualidad, precisamente un juez designado a propuesta de CiU y PSC, Joan Manel Abril, investiga si el ex president Mas ha desobedecido al TC.
Ni Gimeno ni Lacaba vieron problemas en la apariencia de imparcialidad de los magistrados autonómicos. Tampoco creen que la desconexión de España vaya a producirse. "No contemplo ni quiero contemplar ese escenario de ruptura", dijo Gimeno, por cuya renovación en el cargo nadie apuesta justamente por su "tibieza" frente al desafío secesionista, se alega en el CGPJ.
"No creo que se vaya a producir una ruptura", opinó también Lacaba. "Todo lo que hay son promesas", dijo, pero "yo llevo 15 años presidiendo la Audiencia de una provincia muy complicada y entre las autoridades hay un respeto mutuo. No creo que se planteen fricciones pero, si se plantean, mi actitud y seguro que la de los otros dos candidatos será cumplir la ley y la Constitución".