Pese a que el PP tiene mayoría absoluta en el Senado, los pactos entre partidos han comenzado en la cámara alta. Este jueves, el PSOE ha prestado a ERC y Democracia i Llibertat (la antigua Convergència Democràtica de Catalunya, el partido de Artur Mas), cuatro senadores para que puedan formar grupo propio.
El pacto se produce en un momento de total atasco en el Congreso, donde Sánchez busca un pacto con Podemos para ser investido presidente, pero que no será suficiente sin la abstención de Ciudadanos o los separatistas catalanes.
El reglamento del Senado es más exigente que el del Congreso y exige 10 senadores como mínimo para formar grupo propio, a diferencia de los cinco de la cámara baja.
Por ese motivo, el PSOE ha decidido prestar dos a cada uno de los dos partidos que conforman Junts pel sí, la coalición que gobierna en Cataluña con la promesa de iniciar un proceso de "desconexión" de España. Ambas formaciones obtuvieron seis senadores el 20 de diciembre. A ellos suman dos que les corresponden por designación autonómica y otros dos que les presta a cada uno el PSOE.
¿"Intolerable" o lo habitual?
El PP ha considerado "intolerable" el préstamo, habitual en ambas cámaras, ya que "facilita la acción independentista" que ejercen estos partidos, según José Manuel Barreiro, portavoz del PP, en declaraciones a la agencia EFE.
El PSOE sólo se mueve por "oportunismo político", "dice una cosa y luego hace lo contrario", ha dicho.
El portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, ha dicho que su partido tiene "discrepancias profundísimas" tanto con DiL como con ERC, y está "radicalmente en contra" del proceso independentista en Cataluña. Fuentes del grupo socialista recuerdan que en muchas legislaturas se han producido estos préstamos y que no quiere decir que se cedan dos actas de diputados. El reglamento del Senado es más estricto con la configuración de los grupos que con su mantenimiento, por lo que una vez formado, los cuatro senadores podrán volver al socialista.
"No forman parte de ninguna negociación sino de los usos y costumbres", según socialistas.
La semana pasada, Sánchez aseguró que buscaba un pacto de Gobierno "progresista", "reformista" y "de cambio". Preguntado por si sondearía a los independentistas catalanes, respondió con un comentario ambiguo. "No voy a buscarlos", aseguró, acaso recordando que obviamente no puede decidir qué botón aprietan.